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Voces marroquíes toman la palabra en Torre Pacheco frente al discurso ultra: “Todos merecemos vivir en paz”

Osama Alalo, un joven marroquí que reside en Torre Pacheco, lee este viernes un manifiesto en la plaza del Ayuntamiento en denuncia de los disturbios racistas ocurridos en la localidad.

Álvaro García Sánchez

Torre Pacheco —
18 de julio de 2025 12:28 h

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La normalidad y la vida tranquila y sosegada ya predominan de nuevo en Torre Pacheco. Ha sido una semana muy larga, de miedo, de tensión, de grupos extensos de ultras y nazis venidos de fuera para ejecutar una violenta persecución contra los vecinos marroquíes. Este viernes, la misma plaza del Ayuntamiento de la localidad que fue utilizada por la extrema derecha para progagar minuciosamente el odio, se ha convertido en el escenario de todo lo contrario. En estas mismas baldosas, el viernes pasado, y sobre todo el sábado, se congregaban hombres jóvenes con esvásticas tatuadas y caras consumidas por la ira. Hoy, a paso tranquilo, recién salidos de casa, con una carpeta de pocos folios bajo el brazo, el matrimonio de Osama Alalo, residente en el municipio, y su pareja, Kenza Midoun, han acudido a la plaza al filo de las diez de la mañana para leer un manifiesto y una carta en nombre del colectivo migrante de Torre Pacheco.

Cuando la pareja ha llegado, Mari, una señora que pasaba por ahí de camino al supermercado para comprar un tarro de variante para hacer una fuente de ensaladilla rusa, ha dicho, ya visiblemente calmada, después de todo: “No nos merecemos los pachequeros toda esta barbaridad que ha pasado. Son 53 años los que llevo viviendo aquí. Somos, y hemos sido siempre, de darle la mano a todo el mundo. Es un alivio que este sinsentido se haya terminado”.

El manifiesto leído por Alalo y Midoun está firmado por un total de 51 organizaciones de la Región de Murcia, entre partidos políticos, sindicatos y colectivos sociales y antirracistas. También por un gran número de asociaciones del ámbito nacional. “Hoy, la Región de Murcia tiene el corazón encogido por los últimos acontecimientos que son noticia en todos los medios del país. Lo que se ha dado en llamar 'cacerías' en Torre Pacheco son consecuencia de la criminalización gratuita al colectivo magrebí por parte de partidos como Vox, que han sido legitimados en las instituciones. A ello hay que sumar la ausencia absoluta de política social de la Región de Murcia y el Ayuntamiento de Torre Pacheco dirigida a acoger y normalizar la realidad social”, ha comenzado Osama Alalo.

A partir de esa premisa ha construido el resto del manifiesto. “Los mensajes de odio, la intolerancia, el racismo, van calando en la población, sembrando una tensión social desnaturalizada, alejada del deseo de vivir en paz”. Alalo ha destacado que quienes “están sembrando el terror en las calles de Torre Pacheco” son “una minoría violenta que no representa a nuestra región”. “Una herramienta política”, ha añadido, “al servicio de partidos ultraderechistas que están poniendo en peligro nuestra democracia”.

El joven marroquí ha puesto énfasis, asimismo, en toda la “información falsa” que se ha propagado por los grupos ultras de redes sociales, “tan falsa”, ha incidido, “como aquella que vincula migración y delincuencia”. “Nada justifica el racismo, ni que tengamos que ver hombres armados por las calles del pueblo asaltando negocios, insultando y amedrentando a toda la población. Es inadmisible”.

Alalo ha arremetido duramente contra Vox, pues, ha considerado, estos disturbios racistas de Torre Pacheco son solo “la punta del iceberg”. “Se ha construido un magma alimentado por la ausencia de políticas públicas, la precariedad laboral y un discurso permanente de rechazo al otro”. “Señor Antelo”, ha proseguido, dirigiéndose directamente al líder de la formación ultraderechista en la Región, “los únicos que siembran el terror son aquellos que usted representa y alienta”.

