La jueza del caso de la agresión en Alsasua: “Buscan hostigar a la Guardia Civil”
La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela destaca en el auto con el que ha llevado a prisión a 6 de los 8 detenidos por la agresión a dos guardias civiles en Alsasua, que los acusados forman parte de un “grupúsculo” cuyo objetivo es “protestar, presionar y hostigar a la Guardia Civil y sus familias, buscando provocarles una sensación de continuo miedo e inseguridad, e impidiéndoles realizar una vida en condiciones de normalidad”.
Además de considerar probada la participación de los 6 detenidos en los hechos que se juzgan, la agresión el pasado día 25 a dos guardias civiles fuera de servicio y sus parejas en un bar de la localidad de Alsasua, la jueza entiende justificada la prisión comunicada y sin fianza para los seis acusados “dado el apoyo evidente de sus familiares y del colectivo al que pertenecen para facilitar su huida y permanecer lejos de la actuación de los tribunales españoles”. Por último, la juez basa su decisión de enviar a los detenidos a la cárcel porque “existe riesgo de reiteración delictiva, ya que los investigados, integrados o allegados al colectivo local ‘Ospa Mugimendua’ de Alsasua, vienen realizando una serie de actos de carácter violento e intimidatorio dentro de la campaña ‘Alde Hemendik’ contra los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y especialmente contra la Guardia Civil, como es el caso de los hechos investigados”.
Colectivo 'Ospa'
Más que a los hechos en sí, de los que hace un detallado repaso reproduciendo lo que los guardias civiles agredidos y sus parejas relataron en declaraciones a la propia Guardia Civil, la magistrada Lamela centra su auto en contextualizar la agresión dentro de las actividades que protagonizan los miembros del colectivo ‘Ospa’, en el que la juez da por hecho que se encuentran integrados los detenidos. Así, entiende la titular del juzgado que “tal colectivo tiene entre otros, un doble objetivo, de una parte influir ostensiblemente y de manera negativa en la calidad de vida de los miembros de la Guardia Civil así como en la de sus vinculaciones y familiares, sintiéndose en todo momento objetivo de grupúsculos violentos con el gran condicionante que ello supone para su vida diaria, llegando a tener miedo o dificultades para realizar actividades tan cotidianas como realizar compras en comercios, poder disfrutar del tiempo libre en compañía de la pareja sentimental o apuntar a sus hijos a actividades”.
El otro objetivo, apunta la jueza, consiste en “crear un clima de miedo entre los ciudadanos, instándoles de manera indirecta a no entablar ningún vínculo afectivo o simplemente de amistad o cortesía con miembros de la Guardia Civil, en un intento de aislarles socialmente”. Es más, prosigue la juez en su auto, “el incumplimiento de estos preceptos por parte de algún ciudadano, le convierte automáticamente en afín al Cuerpo y por tanto en cualquier momento tanto su persona como sus bienes o incluso sus vinculaciones directas pueden pasar a convertirse en objetivo de dichos grupúsculos violentos”.
La letrada, estupefacta por la decisión
La abogada de los detenidos, Amaia Izko, ha censurado la decisión de la jueza y ha mostrado su estupefacción por la prisión incondicional dictada por Lamela. Sortu ha expresado su solidaridad con los detenidosy con la localidad navarra de Alsasua que, en su opinión, “está viviendo una situación de máxima gravedad, situada como está en la diana política de los medios, la judicatura y aquellas formaciones que buscan carnaza y generan escenarios artificiales de máxima tensión”.
“Todos ellos han fabricado un delito de terrorismo con el objetivo, en este caso, de criminalizar el movimiento por la desmilitarización, una reivindicación totalmente legítima y apoyada por la mayoría social”, ha defendido Sortu en un comunicado.
