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El sacrificio de 1.800 terneros en un buque atracado en Cartagena levanta críticas en Europa: “Lo sorprendente es que todavía haya animales vivos ahí dentro”

El buque de bandera de Togo "Elbeik". EFE/Marcial Guillén/Archivo

Álvaro García Sánchez

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Terneros “muertos y hacinados”, “sin posibilidad de tumbarse”, conviviendo todos en el interior de un barco sucio y oxidado de 60 años de antigüedad, muy próximos entre sí, rodeados de una acumulación fétida y tóxica de “heces y orina”. Terneros que han viajado para su venta a bordo de una embarcación durante más de dos meses, apretujados en su estrechura, con extremidades fracturadas, sedientos, moribundos, moviéndose con dificultad “entre los cadáveres” de los no habían soportado las condiciones del viaje y no pudieron evitar la muerte. Estas demoledoras palabras corresponden al informe veterinario que ha elaborado el Ministerio de Agricultura sobre el estado de los casi 1.800 terneros que viajaron hacia Turquía a bordo del buque ‘Eibeik’, recientemente atracado en el puerto de Cartagena.

El pasado mes de diciembre, desde Tarragona, el ‘Elbeik’ partió rumbo Turquía para ejercer la venta multitudinaria del ganado que llevaba en su interior, casi al mismo tiempo y con idéntico cometido que otro buque más pequeño y de menor capacidad, el ‘Karim Allah’, que también zarpó hacia dependencias turcas, pero en este caso desde Cartagena.

Pese a que el viaje de ambas embarcaciones tuvo diferentes puntos de partida, el destino y el final del periplo de las dos ha terminado por ser idéntico: rechazada la venta de las reses por Turquía y Siria ante la sombra de la sospecha de la enfermedad de la lengua azul, que es un virus no contagioso que afecta a los rumiantes domésticos y salvajes, el ‘Karim Allah’ y el ‘Elbeik’ navegaron durante más de mes y medio de vuelta a España para atracar finalmente en Cartagena, donde Sanidad Animal ordenó el sacrificio de las 900 reses del ‘Karim Allah’ el pasado 6 de marzo, y el de las casi dos mil del ‘Elbeik’ el 26 del mismo mes “por no ser aptos para volver a ser transportados”. Pero con una ligera diferencia: el informe del Ministerio de Agricultura del estado de los animales del ‘Elbeik’ es demoledor.

Los inspectores veterinarios encargados de elaborar el informe añaden que “en al menos tres corrales se aprecian animales muertos y semienterrados en el estiércol de sus congéneres”. Los terneros, concluyen los inspectores, “muestran signos de haber sufrido un viaje prolongado en malas condiciones, apreciándose una evidente pérdida de peso que en casos extremos llega a la caquexia (desnutrición extrema), problemas oculares, dermatológicos y motores”. Muchos de los bebederos automáticos no funcionan y los sistemas de conducción presentan fugas y roturas. Por ello, los expertos han detectado, además, que los animales estaban sedientos, lo cual también ha ocasionado “forcejeos y peleas”.

La dureza textual del resultado del informe ha desatado la controversia no solo con los sectores animalistas españoles, sino con parlamentarios europeos. La eurodiputada Anja Hazekamp, vicepresidenta de la Comisión de Investigación sobre Protección de los Animales durante el Transporte, ya alarmada después del incidente del ‘Karim Allah’, decidió acudir a Cartagena para presenciar el correcto sacrificio de las reses en calidad de representante de la Comisión. Pero no ha podido ser así, cuenta con tono de indignación a este medio, mientras contempla desde lo alto de un mirador cercano toda la bahía de Escombreras, con el ‘Elbeik’ al fondo. “Hay mucha falta de transparencia, es una vergüenza lo que ha sucedido en mi visita a España. El capitán del barco me ofreció la posibilidad de subir a bordo, pero el Ministerio me ha impedido acceder al puerto para comprobar cómo se ha procedido al sacrificio”, afirma, ella, que lleva años investigando y denunciado la prohibición del transporte de animales vivos por Europa.

