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Uno de cada diez hogares no llega a fin de mes

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

“Lo más duro cuando eres responsable de una familia es ver que no llegas a final de mes”. J. Alonso tiene 42 años, vive en Vitoria, tiene dos niños pequeños y unos ingresos que a duras penas le permiten sacar la cabeza después de pagar la hipoteca. Su mujer ha perdido el trabajo, así que los únicos ingresos que entran en casa son los procedentes de su cada vez más escuálida nómina: 1.300 euros al mes. La familia de J. Alonso es una de las que engrosa el porcentaje de hogares que no llegan a final de mes. En total, un 12,3% de las familias de Euskadi se ven abocadas a esa situación, según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2013, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística.

La Encuesta de Condiciones de Vida ofrece una fotografía sobre la situación de la pobreza en España. Euskadi y Navarra ofrecen los indicadores menos malos, pero siempre dentro de una situación de gravedad. Así, el 26% de los hogares no puede permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año; un 24,2% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos; un 5% reconoce retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal y un 12,3% tiene mucha dificultad para llegar a fin de mes.

En conjunto, la tasa de riesgo de pobreza alcanza al 10,5% de las familias. Este indicador se obtiene de combinar los ingresos de cada familia, la carencia en algunos aspectos como no poder comer carne o pescado cada dos días o mantener la vivienda con una temperatura adecuada, y la intensidad en el empleo (hogares en los que sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% del total de su potencial de trabajo).

A J. Alonso, que día a día sufre las apreturas de llegar a final de mes, las estadísticas le resultan muy frías. “Son números, pero mi familia tiene nombre y apellidos”.

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