¿No querías caldo? Pues taza y media. No estábamos exentos de sorpresas y sustos sobre el estado del Mar Menor cuando aparece un nuevo problema en nuestra laguna sallada. Un reciente informe presentado por el IEO-CSIC (Instituto Español de Oceanografía), que monitorea el Mar Menor, advierte de la aparición de una masa de agua blanca anómala en la laguna. Se trata de una gran extensión con una coloración blanquecina que ocupa un área entre Los Alcázares, Los Urrutias y la isla Perdiguera, estimada en 15 kilómetros cuadrados
El IEO señala que es habitual la presencia de proliferaciones de fitoplancton, pero no con la coloración, turbidez y extensión actuales. Sigue investigando su causa y su posible evolución, aunque pudiera tener un origen difuso. Un dato a tener en cuenta es que concentra niveles de clorofila en su interior que multiplican hasta por cuatro los de otras partes del Mar Menor. Es un tema preocupante sobre todo porque, a partir de estos meses, las temperaturas subirán y el contenido de oxígeno disuelto cada vez será más bajo. Es urgente que las instituciones municipales, regionales y estatales se activen de una manera decidida y coordinada para resolver esta nueva situación anómala
En este contexto, sobre las propuestas para la mejora y regeneración de nuestra laguna, se presentaba también el Decálogo por el Mar Menor elaborado por nueve organizaciones: Alianza Mar Menor, Colectivo Banderas Negras, Ecologistas en Acción de la Región Murciana, El Mar Menor de los niños, Federación de Asociaciones de Vecinos del Campo de Cartagena y Comarca, Greenpeace, Plataforma Ciudadana Pacto por el Mar Menor, SEO BirdLife y Yayo Flautas Murcia. Las asociaciones que han elaborado el texto recuerdan que es un documento de mínimos imprescindibles, para presentarlo a los partidos políticos, con diez bloques de actuaciones necesarias para reducir los impactos de la actividad humana sobre el Mar Menor, y permitir su recuperación. PP, Vox y Somos Región no se han comprometido con este decálogo. Las organizaciones firmantes siguen trabajando para lograr una gestión eficaz y sostenible del Mar Menor y su cuenca, sea cual sea el resultado de las próximas elecciones. Exigirán el cumplimiento del Decálogo por el Mar Menor al nuevo equipo de gobierno, para que se reduzca la presión sobre la laguna y su ecosistema comience a recuperarse.
Un elemento central de este decálogo es necesidad de cumplir la legislación vigente, algo que a día de hoy, desgraciadamente, sigue sin producirse. La mayoría de las leyes que afectan a su protección ambiental no se está cumpliendo. Son necesarias medidas sobre la regulación de los impactos y presiones sobre la laguna, lo primero que hay que evitar para que la laguna tenga la posibilidad de recuperarse de las agresiones que llevan años produciéndose. Además, es urgente e imprescindible reducir la presión de los sectores agrícola, ganadero y urbanístico sobre el Mar Menor.
Otras medidas plantean que es fundamental la reducción del número de explotaciones intensivas de regadío y ganaderas, disminuir la utilización de fertilizantes y fitosanitarios, eliminar la contaminación por metales pesados en la Sierra Minera, mantener la moratoria urbanística y la restauración ambiental en toda la cuenca. Hay que acudir a una gestión integral del Mar Menor y su cuenca vertiente basada en criterios científicos, con acciones de coordinación institucional por parte de todas las administraciones, participación pública y transparencia para que se lleve a cabo de una forma eficaz. En la práctica, esto implica que para estas organizaciones, el Partido Popular que lleva gobernando esta región varias décadas, debe realizar un giro de 180 grados en su gestión del Mar Menor y su cuenca hidrográfica.
Se necesita promover la participación activa de la sociedad civil y sus organizaciones para sacar al Mar Menor del marasmo en el que se encuentra sumido por la despreocupación y la desidia de las instituciones que debían cuidarlo. Nos encontramos ante una situación conflictiva. ¿Veremos una degradación irreversible con su epilogo de desastre ambiental, social y económico? o, por el contrario, asistiremos a medidas eficaces y coordinadas para la regeneración de la laguna de una manera real, un elemento fundamental del patrimonio natural de la ciudadanía murciana. Nos encontramos ante esta encrucijada que el tiempo va a delimitar y definir.
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