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Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.

‘Herri ipuinak gaurko gizartean’

'Caperucita Roja' en el Palau de la Música.

Xabier Etxaniz

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Decía el conocido escritor y pedagogo Gianni Rodari que la mención de cinco palabras —niña, abuela, bosque, flores y lobo— inmediatamente hace que evoquemos un conocido cuento popular. Estoy seguro que todos sabemos de qué cuento estamos hablando, y que todos conocemos, o eso creemos, la narración oral que Perrault fijó por escrito por primera vez a finales del siglo XVII.

El cuento de Caperucita Roja proviene de la tradición oral y cuenta con más de 30 versiones tradicionales siendo la recogida por Darnton una de las primeras, en la que todavía no aparece la indumentaria de color rojo de la niña. Dicho cuento dice así:

Había una vez una niñita a la que su madre le dijo que llevara pan y leche a su abuela. Mientras la niña caminaba por el bosque, un lobo se le acercó y le preguntó adonde se dirigía.

– A la casa de mi abuela, le contestó.

– ¿Qué camino vas a tomar, el camino de las agujas o el de los alfileres?

– El camino de las agujas.

El lobo tomó el camino de los alfileres y llegó primero a la casa. Mató a la abuela, puso su sangre en una botella y partió su carne en rebanadas sobre un plato. Después se vistió con el camisón de la abuela y esperó acostado en la cama. La niña tocó a la puerta.

– Entra, hijita.

– ¿Cómo estás, abuelita? Te traje pan y leche.

– Come tú también, hijita. Hay carne y vino en la alacena.

La pequeña niña comió así lo que se le ofrecía; mientras lo hacía, un gatito dijo:

– ¡Cochina! ¡Has comido la carne y has bebido la sangre de tu abuela!

Después el lobo le dijo:

– Desvístete y métete en la cama conmigo.

– ¿Dónde pongo mi delantal?

– Tíralo al fuego; nunca más lo necesitarás.

Cada vez que se quitaba una prenda (el corpiño, la falda, las enaguas y las medias), la niña hacía la misma pregunta; y cada vez el lobo le contestaba:

– Tírala al fuego; nunca más la necesitarás.

Cuando la niña se metió en la cama, preguntó:

– Abuela, ¿por qué estás tan peluda?

– Para calentarme mejor, hijita.

– Abuela, ¿por qué tienes esos hombros tan grandes?

– Para poder cargar mejor la leña, hijita.

– Abuela, ¿por qué tienes esas uñas tan grandes?

– Para rascarme mejor, hijita.

– Abuela, ¿por qué tienes esos dientes tan grandes?

– Para comerte mejor, hijita. Y el lobo se la comió.

La primera versión escrita lo fue, como hemos indicado, en 1697 por Perrault y aquí también se nos muestra cómo le invita el lobo a Caperucita a entrar en la casa:

“-Tira de la aldabilla y caerá la tarabilla.

Caperucita Roja tiró de la aldabilla y se abrió la puerta. El lobo, al verla entrar, le dijo, mientras se ocultaba en la cama bajo la manta:

-Deja la torta y el tarrito de mantequilla encima del arca y ven a acostarte conmigo.

Caperucita Roja se desnudó y fue a meterse en la cama, donde se quedó sorprendida al ver cómo era su abuelita en camisón.“

Posteriormente, el lobo, como todos sabemos, se arrojó sobre Caperucita Roja y se la comió.

Perrault dejó muy claro que las jóvenes tenían que tener mucho cuidado con los lobos de dos piernas que andaban por la corte francesa intentando aprovecharse de ellas. Y así lo remarcó en la moraleja que acompaña el cuento y que, en su versión en euskara, traducida por Genaro Gomez, dice así:

Ikusten da hemen, neska-mutilak

edozeini kasu eginda dabiltzala oker

batez ere neskatila eder,

atsegin eta segailak.

Ez zaitezte, beraz, harritu

otsoak hainbeste jaten baditu.

Otsoa, diot, ez dira-eta otso guztiak

ezpal beretik sortuak;

aldarte onekoak ere ba omen dira

zarata, haserre eta gorroto gabeak

neskatilen atzetik dabiltza jira eta bira;

jator, adeitsu eta goxo

etxeraino iritsi, gelaraino ere temoso.

