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En el Ayuntamiento de Amurrio mandan ellas

Fachada del Ayuntamiento de Amurrio (Álava).

Natalia González de Uriarte

En la localidad alavesa de Amurrio mandan ellas. Desde las pasadas elecciones municipales el bastón de mando está en manos de una mujer, la peneuvista Josune Irabien- que repite en el cargo- y de los 17 concejales de la corporación, 10 son también mujeres que ostentan cinco de las seis portavocías.

Es una situación atípica ya que por cada 10 alcaldes que todos los días toman decisiones sobre la vida de los vascos, hay solo dos alcaldesas que cumplen a diario con el mismo cometido y eso que en Euskadi, tras las últimas elecciones municipales del 2015, el porcentaje de las alcaldías dirigidas por mujeres ha aumentado hasta el 25,5%, frente al 22% del 2011. Esta hegemonía femenina destaca incluso a nivel estatal. Amurrio ostenta el honor de ser la localidad con el mayor porcentaje de representación política femenina de los ayuntamientos de toda España.

¿Cómo se toman sus protagonistas esta supremacía? El sentimiento es doble, orgullo pero a la vez, cierto enfado porque esta situación sea algo tan poco habitual que empuja a elevar el caso a titulares. “Lo bueno sería que no fuera noticia, que se viera con absoluta normalidad. Lo que ha pasado hasta ahora, cuando la hegemonía era masculina, nunca se ha visto como algo extraño. Ahora da la vuelta la situación y se ve como algo raro y esto me molesta un poco. Tenemos que empezar a desmitificar estas situaciones”, confiesa Eva Blanco, concejala de EH Bildu.

La propia alcaldesa comparte esta sensación. “Es triste que llame la atención pero afortunadamente se da esta situación en nuestro Ayuntamiento”. Esta es la segunda legislatura para Josune Irabien que recuerda que el reparto entre mujeres y hombres en la corporación no ha sido siempre así. “Creo que se va normalizando pero sí es cierto que antes el hecho de que frente a un ayuntamiento hubiese una mujer causaba cierta sorpresa y he tenido que escuchar algún comentario sobre todo por parte de los hombres. Ahora ya no los oigo. Las mujeres, también los hombres, aportamos muchos valores a la política. Es bueno que estemos aquí”.

Ellos, a Urbanismo y Hacienda. Ellas, en áreas sociales

Beatriz Izaguirre, de Guk Bai, considera que el peso específico de las mujeres en la sociedad debe tener su correspondiente reflejo en las instituciones, “porque además somos capaces de gestionar como ellos”, apunta. Izaguirre saltó a la arena política después de pasar por una plataforma ciudadana y comprobar como su influencia era escasa. Ya organizadas en formación se hicieron con representación institucional y desde entonces lidian como concejales en el Ayuntamiento de Amurrio. “He de reconocer que no es fácil. Tenemos muchas dificultades para conciliar familia, trabajo y estudios en mi caso pero es necesario que seamos más en política. Las mujeres tenemos que darnos cuenta de que no tienen que decidir por nosotras. Nosotras podemos y estamos capacitadas para decidir!, sostiene. Moverse y hacerse oír en un ámbito todavía masculinizado suele desanimar a las aspirantes. ”Lo cierto es que sí por algo nos distinguimos todas las concejales de Amurrio es por tener mucho carácter. No somos nada descafeinadas. Más que dejarnos intimidar, a veces pasa al contrario. Y puede que esto pase porque nos obligan a tener un perfil determinado para ostentar los cargos políticos y lo ideal sería que esa condición dejase de ser necesaria“, relata Izaguirre.

Otra de las quejas es que a ellos se les identifica de forma natural con ciertas áreas que quedan restringidas para las mujeres. “No hablo del caso de Amurrio, pero Urbanismo o Hacienda, no solo a nivel político, que también, sino técnico, históricamente se ha vinculado con los hombres mientras a las mujeres se nos encasilla en áreas más sociales, en Cultura...Tenemos que desterrar esta idea. Tenemos todas y todos diferentes perfiles y capacidades que nos hacen aptas independientemente de sí somos hombres o mujeres”, explica Eva Blanco, de EH Bildu.

La alcaldesa Josune Irabien comparte el diagnóstico. “Se van dando pasos importantes aunque hay cierta reticencia para que las mujeres ocupen cargos de más responsabilidad. Los partidos, en su mayoría, ya han hecho un apuesta decidida por la paridad y esto, junto a otras acciones, va sumando y cambiará el panorama para lograr la equiparación total”. Para Irabien, la emancipación económica es clave para permitir el avance de las mujeres y que conquisten más espacios. “El hombre ha dado pasos más rápidos. A nosotras, que ya contamos con la misma formación, en ocasiones nos frena la maternidad y la dependencia económica. En este sentido, ellos pueden tomar decisiones más arriesgadas”.

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