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“El objetivo de 'The Hole' es divertir, no generar polémica”

El humorista Quequé, maestro de ceremonias de 'The Hole'.

Garikoitz Montañés

Pamplona —

Héctor de Miguel no es tan conocido como su alias. Quequé, el humorista, el presentador de televisión y, ahora en Pamplona, el maestro de ceremonias de 'The Hole'; el variado y, para qué negarlo, polémico espectáculo que desde el pasado día 2 y hasta el 13 de julio puede verse en el teatro Gayarre. Sí, el de las piernas de mujer saliendo por el balcón. Esa publicidad, junto a los carteles de mujeres y hombres presumiendo de cuerpos cerca de las marquesinas de las villavesas, han generado duras cartas al director quejándose por la provocación. Quequé se muestra conciliador y lamenta que alguien pueda haberse sentido ofendido pero, insiste, el objetivo de esta función, mezcla de cabaret, humor, teatro y club, es “disfrutar de la vida”. Por eso, dice, pega tanto con San Fermín.

Pregunta. Desde el día 2 han tomado el Teatro Gayarre. ¿Cómo está siendo la experiencia?

Respuesta. Muy buena. El mismo día 2 la gente acabó entusiasmada, aplaudiendo la función de pie y diciendo cosas muy bonitas. De momento, está siendo una experiencia fantástica.

P. Siguen aquí prácticamente todos los sanfermines, pero no parece fácil sacar a la gente de las calles para meterla en un teatro.

R. Sí, desde el teatro nos comentaban que esta experiencia es casi nueva, pero que el año pasado funcionó muy bien y querían volver a intentarla. La verdad es que no nos podemos quejar. Esta semana está prácticamente llena, la gente está muy animada, y creo que la apuesta del teatro está saliendo muy bien.

P. Pero 'The Hole' no es teatro al uso.

R. Es un show, es una fiesta. Al final yo soy un loco que cree que el Gayarre es su casa y que ha invitado a sus amigos. Y creo que sales de la función con ganas de vivir. Por eso me parece que ese ambiente pega mucho con San Fermín.

P. Desde luego, el espectáculo ha llamado la atención. Empezando por esas piernas que salen de la fachada del Gayarre...

R. Sí, empezaron abiertas y ahora están de lado. Habrá sido el viento.

P. La publicidad la verdad es que es llamativa...

R. Sí, y los carteles también han impactado. Pero tengo que decir que la intención no es molestar a nadie. Me sorprende, con todo, que haya quien vea a una mujer y se asuste; imagino que quien reaccione así no va nunca a la piscina. Ha sido una situación extraña, porque esta campaña de publicidad ha asustado a puritanos y feministas. Es raro. Pero tampoco quiero alimentar todo esto y crear más polémica. El objetivo de 'The Hole' es divertir, no generar polémica.

P. Quizá tanto cuerpo expuesto a pie de calle no ha sentado bien.

R. Pero este espectáculo no es machista. Es, más bien, una actualización del cabaret. Además, no hay ese componente machista porque esa exhibición está muy equilibrada. Sí, se ven pechos, pero también penes.

P. Esa combinación del show, de tantos géneros diferentes, ha podido descolocar al público.

R. Sí descoloca, es verdad, Se trata de un espectáculo que junta muchos géneros, y algunos no son habituales por estos pagos. Pero he llegado a leer que este era un espectáculo pornográfico. Si así fuera, yo no estaría aquí. Creo que es una mezcla que puede atraer al público joven, pero no es machista. Es una historia, como se espera de una obra de teatro, que termina con un mensaje que puede llegar al 99% de la población.

P. Pamplona está más sensibilizada estos días con este tema, tras las agresiones sexistas vividas en San Fermín hace un año.

R. Puede ser que haya un exceso de celo, pero no me parece mal. A nadie nos gusta ver ese tipo de imágenes.

P. ¿Y cómo acabó usted en este espectáculo? Tras tanto monólogo y programa de televisión, ¿supuso un reto?

R. Fue una locura que me lo ofrecieran, y yo he intentado estar a la altura de esta locura. He intentado olvidarme de ese personaje que es Quequé, más pausado, serio y que habla de la actualidad, para hacer un trabajo actoral y convertirme en ese loco, enamorado de una rata, una especie de Hugh Hefner [el fundador de la revista 'Playboy'] venido a menos. Pero muy a menos. Y para ello, hice lo que hacen mis amigos actores, que es buscar referentes. Por eso digo que mi personaje es una mezcla entre Javier Gurruchaga y Pepe Rubianes.

P. Es decir, excesivo.

R. Sí, muy excesivo y barroco.

P. ¿Y eso agota?

R. Cansa sí. Sobre todo comparado con los monólogos, que te los pasas sentados en un taburete. Aquí bailo, canto...

P. Igual tiene que apuntarse al gimnasio.

R. Dios no lo quiera. Tengo amigos enganchados, que se han vuelto runners, pero yo no, no. Siempre digo que del deporte también se sale.

P. Entonces no va a disfrutar de los sanfermines, entiendo.

R. Es que esto es agotador. Si sales a las nueve, pues sí te da tiempo a comer tres pinchos de esos maravillosos que tenéis por aquí, pero los días de doble función acabo como un despojo. Hombre, algo veré, ya que estoy aquí. Pero tendré que elegir entre salir o madrugar y ver el encierro.

P. Hay quien hace las dos cosas.

R. Eso lo hace la gente joven. Yo estoy para que me quieran.

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