Baina, ai ene! Nork ez daki otso elezuriak

direla guztiz arriskugarriak.

Ikusten denez Perraulten bertsioa ez da haurrei zuzendutakoa, izan ere uste orokorraren kontra ahozko ipuin tradizionalen hartzaileak ez ziren haurrak. Carmen Bravo Villasante irakasleak adierazi bezala, Perraulten ipuinak larunbatero tertulia baten biltzen ziren lagunak entretenitzeko ziren. Herri ipuinen hartzaileak, berriz, haur nahiz helduak izan ohi dira. Horrela, Joxe Arratibelek, euskal herri ipuinen azken biltzaileetako batek, zioen moduan ipuinok etxeko supazterrean entzuten zituzten denek bilduta:

Negu aldean –iluntze luzeak izaten ziren-, eta etxeko denak biltzen ginenean kontatzen ziren kontu zaharrak. Ikuiliko lanak egin eta sukaldean denok, orduan izaten zen garai egokiena. Aitak ere, artoa aletzen edo, lanen bat bazen, orduan esaten zituen kontuak.

Más aun, Bruno Bettelheim, indica que estos cuentos nunca han sido literatura para niños. Eran narrados por adultos para placer y edificación de jóvenes y viejos; hablaban del destino de las personas, de las pruebas y tribulaciones que había que afrontar, de sus miedos y sus esperanzas, de sus relaciones con el prójimo y con lo sobrenatural, y todo ello bajo una forma que a todos les permitía escuchar el cuento con delectación y al mismo tiempo reflexionar acerca de su profundo significado.

Los significados de los cuentos muchas veces tienen que ver con los miedos y la necesidad de superación, pero también con lo peor de las personas, con sentimientos como la envidia, por ejemplo. Hay un cuento popular vasco, “El envidioso” traducido por Manu Lopez Gaseni, que dice así:

Érase una vez un pobre mendigo que vivía en un apartado rincón del bosque, medio desnudo y muerto de hambre. Habiendo tenido noticias de él una poderosa bruja, acudió al bosque y le dijo:

-He oído que vives en la más absoluta miseria, sin fortuna y sin amigos. ¿Te gustaría librarte de tu penuria?

-Naturalmente que sí –respondió el mendigo.

-Seguramente habrás oído que por estos pagos vive Xalbat, otro pobre indigente.

-Lo conozco, sí. ¿Y bien?

-Pues bien, como Xalbat vive en condiciones muchas más precarias que las tuyas, le recompensaré con el doble de lo que te voy a dar a ti. Cuatro mil monedas para ti…

-¿Y para Xalbat ocho mil monedas? ¡Ni hablar! Muchas gracias, pero no quiero tu dinero.

-Te ofrezco entonces cinco ovejas, para que no te falte el alimento.

-¿Y para Xalbat diez? Guárdatelas para otro…

-Pídeme, entonces, lo que desees.

-Que me saques un ojo…

Si es verdad o es mentira, corre hasta el pozo del bosque y mira.

Herri ipuinak ahoz transmititu dira belaundiz belaundi eta ipuin beraren hainbat bertsio sorrarazi dira uneko hartzailearen arabera. Horrela, gaur egun txisteekin gertatzen den bezala, istorio bera kontatzen zen hartzaileen artean harrera egokiagoa izateko. Eta, hain zuzen, ipuinak moldatzeko gaitasun hori izan da gaur egunera arte irauteko arrazoietako bat.

Ahora bien, a lo largo de los siglos XIX y XX estos cuentos orales pasaron a ser textos escritos, y por lo tanto definitivos, gracias a la labor de recopiladores como los hermanos Grimm, Afanasiev, Basile, Rodriguez Almodovar o en la literatura vasca Joxe Miel Barandiaran, Azkue, Barbier o Mayi Arizitia.

