Detrás del velo estás tú
Según los informes de Amnistía Internacional las mujeres extranjeras son seis veces más vulnerables que las españolas. Las trabajadoras de la Fundación Adra, especializadas en al inserción laboral de población extranjera, dan fe de ello. Han detectado problemas de autoestima entre las mujeres inmigrantes, sobre todo aquellas procedentes del países del Magreb, con las que trabajan a diario desde hace ocho años su centro del Casco Viejo de Vitoria. Por este motivo desarrollan desde primeros de mes un taller en el que participan una veintena de ellas. Se trata de dotarles de herramientas que favorezcan su empoderamiento, autocuidado personal y habilidades sociales.
Las mujeres que se encuentran son reacias a expresar sus opiniones, sentimientos, aspiraciones y luchas personales. Proceden de culturas y estratos sociales que han marginado y silenciado a su género. Aunque cada vez son más las que escapan de esa a imagen de mujer pasiva, sumisa y víctima que se tiene de las magrebíes, gracias al proceso de desarrollo y aperturismo que ha experimentado el Magreb en los últimos años, todavía son muchas las que viven en un mundo limitado a las cuatro paredes de su casa. “Ellas no ven como un derecho formarse, prepararse o relacionarse. Sólo entienden que es su obligación encontrar un trabajo y solventar las necesidades básicas de su familia. Las suyas, no existen”, explica Sandra Llamas, trabajadora del centro.
Madres solteras
La mayoría de las asistentes, originarias de Marruecos, Argelia, Nigeria, Ghana o Camerún, sufre graves problemas de autoestima y las actividad desarrolladas en el taller les hacen tomar conciencia de sí mismas, de su valor como mujeres más allá de su rol de pareja o madre. “Llegamos a esas reflexiones a través de dinámicas grupales, juegos o recurriendo a la risoterapia. Están muy a gusto durante las dos horas que dura la sesión y nos han confesado que empiezan a valorarse un poco más”, relatan desde ADRA.
Los talleres, que se celebran este año por primera vez, se imparten en grupos de 10 personas dos días a la semana a lo largo de todo este mes de febrero e incluyen un servicio de guardería. El programa está financiado por la Diputación Foral de Álava y en vista de la demanda, pretender repetirlo en nuevas convocatorias, aunque dependerá de los fondos disponibles. “Un mes se queda muy corto. Hicimos una selección y algunas se quedaron fuera, aunque pocas. A la hora de elegir nos quedamos con aquellas mujeres que apenas tenían una red de amistades y necesitaban más de este recurso para abrirse, conocerse y darse a conocer”. La actividad tiene un valor añadido para las chicas con hijos y sin pareja, ya que la condición de madre soltera en sus países de origen “está muy mal vista, son rechazadas sistemáticamente. Están chicas sufren muchos problemas de autoestima y este recurso les venía muy bien empezar a quitarse ese lastre de encima”.