“Este manifiesto es una respuesta pacífica de las comunidades racializadas y la sociedad antirracista. Reclamamos una mayor eficacia policial durante los altercados. Lo que estamos viviendo no es vandalismo, es una organización terrorista y es preciso hacerle frente como tal”, ha evidenciado justo antes de terminar la lectura del texto. Osama Alalo ha solicitado al PP que “rompa el pacto con Vox para aprobar los presupuestos”, por ser este último un partido “que incita a la violencia y es responsable directo de la pesadilla que estamos viviendo estos días”. “Fuera racistas de nuestras calles y de nuestras instituciones”, ha finalizado Alalo.

Carta de denuncia escrita por una mujer marroquí

Acto seguido, Kenza Midoun ha relatado el testimonio, en forma de carta, “de una mujer” marroquí “que no siente la seguridad de hacerlo por sí misma”. Midoun ha centrado el discurso, exclusivamente, en la población migrante de Torre Pacheco, especialmente la femenina. Ha hablado de las personas que han podido “formarse, estudiar y lograr trabajos cualificados”, y también de aquellos que “tienen que dejar los estudios a la mitad y encontrar huecos precarios en diferentes profesiones, como la agricultura”. Asimismo, ha señalado Midoun, “hay quien emprende, quien crea familias, quien tiene hijos”. “Esta es la historia de centenares de familias de Torre Pacheco, que se extiende al resto de la Región de Murcia. Hay una coexistencia por necesidad. Unos llegan buscando trabajos que no les exijan dominar el idioma, que no requieran una formación cualificada. Se conforman y se ven obligados a sacar una familia adelante como buenamente pueden”.

Midoun ha hablado de casos concretos de “profesoras” que llegan de Marruecos y que aquí, en España, “tienen que aceptar trabajos de jornaleras, limpiadoras o cuidadoras de personas con necesidades, porque tramitar sus diplomas es una odisea”.

La joven Kenza Midoun durante el relato de la carta escrita por una mujer marroquí.

Es en este contexto, ha continuado Kenza Midoun, es donde se van creando los grupos de “ellos y nosotros”. “Y comienzan las etiquetas, el no sentirte parte de nada”, como “los niños” que, en ocasiones, “son señalados en los colegios y estigmatizados en la calle”. “Recuerdo que estamos en 2025”, ha incidido Midoun, en relación a lo ocurrido en el pueblo en la última semana, “porque a veces se me olvida con todo lo que veo y lo que nos ha tocado escuchar”.

“Otros no han tenido la suerte de nacer en el barrio adecuado ni en una familia estructurada y unida. Son almas perdidas que todo lo que han recibido es odio y estigma, y todo lo que tienen para dar es eso”, ha dicho Midoun. “Nos exigieron condenar un acto realizado por un magrebí sin esperar siquiera a que la justicia hiciera su trabajo y detuviera al delincuente. Nadie condenó la caza a los moros. Todos merecemos y necesitamos vivir en paz y tranquilidad, y merecemos vivir donde nos quieren, sin sentirnos criminales bajo la mirada de quienes nos tachan”.

Por último, Kenza Midoun ha afirmado que no se puede tolerar “a quien quiere sembrar el odio, el miedo y la inseguridad”, y ha apelado a la comunidad migrante, y al resto del municipio, “a descansar de este episodio terrorífico que hemos vivido, que muchos jamás esperábamos que sucediera”. “Se necesita que los vecinos, los que conocen la realidad, hablen y tiendan puentes. Confiamos en el poder del bien, del cuidado y del respeto”, ha concluido Midoun, entre los aplausos de los asistentes a la plaza.

Desde este punto, el más céntrico de Torre Pacheco, la localidad se despliega y las calles ya están inmersas en la absoluta naturalidad. Hace justo una semana, el viernes pasado, comenzaron las primeras persecuciones y agresiones contra marroquíes por la calle por parte de grupos de radicales violentos de extrema derecha. Esta tarde la gente ya comenzará a desquitarse del todo de la fea costumbre, impulsada por el miedo y los exaltados, de encerrarse en casa a las ocho para no ver a ultras y nazis llegados de fuera. Aún permanece, eso sí, y parece que lo hará de forma inconsciente durante mucho tiempo, una cierta vigilancia. Los vecinos continúan reivindicando soluciones a múltiples problemas, como el crecimiento poblacional, el acompañamiento de migrantes, la reducción del fracaso escolar o su introducción al mercado laboral. La sensación unánime en Torre Pacheco es que los disturbios racistas no deben ser olvidados para que nunca vuelvan a repetirse.

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