Anja Hazekamp reivindica la prohibición del transporte de piezas de ganado vivas porque asegura que “no se puede garantizar su bienestar” una vez salen del puerto de origen. El informe de Sanidad Animal, pese a su dureza, le parece esclarecedor. “En general las condiciones de transporte de estos animales provocan todo lo que el informe ha recogido. Es imposible mantener su bienestar en un barco durante tres meses. Lo sorprendente es que todavía haya animales vivos ahí dentro, porque es una plataforma que se mueve en el agua, durante la navegación, y una persona se puede agarrar, pero ellos tienen que mantener el equilibrio, y si caen al suelo es normal que se rompan piernas y que se hieran. Es increíble que no hayan muerto más animales”, asevera. De los casi 1.800 terneros que partieron desde Tarragona, los expertos certificaron la defunción de 179.

Resulta paradójico para Anja Hazekamp que el informe veterinario del ‘Elbeik’ haya evidenciado, de forma explícita, casi gráfica, la suma dificultad de asegurar el bienestar de los animales durante viajes tan largos, sus pésimas condiciones de habitabilidad dentro del buque, y que, sin embargo, se sigan enviando barcos con el mismo cometido: ahora, mientras ella cuenta la disparidad de actuaciones, la evidencia cruel del estudio y la continuación de las prácticas abusivas para los animales, observa el puerto, y mira a lo lejos varios buques similares cargados de reses que todavía no han partido, pero que “están esperando la autorización” que les dé luz verde para zarpar.

Desde la ONG Igualdad Animal, Silvia Barquero, que ha acompaña a la eurodiputada en su visita a Cartagena, cree “muy importante la visita de Anja a España para documentar lo que está sucediendo, porque ella va a elaborar un informe para la Comisión de Investigación del Parlamento Europeo”. Barquero arroja otro apartado clave del informe: “el ‘Elbeik’ tiene más de 60 años y no está preparado ni puede ofrecer las condiciones para un viaje seguro. En este barco no ha habido nadie que asegure el bienestar de los animales”, asegura, lo cual deja en evidencia una serie de irregularidades que según Barquero “se podrían haber documentado en diciembre, antes de que partiera de Tarragona”.

El bloqueo del Canal de Suez también se ceba con el transporte de animales

Se prevén varias semanas de arduo trabajo para desatascar la inmensa embarcación encallada en el Canal de Suez, que ha puesto en jaque el comercio de exportación e importación de medio planeta. Anja Hazekamp lo ha asegurado en declaraciones a este medio: a parte de los perjuicios que el bloqueo pueda tener para diversos comercios, sus consecuencias serán nefastas para la salud de los animales. Actualmente, según información de la eurodiputada, hay cuatro barcos de transporte animal dentro del canal: tres de ellos, partieron hace poco más de una semana desde Cartagena.

“Las autoridades tienen que impedir que siga habiendo más tráfico de animales mientras no se solucione la situación del canal”, reafirma Hazekamp. Las tres embarcaciones con origen Cartagena son el ‘Omega Star’ que partió el 16 de marzo; el ‘Gamma Star’ que lo hizo el 18 de marzo; y el ‘Nada’ que zarpó de aguas murcianas el 22 de marzo. “Reclamamos al Gobierno Español que no expida más certificados para este tipo de viajes, y más aún cuando hay un buque que está taponando. Hay una falta de transparencia absoluta”, sentencia Silvia Barquero, junto a Anja Hazekamp desde lo alto del mirador que abre en sus perspectivas el puerto, observando ambas cómo evacúan las reses del ‘Elbeik’ para sacrificarlas, cómo se pone un trágico fin al largo periplo en aguas de nadie que en este momento, otras embarcaciones atrapadas en el tapón del Canal de Suez, repletas de animales, pueden volver a repetir.

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