Audi e-tron Sportback, un e-tron muy mejorado y con carrocería cupé
La familia eléctrica de Audi, conocida como e-tron, comienza a tomar velocidad de crucero después de que su primer representante viera la luz hace poco más de un año. A aquel e-tron original le sigue ahora su versión con carrocería cupé (Sportback), y la marca de los cuatro aros prepara ya el e-tron GT, del que el presidente de la compañía en España, José Miguel Aparicio, afirma que será “el mejor vehículo que se haya fabricado con cuatro aros”, y los Q4 y Q4 Sportback e-tron, dos declinaciones de un mismo SUV eléctrico del segmento A.
Cinco serán, pues, los modelos 100% de baterías comercializados por Audi antes de que termine 2021. Para 2025, según los planes explicados por el propio Aparicio, la marca habrá lanzado 30 vehículos electrificados, 20 de los cuales serán 100% eléctricos, con lo que su huella de carbono menguará un 30% con respecto a 2015 (antes de reducirse a cero en 2050).
En este mismo esfuerzo se encuadran las nuevas versiones híbridas enchufables (PHEV), también en camino, de los Q3 y Q3 Sportback, Q5 Sportback y Q8, con las que su número de PHEV a la venta -identificables por las siglas TFSIe- se elevará a 10.
Pero de momento es el turno del segundo eléctrico puro de Audi, del que decir que se trata solo de la versión cupé del e-tron sería una injusticia flagrante. Más allá de su silueta, más atractiva y elegante seguramente que la de este, lo crucial aquí son las mejoras aerodinámicas y del sistema de regeneración de energía que aumentan de forma significativa su autonomía en uso real.
El ciclo de pruebas WLTP otorga al Sportback 446 kilómetros de alcance, por 417 del e-tron, pero las que de verdad cuentan son las cifras logradas en la conducción fuera de laboratorio. Durante la presentación del coche, que nos recibió con 300 kilómetros de autonomía en el cuadro de instrumentos, recorrimos 130 kilómetros por carreteras de la Comunidad de Madrid con un consumo medio de 23,3 kWh/100 km, lejos de los 30 kWh/100 km del e-tron.
Cuando completamos esa distancia, a una velocidad media de 45 km/h, el indicador marcaba 218 km; es decir, que habíamos cubierto 130 km sin gastar más que 82. Todo ello a ritmo tranquilo en los tramos sencillos y más vivo en los revirados, lo que nos sirvió para comprobar también que el Sportback se resiente de menos inercias y ofrece en general un comportamiento más aplomado y seguro.
Al resetear el ordenador de a bordo cuando el terreno fue más favorable, obtuvimos un registro aún mejor: 19,8 kWh/100 km de consumo medio en un recorrido de 82,5 km a una media de 71 km/h. Audi indica que, no habiendo diferencia significativa de peso entre el e-tron y la versión Sportback, estas mejoras en eficiencia deben atribuirse al mejor funcionamiento tanto del sistema de regeneración de energía, responsable ahora del 30% del total de la que se recupera, como del software que regula la marcha del vehículo por inercia. Unas levas en el volante permiten controlar la regeneración de energía, en tres niveles.
El trabajo aerodinámico ha dado como resultado un coeficiente Cx de 0,25 en las unidades que llevan retrovisores virtuales, una primicia del primer e-tron que también se ha perfeccionado ahora con la incorporación del sistema Drive Assist, que avisa mediante un testigo luminoso de la presencia de vehículos en el ángulo muerto y traza unas líneas para facilitar el aparcamiento sin dañar las llantas, entre otras funciones.
Los datos de autonomía y consumo aportados antes corresponden a nuestra prueba a los mandos de la variante más potente del modelo, e-tron SB 55, equipado con dos motores eléctricos que rinden 408 CV y una batería de 95 kWh. También está a la venta un SB 50 con 313 CV y una batería de 71 kWh con la que puede recorrer 346 kilómetros, en ciclo WLTP. El primero acelera de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y el segundo, en 6,8.
Si los virtual mirrors fueron la gran aportación tecnológica del e-tron, excepción hecha de su tren de propulsión 100% eléctrico, el Sportback presenta como novedad el sistema Audi Digital Matrix Light, dotado de un millón de microespejos que tienden una suerte de alfombra de luz delante del coche que se extiende por espacio de 50 metros. Este equipo de iluminación hace posible un gadget muy vistoso, como es la posibilidad de proyectar una serie de animaciones digitales en el suelo o en una pared que encontremos enfrente.
También es novedad una cartera de servicios on demand gracias a los cuales el propietario de un e-tron SB podrá contratar funciones como los Audi Matrix Led o el aparcamiento asistido por periodos limitados. Por medio de la aplicación MyAudi es posible preacondicionar la temperatura del habitáculo, planificar rutas en casa y lanzarlas de modo que estén cargadas en el navegador al arrancar el vehículo y gestionar la carga de la batería.
En lo que a diseño se refiere, lo más distintivo se localiza en la caída más pronunciada del techo en su tramo final (13 mm con respecto al e-tron). La gran parrilla octogonal está surcada por seis bandas verticales y un enjambre de lamas horizontales habitual en los modelos eléctricos. La pequeña ventanilla trasera pica hacia arriba como es característico de las versiones Sportback de Audi.
La longitud total se mantiene en 4,90 metros, con una distancia entre ejes de 2,928 metros que da para alojar de manera cómoda a dos pasajeros adultos y no tan holgadamente a un tercero, que sufrirá la intrusión del módulo que agrupa los mandos de la climatización trasera y sus correspondientes aireadores. El volumen de carga alcanza los 615 litros sumando los 555 del maletero con los 60 habilitados en un compartimento bajo el capó delantero pensado para guardar los cables de carga.
El e-tron Sportback, en sus dos configuraciones, admite recarga rápida con corriente continua de hasta 150 kW, en la que recupera el 80% de la batería en 30 minutos, así como corriente alterna de hasta 22 kW. De serie se suministra con un cargador de 11 kW y existe como opción otro de 22 kW que también se puede solicitar a partir de ahora para el e-tron original.
Disponible en acabados básico, Advanced, S Line y Black Line, el Sportback cuesta 2.300 euros más que un e-tron equivalente. El SB 50 parte de los 75.430 euros y llega a los 87.340, en tanto que el SB 55, al que hay que sumarle 12.640 euros, arranca en 88.070 y alcanza los 99.980 euros. Audi ayuda con 2.000 euros a la instalación de un punto de recarga y ofrece coche de sustitución para desplazamientos largos en vacaciones o puentes y mantenimiento gratuito durante ocho años o 160.000 kilómetros.