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Los médicos de la Región de Murcia, agotados: “Fuimos a trabajar voluntariamente en nuestro día de descanso porque había que sacar la situación adelante”

UCI durante la pandemia de coronavirus.

Elisa Reche / Santiago Cabrera Catanesi

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Los trabajadores sanitarios de la Región que tratan pacientes afectados por la COVID están “agotados”. Los médicos del Morales Meseguer de Murcia que tratan a pacientes con coronavirus hacen turnos de mañana y tarde, incluidos fines de semana. “La gente no puede más”, señala un facultativo del centro. Al ver en un grupo de WhatsApp la saturación de sus compañeros en este centro, varios médicos decidieron ir a echar una mano en su día libre el pasado domingo 1 de noviembre. En pleno puente hubo un “estallido de pacientes”. “Fuimos a trabajar voluntariamente en nuestro día de descanso porque había que sacar la situación adelante”, cuenta uno de ellos.

“Hoy en el Morales Meseguer hay más pacientes COVID ingresados que en el peor de los días de la primera ola”, señala otro médico de este hospital. Si en los días de mayor tensión de marzo y abril este centro hospitalario de Murcia llegó a acoger 37 enfermos de coronavirus en planta y 17 en UCI, ahora las cifras son de 72 y 20, respectivamente.

“Desde que salen 900 ó 1.000 pruebas PCR positivas todos los días, sabemos más o menos que el 10% de ellos ingresa en alguno de los hospitales de la Región una semana después, es decir 90 ó 100 pacientes. El puente fue especialmente duro. Y no es fácil darle el alta a quienes están ya ingresados. Algunos pacientes se van a su casa en una semana, pero otros se enquistan y van acumulándose. Y ese es el colapso”, subraya este médico. “En la primera ola fueron dos o tres semanas muy duras, pero ahora estamos entrando en el tercer mes así. No sé dónde vamos a llegar”, añade.

“Llevamos meses en una situación de tensión”, señala Pascual Piñera Salmerón, jefe de Urgenciología en el hospital Reina Sofía y vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias –SEMES-. Desde el año 2008 es jefe de Urgenciología en Reina Sofía, y desde 1997 lo mismo en Cieza. “Los contratos que se hicieron en verano se alargaron, por lo que aumentó el número de médicos disponibles, pero Piñera lo califica de una subida ”ligera“. ”Nos está generando una situación que supone un esfuerzo muy importante“.

Solo cirugía de urgencia en los hospitales Reina Sofía y Morales Meseguer

El pasado viernes tanto el hospital Reina Sofía como el Morales Meseguer en Murcia tuvieron que suspender la actividad quirúrgica, a excepción de la prioridad 1 y urgencias, porque no hay espacio en las UCI para reanimar a estos pacientes. De hecho, ambos centros han ampliado las zonas dedicadas a los cuidados intensivos. “En el Reina Sofía el límite está en 90 camas de COVID. Por encima de esa cifra tenemos que derivar. Hemos tenido que derivar COVID a Cartagena y no COVID a concertados anteriormente”, apunta Piñera.

En el Morales Meseguer ya son cinco plantas de doce las que están ocupadas por pacientes COVID, sin contar la UCI. Si hasta hace dos semanas los médicos que trataban a estos enfermos eran exclusivamente especialistas neumólogos, internistas e infecciosos, ante la falta de personal se han visto desde entonces obligados a incorporar facultativos de otras especialidades como reumatólogos, cardiólogos o neurólogos. “El otro problema que se crea entonces es que las listas de espera de las consultas se tienen que resentir ante esta prioridad”, apunta otro médico de este hospital.

“Como si en una guerra te llegan heridos”

“No podemos ocuparnos de nuestros pacientes crónicos, que son muchísimos en especialidades como medicina interna o reúma. Hay que desatenderlos porque no queda más remedio, es como si en una guerra te llegan heridos”, señala un especialista del Morales Meseguer. “Tenemos una mezcla de impotencia, cansancio, desasosiego y miedo por si nos contagiamos y le transmitimos la enfermedad a nuestros familiares. Todo eso se mezcla y es un cóctel explosivo”, describe el médico, al tiempo que señala que los sanitarios están alcanzando los límites tanto de su fortaleza física como mental.

 El viernes pasado, el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, anunció que su Gobierno disponía de una capacidad de ampliar hasta 500 las camas y triplicar las de las UCI. “Tienen que ir acompañadas de cierto número de personas. En este momento la dotación de personal es complicada”, explica Piñera.

“Necesitaremos unas semanas para ver la eficiencia de haber cerrado la hostelería” señala el urgenciólogo. “La incidencia acumulada que llevamos en las últimas semanas y días marcan que esto va a ir a peor. Probablemente el Ministerio tenga que decidir antes de dos o tres semanas si nos vamos a confinar. En la primera ola lo único efectivo fue el confinamiento”, añade.

“La pandemia ha sacado nuestras vergüenzas a la calle”

Durante este año se han contratado alrededor de 300 facultativos, cerca de 900 enfermeros y unos 700 auxiliares de enfermería, según fuentes de la consejería de Salud. “Los contratos que han ofrecido aquí muchas veces son muy cutres. A lo mejor ofrecen una sustitución de siete días para sustituir a un compañero que está de cuarentena. Muchas enfermeras se han ido a trabajar fuera de la Región porque les han hecho mejores ofertas”, apunta un sanitario del Morales Meseguer.

“Hasta que tengamos la vacuna, que será la solución definitiva, tenemos que intentar que el virus circule lo menos posible. El virus no está en la calle, el virus lo llevamos nosotros. La vacuna llegará probablemente entre abril y mayo”, concluye Piñera. “Llevamos muchos años reclamando la necesidad de más personal. El sistema sanitario español se sostiene y está en el top 5 del mundo, pero el problema es que se sustenta de escaso personal y sueldos bajos. La pandemia lo único que ha hecho ha sido sacar nuestras vergüenzas a la calle”, resume.

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