Calixto Ayesa, el exconsejero navarro de Salud que reconoció haber cobrado de la caja B del PP
El nombre de Calixto Ayesa (Pamplona, 1936-2020) ha vuelto a copar titulares en los últimos días después de que Jaime Ignacio Del Burgo lo mencionara en el juicio sobre la utilización que el Partido Popular hizo del dinero de su caja B, en el que ha declarado como testigo. Preguntado por la aparición de su nombre en los papeles de Bárcenas, Del Burgo reconoció que recibió las cantidades que aparecen en los papeles, pero señaló que él solo las recogía para luego dárselas a Ayesa. El propio exconsejero navarro reconoció en 2013 que recibió esa “compensación transitoria” de 3,9 millones de pesetas (algo menos de 24.000 euros) por haber tenido que cerrar su clínica médica privada para ejercer de consejero en tres gobiernos de UPN. En un comunicado, Ayesa aseguró ser él “el perceptor y no Jaime Ignacio del Burgo” porque el histórico dirigente residía en Madrid.
Médico dermatólogo de profesión, Calixto Ayesa, no fue el único de su familia que se aventuró en política. Uno de sus hermanos, Javier, comenzó su andadura en el PNV; años más tarde pasó a formar parte de Eusko Alkartasuna, partido fundado por el lehendakari Carlos Garaikoetxea tras su escisión de la formación 'jeltzale' y que ahora está integrado en la coalición EH Bildu, con el que llegó a ser concejal en el Ayuntamiento de Pamplona. Otro de sus hermanos, José Manuel, fue presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN) durante 20 años.
Calixto Ayesa, tras licenciarse en Medicina y especializarse en dermatología, montó su propia clínica privada. También fue presidente del Igualatorio Médico Quirúrgico entre 1978 y 1982 y posteriormente director de la Clínica San Miguel. Se estrenó en la política de la mano de UCD en 1980, aunque no fue hasta 1983 cuando entró por primera vez en el Parlamento foral dentro de las listas del Partido Demócrata Popular, ya de la mano de Jaime Ignacio Del Burgo, de quien no se separaría en toda su trayectoria política.
Junto con Del Burgo, en 1991 impulsó la integración del PP dentro de UPN tras un acuerdo firmado en marzo con Juan Cruz Alli y Miguel Sanz, que a la postre serían presidentes de Navarra. En el mismo 1991, y tras dos gobiernos socialistas, el partido regionalista se hace con la presidencia del Ejecutivo foral. En el nuevo Gobierno, Alli nombra a Ayesa consejero de Salud a propuesta del PP en cumplimiento de uno de los acuerdos de la integración de los populares en UPN, que incluía que tres consejerías debería estar en manos de los 'populares'.
Durante esa legislatura Ayesa cobró los 3,9 millones de pesetas de la caja B del PP, como él mismo reconoció en 2013, como “compensación” por tener que cerrar su clínica privada. “Significaba un grave quebranto para mi economía familiar, máxime cuando hasta 1990 tuve que hacer frente a un crédito electoral de la UCD por importe de 21.000.000 pesetas”, apuntó entonces.
En 1995, Ayesa regresó a su clínica después de que el PSN ganara las elecciones y Javier Otano se hiciera con la presidencia. Un mandato que apenas duraría un año, hasta 1996, cuando el propio Otano dimitió tras descubrirse que tenía una cuenta bancaria en Suiza, que se sospechaba podía guardar relación con la trama navarra del 'caso Roldán'.
Tras la elección de Miguel Sanz como nuevo presidente de Navarra ese mismo año, Ayesa es nombrado consejero de Bienestar Social. En ese cargo repitió en el tercer gobierno de UPN y el segundo de Miguel Sanz.
Tras dejar la consejería en 2003, continuó como parlamentario de UPN hasta 2007, cuando dejó la actividad política en primera línea. Sin embargo siguió ligado al PP, partido al que regresó tras la ruptura del acuerdo de 'populares' y regionalistas en 2008. Ese mismo año formó parte de la comisión constituyente que inició la refundación del Partido Popular en Navarra y pasó a integrar su ejecutiva en la presidencia de Santiago Cervera. También estuvo en la ejecutiva de los populares en Navarra con la presidencia de Enrique Martín de Marcos y formó parte de la gestora que dirigió el partido tras la dimisión de Martín de Marcos hasta que se celebró el congreso en el que se eligió a Ana Beltrán como nueva líder en la comunidad foral, ahora una de las más estrechas colaboradoras de Pablo Casado en Génova.
“Presumía de hablar sin necesidad de leer papeles”
Quienes coincidieron con él en el Parlamento foral le definen como una persona seria, “poco dado al contacto con la gente” y que no tenía mucha relación con los parlamentarios de la oposición. Patxi Zabaleta, con quien compartió muchos años en la Cámara foral, recuerda una anécdota: “Siempre presumía de hablar sin leer papeles”, de salir al atril del Parlamento o a una rueda de prensa sin necesidad de ir acompañado de notas. Cuando falleció en febrero de 2020, sus compañeros de partido destacaron de él que “planteó las bases de lo que ha sido una cartera de Servicios Sociales y un sistema de salud puntero en España”. El Gobierno de la socialista María Chivite también le reconoció “su esfuerzo y trabajo por el bienestar del conjunto de la ciudadanía”.
5