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El “voto útil” a Más Madrid podría dar a la derecha la alcaldía de Madrid

El candidato a la Alcaldía de Madrid por Madrid en Pie Municipalista, Carlos Sánchez Mato.

Toño Hernández

Ex-coordinador del ex-grupo municipal Ahora Madrid —

Se están dedicando muchos medios (de comunicación) a invisibilizar la candidatura de Madrid en Pie Municipalista encabezada por Carlos Sánchez Mato, y a crear la percepción de que los votos a dicha candidatura se “perderán” y podrían dar el gobierno a la derecha.

Empiezo reconociendo que siempre me han molestado las llamadas al “voto útil”. Considero que apelan a ese instinto de miedo que todo bicho viviente tiene, con el objetivo de eliminar las opciones más críticas con el sistema y mantener el status quo.

Personalmente, me irrita que haya quien pretenda culpabilizar de no sé cuantos desastres a quien vote con honestidad, y con todo su derecho, a la opción que políticamente más le convenza porque dicha opción no alcance representatividad.

No. Si la opción minoritaria a la que tú decides votar no obtiene una mayoría para gobernar, la culpa será del conjunto de esas opciones cuyas prácticas y propuestas no convencen a las personas que deciden no votarles. Siempre es más cómodo echar las culpas a las “minorías” (y cuanto más pequeña más culpable), que a las opciones mayoritarias.

Muchas de las personas que hemos formado parte de Ahora Madrid hemos recordado hasta el aburrimiento que se llegó al gobierno de la ciudad por una diferencia mínima, que para llegar fue necesaria toda la diversidad que confluyó en AM, y que no podíamos permitirnos perder apoyos. Sin embargo la decisión de Manuela fue amputar una parte de Ahora Madrid que le resultaba incómoda y que se “empeñaba” en seguir votando lo que se había acordado en el programa e incluso discutía los cambios que se decidían sin debate colectivo. Ahora se advierte con preocupación que un suelo de voto del 2,5 o 3% de voto puede impedir que Manuela Carmena vuelva a gobernar.

Además, no está tan claro que el voto útil a Más Madrid (+M) sea lo más eficaz para mantener la alcaldía. Echemos las cuentas.

Partimos de tres premisas iniciales:

1. En las próximas elecciones municipales de Madrid el corte para obtener representación está en el 5% de los votos válidos; con el 4,99% de los votos no se obtiene representación.

2. Fuentes internas de algunos organismos demoscópicos nos han confirmado que ante la pregunta “¿A quién piensa votar?”, los encuestadores han venido asignando a +M todas las respuestas del tipo “Ahora Madrid, Podemos, Ganemos, Pablo Iglesias…”, además del que contesta específicamente “Carmena o +M”. Esta práctica coincide con los análisis de los datos en bruto de las encuestas que encargamos como Ahora Madrid mientras yo fui coordinador del grupo municipal. Estas fuentes nos confirman que sin haber trabajado el conocimiento de la candidatura Madrid en Pie, ya había un suelo muy estable del 2,5% de voto.

3. Muchas personas de izquierda NO van a votar a +M o al PSOE porque les preocupa la ausencia en las instituciones de voces que intenten frenar el proceso de privatización y conversión en mercancías de lo imprescindible para satisfacer las necesidades, y que profundiza las desigualdades y la precariedad. Es decir, hay un voto que de ninguna manera se va a desplazar y, que es el que corre el riesgo de convertirse en “voto perdido” si no se llega al 5%.

A partir de estas premisas, se pueden dar varios escenarios. Veamos cómo opera el “voto útil” en cada uno de ellos.

Si las encuestas dan una mayoría clara superior al 5% de cualquiera de los dos bloques (derecha o izquierda), las apelaciones al “voto útil” no tienen ninguna relevancia ni ninguna “utilidad” porque el que la candidatura más “pequeña” llegue o no llegue al 5% no tendría ninguna trascendencia sobre el futuro gobierno.

Ese llamamiento sólo parece tener sentido en un escenario de incertidumbre en el que los bloques estén sumamente igualados y en el que la diferencia entre ellos se sitúe en un rango de 5 puntos. Y que además, para ese rango, haya un porcentaje significativo de votantes indecisos, que todo indica es el caso en el momento actual de Madrid.

Esa incertidumbre mete el miedo a quienes les gustaría votar a la opción que está entre el 0 y el 5% de intención y son los apelados a hacer un ejercicio de responsabilidad y “voto útil”. Pero hagámonos la siguiente pregunta: ¿qué probabilidad hay de que votar a la opción “mayor” beneficie a la derecha en vez de a la izquierda?

