La casa de baños de Tetuán lleva cerrada un mes y no tiene fecha prevista de reapertura
Todos los días pasan miles de personas por la puerta de la casa de baños situada en el número 133 de la calle de Bravo Murillo. A poco observadores que sean, habrán reparado en el cartel que desde hace semanas luce en la puerta: cerrada por avería. El folio impreso sugiere a los usuarios de las duchas públicas dirigirse a la casa de baños de Embajadores, la otra instalación de este tipo que persiste operativa en Madrid.
El Ayuntamiento, preguntado por este medio, explica que el pasado 8 de septiembre la Junta de Distrito detectó una incidencia en las instalaciones del agua: dos fugas procedentes de la tubería de agua caliente que pasa cerca de la instalación eléctrica. Por rese motivo, se cortó el suministro de agua y se cerró la instalación hasta que la avería sea reparada. No hay fechas previstas para la reapertura de la casa de baños, dado que aún se está estudiando el mejor procedimiento para sustituir la tubería.
La casa de baños proporciona una manera de asearse para las personas sin hogar –solo tienen que llevar toalla y jabón–, gente que vive en casas con mucha ocupación, condiciones de habitabilidad complicadas y, en general, para todos aquellos que precisen de una ducha en un momento dado. En distintas cabinas, tienen veinte minutos de agua caliente controlados por un contador y otras zonas donde es frecuente que los asistentes se afeiten o se terminen de arreglar para afrontar el resto del día.
Aunque fueron un tipo de servicio mucho más habitual, hoy en día solo quedan las casas de baño de la glorieta de Embajadores y la del distrito de Tetuán. No existen datos de uso en el portal de datos abiertos del Ayuntamiento de Madrid ni en la web del Consistorio, aunque en un artículo del periódico ABC de hace una década ponían números a la asistencia de la casa de baños de Tetuán: 8.000 personas al mes, el 90 por ciento hombres no españoles de entre 40 y 60 años. No es la primera vez que la instalación sufre una avería. En 2018, por ejemplo, estuvo cerrada durante varios meses por la rotura de una caldera.
La casa de baños de la calle de Bravo Murillo abrió sus puertas en 1932. A mediados de los años ochenta estuvo dos años cerrada y a punto de cerrar sus puertas definitivamente, pero la lucha de la Asociación Vecinal Cuatro Caminos Tetuán lo impidió. El edificio actual es fruto de una reforma integral llevada a cabo sobre el edificio previo de una sola planta entre 2010 y 2011, que dejó en el piso bajo la renovada casa de baños y habilitó nuevos espacios que albergan instancias municipales y públicas como el Espacio de Igualdad Hermanas Mirabal o una oficina municipal de información y orientación al inmigrante.
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