Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Los whatsapps que guardaba Pradas como última bala implican de lleno a Mazón
La polarización revienta el espíritu de la Constitución en su 47º aniversario
OPINIÓN | 'Aquella gesta de TVE en Euskadi', por Rosa María Artal

Aquella gesta de TVE en Euskadi

Eduardo Uriarte y José Mari Uriondo, presentadores de Euskalerria, primer programa de televisión en euskera emitido por el Centro Territorial de TVE en Bilbao en 1975.

0

Se cumple un aniversario -redondo, también 50 años- que a la mayoría no le dirá nada, pero seguro que está en el recuerdo de muchos vascos de entonces. Niños y jóvenes. Merece la pena ser conocido porque es el ejemplo de lo que se puede lograr cuando se trabaja por la convivencia, aunque sean muchas las dificultades. Situémonos en el País Vasco en 1975. La televisión todavía es en España un medio en expansión y, dadas las circunstancias políticas, que trabaja con bastantes cortapisas.

Solo hace cuatro años que han empezado a crearse los centros regionales de TVE, que emiten para su zona de influencia. Bilbao fue uno de los primeros en establecerse como tal. El mapa completo no se termina hasta la década de los ochenta. Su misión fundamental al principio era elaborar contenidos para los telediarios nacionales. En octubre de 1974 el Centro Regional de Bilbao comienza a producir un informativo propio de 15 minutos que, dado su éxito, pasa a la media hora de duración en pocos meses bajo el nombre, que aún conserva, de Telenorte.

No se ha prestado la debida atención a cómo los centros regionales de TVE vertebraron a la sociedad española y pusieron muchos pueblos y ciudades en el mapa de todos. Tres noticias diarias mandaba Bilbao “a Madrid”. Les contaré más, en primera persona del plural prácticamente: fueron una escuela de grandes profesionales del periodismo. Galicia curtía a Luis Mariñas en su momento y Bilbao, a varios del equipo fundador de El País (Jesús Ceberio, por ejemplo) y de aquellas míticas revistas que dieron información cuando no se podía. Sean conscientes los añorantes de una época que no conocieron de las numerosas cosas que no se podían hacer entonces. Dada la precariedad con la que empezaron, los centros regionales de TVE fueron una forma impagable de aprenderlo todo de esta profesión. No solo lo habitual de buscar la noticia, documentarse y elaborarla; también montaje y edición, a maquillarse y a maquillar entrevistados para los directos, dado que sin ese requisito se aparece en imagen como medio muerto por efecto de la potente luz. Y, sobre todo, para aprender periodismo desde la base de las noticias a la emisión: el procedimiento completo.

Pero ese 1975 con las condenas a muerte de disidentes políticos del franquismo, venía muy cargado. Y aun así se les ocurrió en el Centro de TVE en Bilbao, preparar un programa semanal en lengua vasca: Euskalerria. En el temido euskera para las fuerzas del régimen. Se trataría, simplemente, de una revista de actualidad y cultural en la que los telespectadores verían desde los trabajos de la Escuela experimental de arte de Deba a nombres propios del mundo de la música como Antón Valverde, Lourdes Iriondo, Xabier Lete, León y Maurizia; Txistularis, Corales, Bertzolaris, Dantzaris; los deportes autóctonos, Aitzkolaris, Arrijasotzales. Solo y nada menos que eso. Incluía una sección para los niños llamada Pinpilimpauxa con cuentos escenificados, concursos, guiñoles, payasos. Mucho trabajo y hecho con ganas e ilusión que allanaba las dificultades: quienes sabían la técnica televisiva no hablaban apenas -o nada- euskera y los colaboradores desconocían el lenguaje audiovisual.

Espacio de títeres para los niños.

Porque se emitió. El proyecto, hecho realidad. Un llamado Delegado de información y turismo, auténtico cómplice de los informadores progresistas, facilitó cuanto pudo el camino en aquel último verano del franquismo vivo. Con el director del centro, Maximiliano Alonso. Y el realizador de todos los programas, el único que había, Juan José Mardones, que tiene registrados los datos de aquella proeza. Era, dice, hacer, del más moderno medio de comunicación social el vehículo de una de las culturas más antiguas. Los periodistas y los cámaras del centro también se involucraron.

Por cierto, el delegado aperturista era el de Vizcaya. El de Guipúzcoa puso trabas hasta al título. Tras la larga persecución del idioma, se estaban unificando los distintos dialectos locales y durante un tiempo se optó por colocar la hache del nombre en francés: Heuskalerria. Aquel delegado se opuso radicalmente a que el programa llevase “la hache… comunista”, dijo. Lo que se mantuvo fue sin acento ortográfico.

Ese verano de 1975 se grabaron cuatro programas piloto para empezar ya a emitirlos. Y va y enferma Franco y se muere. Y a las tres semanas justas, el 12 de diciembre, con toda la tensión del momento, el Centro de Bilbao, lanza Euskalerria, íntegramente en vasco. En TVE. No me digan que no fue una gesta, de esas que hacen las personas que buscan construir. Una osadía, si prefieren. Ese 12 de diciembre, para que se hagan una idea, los periódicos traían a toda portada el primer gobierno de la monarquía: presidido por Arias Navarro aún. Con Fraga y Villar Mir de vicepresidentes y con Adolfo Suárez en la Secretaría general del Movimiento. Ministros como Solís, Areilza, Robles Piquer o Pita da Veiga.

La acogida mediática y de audiencia de Euskalerria fue espectacular. “Zorionak para los que han hecho realidad el programa” (El Correo). “Nuestra felicitación al equipo que con su constancia y desvelos ha conseguido tal fin” (Cartas al director- El Correo). “Se ve euskera”. Cambio16. “El programa en vasco tiene, sin duda alguna, gran trascendencia política, sociológica, y por supuesto cultural (Hoja del lunes de Santander que dirigía, por cierto, Juan González Bedoya).

Duró apenas dos años. Sufrió eso que suele suceder de una suspensión en el verano y no vuelve más. Porque para entonces, además, muchos periodistas de los que vivimos tan interesantes momentos en el País Vasco habíamos hecho las maletas por traslados sobrevenidos. La Transición nos desmanteló como foco de periodismo vivo.  

Fue la denostada Televisión Española y durante el régimen de Franco la que puso en marcha el primer programa en euskera. Algunos de sus responsables aún lo recuerdan con nostalgia. Yo creo, como dije al principio, que fue una lección de lo que puede conseguir el querer de verdad derribar barreras, en lugar de erigirlas de continuo. Y en estos tiempos de regresión e involución viene muy bien recordarlo. Salir de las tinieblas a las que quieren abocarnos. Siempre son personas que van siquiera un poco más allá de lo posible las que abren brechas para avanzar.

Etiquetas
stats