Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Sánchez busca romper la unidad del PP para reformar la financiación autonómica
La Fiscalía pide la declaración del marido de la número tres de Ayuso y otro testigo
Opinión - Así se desmonta un bulo de Vox en directo. Por Raquel Ejerique

¿Tiene la España Vaciada un proyecto de país?

España Vaciada da el salto a la política

5

Hace algo más de una semana, se anunció que la España Vaciada concurrirá a las próximas elecciones. La noticia no tardó en despertar opiniones de todo tipo. Especialmente en contra, las de aquellos que empezaban a ver peligrar escaños que siempre habían tenido más o menos controlados. Entre las críticas que se ejercieron sobre la propuesta de las plataformas de la España Vaciada, la más sonada fue la de ser cantonalista. Un grupo parlamentario de la España Vaciada, dicen, solo se dedicaría a pedir su 'parte del pastel'. Una autovía a tal provincia, un ferrocarril por cual ciudad, extensión de fibra óptica en aquel pueblo etc. En definitiva, nada que aportar a los asuntos comunes de todos los españoles. Quienes ahondaron la crítica, vieron en esta propuesta una nueva fuerza que vendría a complicar la, ya de por si difícil, aritmética política en el Congreso de los Diputados.

Un análisis más exhaustivo de la trayectoria de estos movimientos sociales de la España Vaciada nos muestra una dirección sustancialmente diferente a la crítica anteriormente expuesta. Desde aquella manifestación del 31 de marzo de 2019 en Madrid, en la que todas las plataformas se movilizaron juntas contra el olvido institucional que sufren las provincias despobladas, sus acciones han estado orientadas a pedir soluciones conjuntas, que dejan a un lado los localismos. El modelo de desarrollo que presentaron conjuntamente hace unos meses y que enarbolan como hoja de ruta común, es un conjunto de 101 medidas que no hace alusión a ninguna provincia en concreto sino que propone soluciones para todas; pero aún se podría añadir una demostración más a estos argumentos. Desde que Teruel Existe entró en el Congreso y Senado, ha sabido combinar muy bien los intereses concretos de su provincia con propuestas y acciones para revertir la despoblación y el desequilibrio territorial en todo el país. 

El panorama de fuerzas autonómicas es ciertamente, complejo. Por un lado, las regiones con fuerzas nacionalistas llevan años negociado el apoyo a gobiernos, leyes y presupuestos a cambio de inversiones por encima de lo razonable para sus comunidades. Por otro lado, la capital del país es cada vez más centralista y actúa como 'aspiradora' de recursos humanos y de una gran parte del desarrollo económico de las regiones colindantes. Mientras tanto, las provincias de la España Vaciada observan esta batalla con indignación. Estos territorios, que arrastran un déficit de inversión histórico, soportan cabreados los trueques de costosas inversiones a cambio de una pequeña tregua cada vez que hay una negociación del gobierno central con los nacionalistas. Al mismo tiempo, tienen que aguantar también que desde la llegada de Ayuso a la presidencia de la Comunidad de Madrid se pretende convertir la capital en un paraíso fiscal que acabe atrayendo los últimos recursos que conservan las provincias despobladas.

En medio de esta carrera por los recursos entre regiones nacionalistas y la Comunidad de Madrid, la España Vaciada no solo no es una propuesta cantonalista, sino que es la argamasa que puede unir a un país que por momentos parece irreconciliable. Una propuesta para reconciliar posturas dentro de nuestro proyecto nacional. Frente a repartir las empresas entre Madrid, Cataluña o el País Vasco, la propuesta de una industrialización del cinturón interior español. Frente a la dialéctica de mantener instituciones en Madrid o llevarlas a Barcelona, optar por un ministerio para cada una de las provincias más despobladas de la España Vaciada. Frente a conectar todas las carreteras por Madrid, un modelo mayado de infraestructuras. Frente a un AVE que atrae población al origen y destino, pero vacía todo lo demás, la apuesta por un ferrocarril convencional moderno eficiente, efectivo y sostenible. Frente a luchas entre las comunidades más desarrolladas, la apuesta por que todas las provincias converjan. 

Un votante de Ayuso no apoyaría invertir en las regiones nacionalistas al igual que un votante nacionalista no aceptaría la política de exenciones fiscales de la presidenta de la comunidad de Madrid. Sin embargo, esta propuesta de recoser España mediante el desarrollo de las zonas despobladas es hoy en día la única que podría poner de acuerdo a un votante de Ayuso y a un nacionalista vasco o catalán. Cuando parece inconcebible un acuerdo entre estas partes, proponer una cesión mutua que oriente la atención de las políticas hacia un proyecto de reequilibrio territorial puede ser la clave. La entrada de la España Vaciada en política puede darnos la receta para la conciliación que tanto tiempo llevamos buscando en el país.

Etiquetas
stats