Que el Gobierno Abierto está situado en el epicentro de la agenda política internacional es un hecho, como también lo es el largo camino que queda por recorrer para una implantación exitosa en los distintos poderes del Estado y niveles de Administración en España, e igualmente en sus diferentes facetas: transparencia, participación, colaboración y datos abiertos. En este artículo recojo algunos de los principales hitos en el camino hacia un Gobierno Abierto que responda a las expectativas creadas en torno a él. Coincidiremos en que son todos los están, pero a buen seguro no están todos los que son.
1.Que el derecho de acceso a la información se convierta en un derecho fundamental, es decir, tramitar la Ley de Transparencia como Ley Orgánica, con la correspondiente interpretación doctrinal aparejada.
2.Avanzar en una transparencia efectiva y de calidad, lo que significa, entre otras cosas, que la ciudadanía pueda acceder, comprender y usar la información disponible.
3.Las Cuentas claras, o dicho de otro modo, información financiera de las Administraciones accesible y reutilizable.
4.Incorporar la inteligencia colectiva al ciclo de las políticas públicas, o lo que es lo mismo, una participación ciudadana que vaya más allá de meras consultas, haciendo realidad la co-creación allí donde sea posible.
5.Dotar de recursos a los Ayuntamientos más pequeños para implantar el Gobierno Abierto: portales de transparencia, proyectos de datos abiertos...
6.Open Data de calidad: estándares y marcos comunes. Entre los principales desafíos para la apertura de datos se encuentra avanzar en la estandarización e interoperabilidad, con marcos comunes para decidir qué se publica, cómo se publica, y cómo se mide al final la calidad de un proyecto de este tipo.
7.Proteger al denunciante de la corrupción es otra asignatura pendiente, de hecho nuestro país se encuentra dentro del grupo de países de la UE con legislación menos desarrollada al respecto, no solo dentro del sector público, también en el privado
8.Unas Administraciones públicas más “sociales”, que no solo “estén” en las redes sociales digitales, sino también sean capaces de comprometerse y conectar con la ciudadanía a través de una actitud abierta.
9.La filosofía de apertura no solo puede concernir a los Estados. Así, es preciso avanzar en transparencia corporativa y en la responsabilidad social de las empresas.
10.Y muy relacionado con el Gobierno Abierto, no puede faltar la transformación digital definitiva de las Administraciones públicas, un reto asociado a recientes reformas normativas y que debe colocar a la ciudadanía en el centro de la Administración electrónica.
*Encarna Hernández es responsable de comunicación en NovaGob - La Red Social de la Administración Pública
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