Estos recopiladores introdujeron cambios en las versiones orales adaptándolas tanto a su visión del mundo como a las características generales de sus lectores. Así, por ejemplo, en la literatura vasca es muy común la visión católica de los personajes y sus acciones; los agresores o los oponentes son diablos o colaboradores suyos, mientras que, por ejemplo, la abuela que ayuda a Marixor (nuestra Cenicienta) no es un hada sino la Virgen María…

Además al fijarse por escrito estos textos orales, se produce toda una serie de cambios. No hay comunicación directa entre el emisor y el receptor del mensaje, es un mismo mensaje para todos los destinatarios y estos pasan de ser personas carentes de formación cultural a ciudadanos alfabetizados. Gainera, euskararen kasuan bada ipuin horiek irauteko kezka erantsia. Mayi Ariztia honako hitz hauekin hasten da bere ipuin bildumaren justifikazioa egiten:

oharturik nire haurrak zein prestuki egoten ziren, lorietan xoratuak, istorio aditzen, etxeko neskatoek kontatzen zizkietelarik, gogoratu zitzaidan behar nituela istorio zahar horiek izkribuz eman, beldurrez eta ahantz. Eta gero, nire haurrek erran ziezaizkieten beren haurrei, haiek, tttikitan, horren goxoki entzun zituzten istorio berak.

Al popularizarse los cuentos tradicionales pasaron de ser narraciones que se contaban en el ámbito familiar y social a ser historias destinadas al público infantil; algunos cuentos fueron analizados y criticados, sobre todo, por los valores que transmiten. Así, se ha interpretado que los cuentos populares propugnan los valores de una sociedad tradicionalista y clasista. Otro tanto podríamos decir de la visión que se ofrece de la mujer en estos cuentos; personas pasivas que siempre están sometidas a la voluntad de los varones.

Beraz, ipuin hauek oso kritikatuak izan ziren joan den mendeko bigarren erdian. Eta kritika horien hondar batzuk gaur egunera ere iritsi dira. Are gehiago, esparru akademikotik atera eta kalera ere iritsi da eztabaida. Gogoan izango dugu, esaterako, duela gutxi Katalunian sortu den eztabaida eskola bateko liburutegitik honelako ipuin guztiak kentzea erabaki denean. Edo Penelope Cruz aktoreak eginiko adierazpenekin eta Arturo Perez Reverteren hau bezalako komentarioekin:

Los estúpidos quieren vender una imagen de un mundo color de rosa. Si le dices a un niño que todo son dibujos animados y que los dragones son bondadosos, después descubrirá una realidad mucho más cruel. Así el lobo se encuentra el trabajo hecho, se lo estamos poniendo facilísimo para degollar al rebaño (…)

El mundo se idiotiza y la cultura se idiotiza con el mundo, ¿pero por qué resignarse a ello? Si a un niño se le escamotea que la vida también es lucha, muerte, peligro, incertidumbre y soledad, no sabrá cómo defenderse cuando sea adulto. Hay que mostrar eso de una manera adecuada, que no sea traumática. Los cuentos tradicionales tienen dolor, sufrimiento, miedo, tienen vida real para lo bueno y lo malo, con la luz y la oscuridad.

Herri ipuinen inguruko eztabaida hau, lehen aipatu bezala, ez da berria eta beti egon da presente. Adituen aldetik, berriz, nahiko garbi dago ipuin hauei buruz hitz egitean ezin dela zuri-beltzeko terminotan aritu. Ipuinok ezin dira literalki hartu, ez eta gizarteko eredu gisa. Elementu fantastikoak ageri dira, pertsonak bahitzen dituzten animaliak, hitz egiten dutenak… ez dira, beraz, kontu errealistak eta bai haurraren garapenerako egoerak ikusarazten dituzten istorioak. Folch irakasleak dioen bezala:

Los cuentos explican hechos, situaciones, miedos e ilusiones, personas y relaciones, proyectos, esfuerzos, éxitos y fracasos de muchas generaciones de chicos y chicas de todos los tiempos, de todas las culturas y de todas las edades.

Beraz, argi dago ipuin hauek duten balioa norberaren heziketan eta talde sentimenduaren garapenean, kolektibitate bateko kidetasun sentimenduan. Baina ez hori bakarrik, istorio hauek gure egungo gizartean eragin handia izaten jarraitzen dute. Oinarrizkoak dira hainbat ideia eta adierazpen hitz gutxitan adierazteko. Horren adibidea dugu, Paloma Rodriguez irakasleak berriki argitaraturiko poema hau:

IPUIN BATEZ

Errauskiñeren zapata nahi zenuke aurkitu, neskatxa?

