Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Enésimo ejemplo de urbanismo defensivo en Madrid: una valla inutiliza el gran banco corrido de Carretas

Banco corrido vallado e inutilizado en la calle Carretas

Somos Madrid

7

Urbanismo defensivo, preventivo, antipersona, del miedo... Son los distintos nombres por los que se conoce al paradigma de diseño que hace que determinado mobiliario, o ciertos elementos urbanos, se creen e instalen con el objetivo de que el espacio público de la ciudad no sea usado por personas sin hogar, grupos estigmatizados o, directamente, por habitante alguno.

Uno de los últimos ejemplos de este urbanismo aplicado a Madrid se puede encontrar en la calle Carretas, donde hace unos días la instalación de una pequeña valla inutilizó lo que hasta ahora era un concurrido banco corrido, de alrededor de 40 metros lineales, que rodeaba un espacio ajardinado.

Situado cerca de la plaza de Jacinto Benavente, donde también pueden encontrarse elementos de urbanismo antipersona -pinchos metálicos- en todos los alcorques de los árboles, al banco le ha salido una verja que impide que nadie puede descansar en él, contradiciendo de este modo su naturaleza y función.

Muchas veces, sobre el banco podían verse personas tumbadas, gente en situación de calle durmiendo, pero también muchas otras personas que, sentadas, lo usaban para tomarse un descanso sin más. Ahora, unos y otros, todos, lo hemos perdido, al tiempo que a su lado sur se le han pegado las mesas de una terraza vecina.

Madrid está lleno de estos elementos antipersona que, en la mayoría de las ocasiones, pasan desapercibidos. El anterior Gobierno municipal emprendió una pequeña lucha contra este tipo de urbanismo y alguna medida adoptada, como la de 2016 de retirar los pinchos que desde 1995 rodeaban la fuente de la plaza de la Puerta del Sol, no sólo tuvo una excelente acogida sino que ha logrado transformar el aspecto de este punto neurálgico de la capital, donde ha vuelto a haber un sitio para sentarse.

El urbanismo defensivo es también renuncia y reconocimiento de un fracaso; contradictorio por naturaleza, mata moscas a cañonazos: el banco de Carretas no es ya ni para ti ni para mí ni para nadie.

Etiquetas
stats