Supongamos que un 2,5% que preferirían votar a Madrid en Pie están pensando en hacer el “voto útil” a +M o al PSOE. Para que ese voto influya positivamente en el resultado final y dé la mayoría a la izquierda, deberá ocurrir que la suma de +M y PSOE gane al trifachito por menos de 2,5% de votos. Si la izquierda hubiera ganado por más del 2,5% de votos, aquel “desvío” del 2,5% de votantes no habría influido en el resultado por bloques; la izquierda habría ganado de todas las maneras. Es decir, ese voto sólo ha sido útil para que la izquierda ganara en un margen del 2,5%.

Pero si aún con ese desvío del 2,5% hacia +M o PSOE ganara la derecha, no sólo no habría servido para nada, sino que se habrían “perdido” el 2,5% del “voto útil” más el 2,5% de los votos que han ido a Madrid en Pie, es decir un 5% de los votos. A la derecha le sería enormemente beneficioso ese “voto útil” ya que obtendría la victoria en un margen de hasta el 5%.

Es decir, sería el doble de probable que el “voto útil” que se desvíe de Madrid en Pie a otra opción de izquierdas beneficie más al bloque de derechas que al de izquierdas.

Si hacemos el mismo análisis para diferentes estimaciones de voto a Madrid en Pie, nos saldrían los siguientes resultados:

Es decir, siempre es mayor el riesgo de que ese “voto útil” beneficie al bloque de las derechas en las circunstancias actuales. Pero es aún más grave: en el mejor de los casos, el “voto útil” desviado desde Madrid en Pie a +M o PSOE podría dar al bloque de izquierda entre 0-1 concejal más; sin embargo, ese voto a Madrid en Pie se traduciría entre 2-3 concejales. Una diferencia de entre uno y dos concejales que seguramente vayan a ser determinantes, como lo ha sido en esta legislatura para que Carmena fuera la alcaldesa -en 2015, la izquierda ganó la alcaldía por 1 concejal. Si el PP hubiese tenido 7.530 votos más, hubiese quitado el último concejal a Ahora Madrid. VOX sacó 9.843 votos, UPyD 29.823 e IUCM 27.869 que no contabilizaron-.

Yo, que fui votante activo de Ahora Madrid, tengo claro que votaré a Madrid en Pie, y en ningún caso votaré a Carmena ni al PSOE. No creo demasiado en la política que vayan a hacer y no pienso validar con mi voto lo que entiendo como despropósitos políticos tanto en hechos como en intenciones. No considero que en ningún caso mi voto se perderá y dudo que me arrepienta de dicho voto.

Y como yo, habrá algunas decenas de miles de personas. Partiendo de esta realidad y con los datos cuantitativos analizados arriba, matemáticamente la mejor manera de asegurar el triunfo del bloque de izquierdas sería que las personas indecisas votaran a Madrid en Pie. Sería un “voto doblemente útil”: por razones políticas y por razones matemáticas.

A esas personas que les gusta más la candidatura de Carmena o del PSOE pero apelan al “voto útil” les sugiero, si tanto creen en ello y sabiendo que +M y PSOE tienen asegurada la representación, que voten a Madrid en Pie para minimizar el riesgo de que gobierne la derecha. A menos, claro está, que prefieran que gobierne la derecha a que entre Madrid en Pie en el consistorio. En cualquier caso, pediría que nos dejen en paz y no criminalicen a quienes nos gusta más la candidatura de Carlos Sánchez Mato y optaremos por ella.

En los días previos a las elecciones habrá cada vez mayores apelaciones al miedo con el objetivo de que haya una profecía autocumplida. Entra dentro de lo posible que el bloque de izquierdas pierda 2 ó 3 concejales por unos diez mil o veinte mil votos que no obtenga Madrid en Pie. Si en la próxima semana entras en pánico, te sugiero actuar como harías en medio de una casa incendiada: busca las posibles opciones de salida y opta por la que menos riesgos ofrece. En este caso, sin duda, Madrid en Pie Municipalista.

Las encuestas no pueden reflejar la dimensión real de Madrid en Pie, ni lo que significa. Madrid en Pie, en tanto heredera de lo que se quiso con Ahora Madrid, no pretende ser sólo una opción institucional, sino una forma de hacer política en la ciudad, comprometida, coherente, rebelde y que incorpora la alegría de compartir un proyecto colectivo, una forma de ser y estar en la ciudad para seguir transformándola. Es la apuesta por la articulación colectiva en torno a los barrios, en forma de herramienta para defender y llevar su voz y las soluciones a sus reivindicaciones a las instituciones. Confío mucho en que las personas que conforman esa candidatura seguirán en el espacio que el electorado les ponga, pero siempre con mil pies en la calle, donde siempre han estado.

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