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Podemos Cantabria lleva su enfrentamiento al extremo: una diputada pide cambiar de escaño para no sentarse “con un acosador”

Blanco, al fondo, en solitario; y Ordóñez, en primer plano, sentada en la bancada regionalista.

Rubén Vivar / Laro García

El Parlamento de Cantabria ha vivido este lunes uno de los episodios más estrambóticos que se recuerdan como consecuencia de la grave crisis interna que asola a Podemos desde hace varios meses. El diputado José Ramón Blanco ha reaparecido en la Cámara más de dos meses después de anunciar su dimisión a raíz de que dos compañeras del partido y una trabajadora le denunciaran por acoso. Su presencia ha acaparado todo el protagonismo y ha provocado, además, que la también diputada Verónica Ordóñez -una de las denunciantes- haya solicitado amparo para poder cambiarse de escaño y sentarse en la bancada de uno de los partidos que conforman el Gobierno.

Esta insólita imagen ha causado el desconcierto en el Parlamento, cuyas iniciativas han quedado en un segundo plano, y ha venido acompañada de un cruce de declaraciones sin paliativos. “No estoy en condiciones de sentarme al lado de una persona que me ha acosado, a la que voy a llevar a los tribunales, a la que otras mujeres de este partido han denunciado y a la que otra mujer de este partido ya ha llevado a los tribunales”, ha explicado Ordóñez a los medios.

La llegada de José Ramón Blanco, que fue el primer secretario general de la formación -van cuatro en cuatro años-, se produce justamente después de que la Mesa del Parlamento aprobara este viernes enviarle un requerimiento para que justificara su ausencia, ya que si bien estuvo de baja laboral tras conocerse la denuncia por acoso, él mismo solicitó el alta voluntaria el pasado 13 de noviembre, una información que no había trascendido hasta ahora.

Su entrada se producía pasadas las cuatro de la tarde, una vez iniciada la sesión y con Ordóñez precisamente subida en la tribuna de oradores. Al terminar su intervención, la diputada recogía sus cosas personales de su asiento y pedía amparo a la Cámara para cambiarse de sitio, una medida que ha sido aceptada de manera excepcional y temporal, ya que no se contempla en el Reglamento. Se trata de una concesión “de gracia” debido a que la diputada no se encuentra “en condiciones físicas ni psicológicas” para estar a su lado. “No estoy dispuesta a sentarme al lado de un acosador”, ha incidido ante los periodistas.

Así, la diputada se ha ubicado entre las filas del Partido Regionalista de Miguel Ángel Revilla, en el otro extremo del hemiciclo donde ha permanecido José Ramón Blanco. El otro diputado con el que cuentan los podemitas, Alberto Bolado, forma parte de la Mesa de la Cámara, por lo que se sienta enfrente del resto de miembros del Parlamento.

El partido pide su acta

Pero la algarabía protagonizada por los miembros de Podemos no ha quedado ahí. El partido ha remitido esta tarde un comunicado en el que exige a Blanco que entregue su acta “de manera inmediata”. Según recuerda, el diputado anunció el pasado mes de octubre su renuncia al cargo “para no dañar la imagen de Podemos” y considera que “ha esperado un tiempo más que prudencial a que esta dimisión se hiciera efectiva”.

“Con este hecho no queremos ni prejuzgar, ni dictar sentencia sobre todas las acusaciones que contra él se han vertido, sino salvaguardar a la organización y sus iniciativas, dado que de no producirse la entrega del acta, toda acción o denuncia que llevara acabo Podemos Cantabria se vería constantemente ensombrecida por estos hechos”, argumenta la organización en una nota de prensa en la que no se atribuyen las afirmaciones a ningún cargo ni se explica en el seno de qué órgano colegiado se ha adoptado esta decisión. En este sentido, hay que recordar que la secretaria general y diputada nacional, Rosana Alonso, es afín a Blanco y fue apartada de las primarias por supuestamente encubrir a su compañero y no tomar medidas al respecto. El proceso para elegir al cabeza de lista en las próximas elecciones autonómicas se encuentra actualmente suspendido por orden judicial.

“Esperamos que los acontecimientos que están siendo investigados, tanto a nivel interno como externo, se aclaren con la mayor prontitud posible, y que la formación pueda dejar atrás estas situaciones de inestabilidad y desasosiego que tanto daño nos están haciendo”, concluye dicho comunicado.

Blanco no dimite

Tras la amenaza de sanción que pesaba sobre él, José Ramón Blanco ha hecho aparición en el pleno de este lunes para dejar claro que no entregará su acta de diputado. “Anuncié que dimitía sin meditar y en caliente, muy presionado por todo el mundo, sin capacidad de analizar absolutamente nada y sin saber de lo que se me acusaba”, ha asegurado el parlamentario en declaraciones a eldiario.es.

Según ha explicado, no formalizó oficialmente su renuncia ante la Cámara autonómica a la espera de la comisión de investigación que iba a abrir el Comité Laboral de Podemos: “Asistí a aquella reunión y desde el minuto uno vi que era un paripé, que era una caza de brujas, ya que nunca me entregaron las acusaciones que había hacia mí y tampoco me permitieron presentar testigos que desmontaban todas las falsas acusaciones. Desgraciadamente, a los pocos días, con tanta presión, caí de baja”, ha recalcado.

A su juicio, y tras el comunicado enviado por la formación morada para reclamar a Blanco que entregue su acta de diputado, “la dinámica que está tomando Podemos y Podemos Cantabria es muy peligrosa, cuando se juzga a los miembros del partido sin las mínimas garantías democráticas”.

“Los órganos políticos no pueden juzgar a nadie, ya que su criterio es únicamente político y, por lo tanto, no está legitimado para pedir el acta de un miembro del partido. Para juzgar a los inscritos del partido nos hemos dotado de órganos supuestamente independientes que a día de hoy no se han pronunciado”, ha opinado.

En esta línea, Blanco ha considerado que pedir su acta porque dijo que dimitía tras destaparse las tres denuncias por acoso laboral que pesan sobre él “no tiene ningún sentido”. “Dije eso en una situación de shock e indefensión absoluta”, ha añadido el diputado, para quien esta decisión del Consejo Ciudadano Autonómico “tiene la misma legitimidad que la de apartar a Rosana Alonso del proceso de primarias de Podemos Cantabria”.

“El Consejo Ciudadano está tomando una decisión sin ningún tipo de criterio, sin que ningún órgano legitimado, como la Comisión de Garantías del partido o los tribunales, hayan hablado. Nadie me ha preguntado en todo este tiempo, ni nada de nada. Los tribunales ya paralizaron unas primarias por falta de garantías y vulneración de todos los derechos constitucionales”, ha advertido el diputado, que fue cabeza de cartel de Podemos en las últimas elecciones.

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