Ala femme fatala nahiago duzu izan?

Ez diozu lentejuelaz beteriko etorkizun horri oratuko.

Erakusleihoetako luxuzko bertsetak

eta ñir-ñir egiten duten harribitxiak

ez zaizkizu inoiz eskuragarri suertatuko.

Begia kliskatu dizun agureak

ez zaitu zainduko.

Begia kliskatu dizun mutil gazteak

ez dizu maitasun olerkirik idatziko.

Balizko maitaleen begietan ezkutatzen dira otsoak.

Errauskiñe ameslari tuntunaren zapata bakarra

eskainiko dizu edadeko maitagarri batek.

Jostailu apurtuen patuak itxaron bide dizu, ene lolita.

Ipuinon presentzia etengabea da gure gizartean. Iragarkietan, eguneroko albiste eta tertulietan, komentarioetan… eta baita ere hain ohikoak bilakatu diren mugikorren bidezko mezuetan. Hona hemen azken egunotan jaso dudan bat erasoen kontrako haserrea erakusteko

Es indudable, por lo tanto, el valor y la presencia de los cuentos populares y también la necesidad de realizar una lectura crítica de los mismos. En este sentido la recreación de nuevas historias a partir de los cuentos tradicionales, lo que Gerard Genette llamaba travestimientos modernos, además de acaparar el interés de los lectores, de jugar con sus expectativas y sorprenderlos, logra, normalmente a través del humor, ofrecernos otra visión del mundo más acorde con los valores que defendemos. Así, Carmen Martin Gaite, nos sorprendió con una visión moderna y actual de Caperucita situando la acción en Nueva York, Caperucita en Manhattan narra la historia de una niña de diez años que vive en Brooklyn y desea llevar una tarta de fresa a su abuela que viven sola en Manhattan. El bosque del cuento tradicional, el espacio de peligro y misterio, son las calles de Nueva York, y Caperucita, Sara Allen, deberá recorrer ese bosque de edificios para llegar hasta la casa de la abuela.

Mario Ramos haur literatura liburu askoren egile ezagunak, eskolako erasoen berri azaltzen digu istorio bitxi batean; bertan otsokume bat baztertua da klasean, ikaskideek ez dute berarekin egon nahi ezberdina delako eta otsokumea, gainera, heldu batzuek erasotua da etxerako bidean. Normalean beti izaten dira txerriak ihesi ateratzen direnak otsoaren aurrean, baina kasu honetan justu kontrakoa gertatzen da.

Era berean, Ramosek, Txanogorritxuren istorioa azaltzen digu Neu naiz azkarrena ipuinean baina kontakizun erabat ezberdin batekin: Otsoak amonaren kamisoia janzten du eta kanpora ateratzen denean oin arrastoak ezabatzera etxeko atea ixten zaio. Zer gertatzen zaio amonaren kamisoia jantzita duen otsoari basoan barrena? Egoera surrealistek irribarrea sortarazten dute irakurlearengan, amaieran Txanogorritxu bera agertzen zaigularik hagin gabeko otsoari laguntzen.

Istorio zaharrei, hipotestuei, eginiko erreferentziak askotan ez dira zehatz-mehatz adierazten, baina irakurleak ulertzeko modukoak dira.

Anthony Browneren Basoan barrena albumean mutiko bat ikusten dugu basoan, saskitxo bat eskuan daramala. Bertan hainbat lagunekin aurkituko da eta aurrera jarraituko du haien gomendio eta eskaerei kasurik egin gabe harik eta beroki gorri bat ikusi arte. “Jantzi bezain laster beldurra sentitzen hasi nintzen (…) Orduan amonak otso gaizto bati buruz kontatu ohi zidan istorio bat gogoratu nuen. Lasterka hasi nintzen”. Egileak ez du aipatzen zer istorio zen amonak kontatzen ziona, baina denok ulertzen dugu hura irudia ikusi bezain laster.

