Todo apunta a que la formación de gobierno se consumará el próximo día 7 de enero, y la oposición ya tiene claro que su papel no será precisamente una balsa de aceite de propuestas alternativas. Al contrario, desde el minuto uno su única misión será no sólo torpedear cualquier iniciativa sino que la confrontación beligerante será su seña de identidad.
Por un lado, la CEOE y los poderes económicos, con sus medios de comunicación afines, ya han anunciado que en nada comparten el pacto de gobierno firmado por PSOE y Unidas Podemos. A nadie ha extrañado. Eso sí, no han sido capaces de convencer, o no han querido, a Pablo Casado de que su estrategia de negarse desde el mes de abril a facilitar la investidura del partido ganador es una apuesta egoísta, ególatra e irresponsable.
A imagen y semejanza de Albert Rivera, al que nadie echa en falta por cierto, y demostrando una preocupante falta de talla política. Aunque tampoco te puedes esperar mucho de la 'tropa' que diría Rajoy; de esta camada de jóvenes que dirigen ahora el PP y que no han conocido otro sustento de vida que la política y una ambición tan desmedida como peligrosa.
Que el joven Casado fuese capaz de sacar media carrera de Derecho en cuatro meses es un insulto en toda regla para quienes han sacrificado parte de su vida estudiando la carrera de abogado. Y es él quien quiere dirigir este país a base de, como decía su predecesor, “cuanto mejor para mi, peor para el suyo beneficio político, el mío”.
Por otro lado, Economistas Frente a la Crisis ha emitido un comunicado sobre dicho acuerdo, así como muchas otras organizaciones sociales y sindicales, poniendo en valor lo que puede suponer llevar a cabo las medidas anunciadas. Pero del éxito o del fracaso del próximo gobierno será determinante la evolución de la economía internacional.
Nada habrá que hacer -pues es difícil avanzar mientras nadas a contracorriente- si hay recesión económica en el mundo con motivo de las tensiones internacionales políticas y comerciales, el Brexit, EEUU, China, Corea del Norte, Irak, Irán, Hong Kong, etc; sumado a las decisiones de los miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) sobre el precio del crudo y que nos afectan directamente.
En cambio, si las nubes grises de la desaceleración económica van disipándose y el viento sopla de cola, o por lo menos no en contra, el Gobierno de Pedro Sánchez tendrá la gran oportunidad de ofrecer a la Unión Europea la posibilidad de llevar a cabo políticas progresistas, basadas en la apuesta por cambiar nuestro modelo energético. Un punto clave para afrontar el futuro. A pesar de que la presidenta de Madrid, la surrealista Ayuso, se empeñe en seguir subiendo su nivel intelectual declaración a declaración.
Los Reyes Magos nos dejarán, muy probablemente, al conjunto de los españoles y españolas, un gobierno que es ni más ni menos lo que la mayoría de ciudadanos le pidieron el pasado día 10 de noviembre; no escrito en una carta sino en forma de papeletas. Año nuevo vida nueva.
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