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Two Art Gallery acoge las esculturas hiperrealistas del artista norteamericano John de Andrea

Una de las esculturas hiperrealistas de John de Andrea que se puede encontrar en Two Art Gallery

elDiariomurcia

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Un año después de cuando estaba prevista su inauguración, cancelada por el motivo de la pandemia, Two Art Gallery presenta en exclusiva hasta el 30 de junio, un resumen de la trayectoria del artista norteamericano John de Andrea (Denver, Colorado, 1941), considerado por la crítica internacional como el padre del Hiperrealismo en el campo de la escultura, un resumen que abarca veinte años de producción del escultor. Desde que esta nueva concepción artística surgiera en Estados Unidos, en la década de los años sesenta, John de Andrea ha sido calificado como el pionero y maestro tanto de generaciones posteriores como contemporáneas a él, pues todavía hoy en día ningún otro artista ha conseguido superar la calidad técnica de sus esculturas y el asombro que producen en el espectador.

Desde sus primeras obras es apreciable el interés del artista por la figura femenina, y en particular por el desnudo, en lo que, según él mismo explica, es una búsqueda de la belleza perfecta, de lo que él entiende por belleza. Este el motivo por el que sus esculturas siempre han sido relacionadas con la escultura clásica griega, con la única diferencia de que John de Andrea es más real que ideal, representando normalmente a sus figuras femeninas tal y como las ve, con todos sus defectos, como un realista contemporáneo pero con reflexiones clásicas, apasionado por la belleza del cuerpo humano.

Las diez obras que configuran esta exposición, nueve mujeres y, de manera excepcional, un hombre, ofrecen al espectador una retrospectiva de su trabajo analizando tanto la evolución técnica como de materiales e iconográfica. En un primer momento de su trayectoria de Andrea representa a sus modelos normalmente de forma individual, de pie y mirando directamente al espectador, pero a lo largo de los años éstas han evolucionado en actitudes y poses, pasando a aparecer sentadas, en grupo y con mirada pensativa. Igualmente ocurre con la técnica pues si al principio las esculturas eran realizadas en bronce a éste vino a sumarse el polivinilo, materiales con los que sigue trabajando actualmente. Ya sea en un material u otro, todas ellas están realizadas a partir de un modelo, destacando la existencia de determinadas zonas que han sido modeladas directamente por el artista.

Con una mirada ausente, distraída y hasta melancólica, ajenas a cuanto sucede a su alrededor, las bellas criaturas de John de Andrea invitan a desvelar cada uno de los rincones de su delicada anatomía, perfecta en ejecución pero no idealizada, es esa imperfección de sus cuerpos la que las trae de vuelta a la realidad. Tanto en polivinilo como en bronce la exposición ofrece un recorrido por la trayectoria del escultor americano, destacando la presencia de la obra 'Dying Gaul', una de las tres versiones que el artista ha hecho de la mítica escultura clásica 'Galo moribundo', obra que muestra el semblante de un hombre abatido que ha aceptado su destino, con los ojos a punto de llorar se lamenta porque sabe que su final está cerca.

En ese complejo proceso de creación la fase más importante es sin duda el acabado final, realizado a partir de óleo en una interminable suscesión de veladuras, finísimas capas de pintura que consiguen dotar a las esculturas de una verdadera piel, que además queda completada por pelo natural. Un sin fin de diferentes capas de color cuyo resultado final es el de la visión de una mujer desnuda o una escultura, pues ante semejante perfección técnica el espectador no sabe distinguir a una de la otra. El primer contacto visual que se produce con estas esculturas es tan impactante que únicamente parecen carecer de la respiración que John de Andrea desearía para ellas, un impacto tan sorpendente que el espectador siente entre incredulidad e incomodidad al permanecer con descaro mirando aquellos cuerpos desnudos.

Esta es sin duda una ocasión única para poder contemplar y conocer el trabajo de uno de los artistas más importantes de la historia del arte contemporáneo, representante de Estados Unidos en la Bienal de Venecia ya en el año 1978, figura clave que ha marcado las pautas esenciales en el desarrollo de la escultura hiperrealista, maestro de maestros, e incuestionable defensor de la belleza en su estado más natural, presente en las colecciones públicas y privadas más relevantes de todo el mundo como el parisino Centre Georges Pompidou, ahora en primicia en Murcia.

Con motivo de la exposición se ha editado un catálago que ha contado con el patrocinio de la Consejería de Educación y Cultura y el Instituto de Industrias Culturales de la Región de Murcia.

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