Son muchas las obras que podríamos comentar, pero quisiera hacer referencia a una obra muy especial que se publicó hace menos de un año y que tiene como título A. Este libro de Lorena Martínez Oronoz no tiene texto. Es un libro de imágenes en el que nos muestra al lobo atacando a una niña y la reacción de esta.

A través de los cuentos populares y de las versiones que se hacen recreando dichas historias o creando nuevas a partir de los hipotextos conocidos, debemos buscar no solo fomentar la lectura de nuestros pequeños, sino educarlos literariamente, formar lectores cada vez más competentes que sean capaces de comprender e interpretar lo que leen.

También debemos colaborar en la creación de una sociedad más justa, sin desequilibrios, prejuicios, discriminaciones ni abusos.

Dice la profesora Obiols, de la Facultad de Educación de Barcelona, que “nuestras miserias humanas, que por desgracia son muchas, solo podemos combatirlas educando mejor”. No voy a mencionar todas las miserias de nuestro alrededor, vivimos en una sociedad mucho más individualista, llena de contrasentidos, como que teniendo tantos medios e instrumentos para comunicarnos cada vez hay una mayor incomunicación entre las personas, parece como si la disminución de las distancias nos alejara en vez de acercarnos; vivimos en una sociedad en la que algunos actos son verdaderas gangrenas sociales, por ejemplo, la violencia y agresión sexual.

El 10 de julio pasado, por ejemplo, en un periódico alavés aparecieron 4 noticias relacionadas con la violencia de género.

Desgraciadamente estas noticias, que últimamente aparecen todos los días, no son nuevas en nuestro entorno. Ya a comienzos del siglo pasado, Azkue recogió un cuento sobre los malos tratos y la actitud de algunos jueces en torno a ellos. El cuento dice así:

Lekukoak

Senar-emazte bikote bat ez zen ados egoten eta senarrak emaztea jotzen zuen eta auzokoak entzuten zituen kolpeak. Epailearen aurrean emazteak deitu zion senarrari auzokoa lekuko harturik. Hara heldu zenean lekukoari galdetu zion epaileak ikusi zuen jotzen. Lekukoak erran zion:

-Ez, baina bai kolpeak entzun.

Epaileak, orduan, erantzun zion itzul zedila, ez zela lekuko on.

Itzultzerakoan emakumeak puzker haaaaandi bat bota zuen.

Epaileak erran zion:

-Errazu, emakumea: horrelakorik ez duzu hemen egin behar.

-Zer, jauna?

-Puzker bat bota duzu.

-Ikusi al duzu?

-Ez, baina bai entzun.

-Zeu ere ez zara on lekuko izateko.

Como decía, un siglo después prácticamente todos los días oímos hablar de violaciones, malos tratos, asesinatos… frente a ello una de las principales intervenciones debe provenir de la comunidad educativa. Y cuando hablamos de comunidad educativa, de las personas e instituciones que tienen que ver con la educación no estamos hablando solo de la escuela, también la familia, los medios de comunicación, las diferentes instituciones deben contribuir a formar a las personas, a combatir esta lacra. Y también la literatura. La literatura, los cuentos populares y los cuentos creados a partir de ellos pueden contribuir a alcanzar una sociedad más justa e igualitaria, y a la superación de los males y las miserias actuales.

Baina hori ez dugu lortuko herri ipuinen bidez bakarrik; ipuin horiek balio dute gure iragana ezagutzeko, gure etorkizunaz gogoeta egiteko; baita egokiak izan daitezke elkarrengana hurbiltzeko, komunikazioa gerturatzeko, edo gizon-emakumeen arteko errespetua lantzeko ere. Herri ipuinak zaharrak dira, baina baita behar-beharrezkoak.

Mila esker

*‘Herri ipuinak gaurko gizartean’ es la lección inaugural con la que se ha abierto el nuevo curso académico en la Universidad del País Vasco. Corresponde a Xabier Etxaniz, profesor de Literatura Infantil de la Facultad de Educación y Deporte*‘Herri ipuinak gaurko gizartean’ es la lección inaugural con la que se ha abierto el nuevo curso académico en la Universidad del País Vasco. Corresponde a Xabier Etxaniz,

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