El desayuno de Podemos, la libertad de prensa y los espacios restringidos
Desayunos informativos restringidos los ha habido siempre. Reuniones con periodistas seleccionados ocurren a diario. Más de una vez el gobierno del PP no ha invitado a eldiario.es a briefings informativos. La Casa del Rey sólo acredita en ciertas convocatorias a los medios que cubren habitualmente a los reyes; y al resto los excluye. ¿Cuántas entrevistas y a qué medios dan los principales empresarios? ¿A quiénes y a qué invitan las empresas del IBEX? ¿Acaso no hay trato de favor cuando empresas patrocinadoras de la selección española de fútbol invitan a ciertos periodistas a los mundiales de fútbol?
En el último proceso interno del PSOE, Susana Díaz no concedió una entrevista a eldiario.es, a diferencia de Pedro Sánchez y Patxi López. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, lleva sin conceder una entrevista a eldiario.es desde la campaña electoral del 20D.
Y ni Mariano Rajoy, ni la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; ni la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, han concedido nunca una entrevista a eldiario.es. Es más: mientras Sáenz de Santamaría era quien daba la palabra en el Consejo de Ministros, eldiario.es enviaba redactores que no conociera ella para tener más posibilidades de poder preguntar, porque la vicepresidenta evitaba dar la palabra a aquellos periodistas de este medio que tenía fichados.
La Asociación de la Prensa de Madrid ha emitido un comunicado en el que “deplora el veto de Podemos a medios”. ¿Por qué? Porque Podemos decidió dejar fuera de un desayuno informativo –no una rueda de prensa– con carácter de off –es decir, sin poder publicar lo que allí se decía– a una serie de medios y a otros no.
Ahora bien, ¿dónde se pone el límite? ¿Cuántos medios han de invitarse como mínimo? ¿O quizá el problema es más cualitativo que cuantitativo: qué medios se quedan fuera y qué medios se quedan dentro? ¿Tiene cada partido derecho de decidir a quién convoca a un acto restringido? ¿Es un acto restringido la presentación de algunos miembros de su ejecutiva? ¿Quién lo decide? Y, por otro lado, ¿no tienen los medios que no fueron invitados el derecho a protestar?
Podemos sabrá si ha de dejar fuera o no a El País, la SER, El Periódico, El Independiente, OKDiario, Voz Populi; y si es una buena decisión o no en términos políticos y comunicativos. Es competencia y decisión de Podemos, y como tal sujeto al examen público. La misma Susana Díaz hizo lo propio el 24 de mayo con otros tantos medios y nadie le acusó públicamente de violar ninguna libertad: el equipo de Díaz dejó fuera de un briefing a ABC, La Razón, Correo de Andalucía, Viva Andalucía (Perteneciente a Publicaciones del Sur), El Independiente y agencias, EFE y Europa Press, según ha publicado elplural.com.
Y también El País sabrá si para ellos quedarse fuera de un desayuno informativo con portavoces de Podemos es un atentado a la libertad y un hecho comparable con la actitud de Mariano Rajoy de boicotear a los medios del Grupo Prisa durante una legislatura y la de Herri Batasuna de no dar la palabra en ruedas de prensa a periodistas en función del medio para el que trabajaran como escribe en su editorial.
¿Dónde están los límites? ¿No tiene Susana Díaz el derecho de no dar entrevistas a eldiario.es? ¿Y el Ministerio de Defensa tiene el derecho de invitar a sus viajes con dinero público al mismo grupo selecto de medios por sistema?
Los ámbitos restringidos para periodistas los han administrado tanto las fuentes como los propios periodistas, que a menudo prefieren sentirse privilegiados en el trato y en la información –los periodistas viven de las noticias y de los temas propios–.
Siempre ha ocurrido. Ocurre a diario. La fuente decide, y la decisión puede ser acertada o equivocada políticamente y comunicativamente. ¿Pero por qué ahora se considera “deplorable” un desayuno en off de Podemos? El mapa político y mediático ha cambiado en los últimos años; se han multiplicado los medios y hay diferentes agentes políticos, y con ellos los emisores y los canales de información.
Podemos sabrá si acertó el lunes con su desayuno. Ahora bien, ¿de qué depende la existencia de los medios? De la publicidad. ¿Y quién tiene la llave de la libertad de los medios a través de sus inversiones publicitarias? Los poderes políticos –Gobierno, comunidades autónomas, ayuntamientos, empresas públicas y paraestatales... – y los poderes económicos.
