Así es Welcome Mother Nature, el proyecto ganador para la nueva Plaza de España
Mil árboles más, la reubicación de Don Quijote, muchas rampas en lugar de escaleras y un espacio diáfano central tan grande como el de Times Square. Son algunos de los aspectos más llamativos del proyecto Welcome Mother Nature, el ganador de la votación final para elegir el aspecto para la nueva Plaza España, que se impuso con el 52,19% de los votos frente a los 30,06% que cosechó Un paseo por la cornisa, el otro finalista.
Cualquiera de los dos proyectos hubiera supuesto un intenso lavado de cara para Plaza de España en solo dos años (está previsto que las obras acaben en el 2019). En el caso del ganador supondrá la reducción “de hasta el 50% del tráfico” en la zona, la reforestación de muchas de las calles aledañas y también intervenciones tan llamativas como la creación de un gran jardín vertical o la instalación de tres grandes esculturas en su parte central.
De la actual Plaza de España no quedará en su sitio prácticamente nada, salvo la parte central del Monumento a Cervantes (obligatorio en los pliegos del concurso, aunque se mueven algunas de sus esculturas) y que se conservará la galería comercial del párking, pero bastante modificada. La fuente más cercana a Princesa (llamada Fuente del nacimiento del agua) será trasladada a la parte sur de la plaza, más allá de Ferraz. Y el paso elevado se convertirá en un pasillo peatonal tomado por el verde y por un carril bici (también obligado por mandato ciudadano). Este era el vídeo promocional del proyecto:
El proyecto presume de que las zonas peatonales constituirán el 90% del espacio de la plaza, que se llegará desde la Gran Vía al Palacio Real en cinco minutos a pie y que se conectará con Madrid Río de forma directa, sin obstáculos ni carreteras.
Entre todas las actuaciones de Welcome Mother Nature hay especial atención a la accesibilidad, en una zona en la que ahora es cuanto menos complicada. Todos los muros se sutituirán por taludes vegetales y se crearán rampas en la Cuesta de San Vicente, con las que se eliminarán algunas de las escaleras de los Jardines de Sabatini (si las normativas de protección lo permiten), también en la plaza de Cristino Martos y en otras zonas de la plaza que actualmente se cruzan con escalones.
En este juego de diferentes alturas, en un espacio que cuenta con una inclinación constante y descendente hacia el sur, el espacio más cercano a los Jardines de Sabatini experimentará importantes cambios y allí aparecerán las instalaciones de una cafetería prevista en el proyecto.
Castaños, plátanos y árboles del amor
Castaños, plátanos y árboles del amor
El millar de árboles adicional ha sido uno de los puntos más comentados del también llamado Proyecto X. Conviene estudiar con detalle esta ingente cantidad de masa forestal, que también se extenderá a muchas de las calles cercanas como Reyes, Maestro Guerrero, Dos Amigos, Martín de los Heros e incluso Ventura Rodríguez. Este es el plano de todas las actuaciones arbóreas:
De entre las especies que se añadirán destacan, por número, los castaños de indias (161 más), liquidámbar (154), plátanos (103) o árboles del amor (59). También se plantarán más acacias, tilos, gynkos, cerezos o arces. A continuación, el inventario completo:
Otro de los puntos importantes es la de la reordenación del tráfico en la zona, que deberá de ser validada por el Ayuntamiento y adaptada a la también aprobada en votación ampliación de aceras en Gran Vía. En su planteamiento, Welcome Mother Nature propone soterrar el tráfico que circula por el viaducto de Bailén -que se convertirá en peatonal- con un túnel adicional que conecte Ferraz con la Cuesta de San Vicente. Este soterramiento, aprobado solo por el 29,44% de los ciudadanos que participaron en la votación inicial del proyecto, supone una de las partidas de gasto más importantes (13 millones de euros en túneles, de los 31 totales, excluidos beneficio industrial e IVA).
De esta forma se conectaría la circulación de la Cuesta de San Vicente con Princesa a través de Ventura Rodríguez, con lo que no se conseguiría una reducción del tráfico en esa zona. “El soterramiento va en contra de la política de reducir los coches en Madrid. Lo que estamos haciendo es enterrando el tráfico, no suprimiéndolo”, escribían hace unos días Nación Rotonda, en un artículo que analizaba la obra civil del proyecto X y en el que este colectivo aventuraba posibles problemas a la hora de ejecutar el túnel, como la presencia de restos arqueológicos, la necesidad de protección de las viviendas cercanas e incluso la posibilidad de descalce de la cimentación.
Otros grupos de expertos en movilidad como En bici por Madrid acusaban a Welcome Mother Nature de “no resolver satisfactoriamente el tránsito ciclista para evitar carriles bidireccionales con fines inciertos, cruces en ángulos ciegos y calzadas al servicio del coche, incluso en calles menores de tráfico residencial”.
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