Putin es feo y calvo, Obama es guapo, ríe y baila bien
Y tienen el morro de acusar a Rusia y a Putin de facilitarle armamento a los prorrusos de Ucrania. Acusan a Rusia EE.UU. y la OTAN, o sea quienes apoyaron el golpe en Egipto hace un año, los mismos que alentaron un verdadero golpe de estado en Ucrania para romper la alianza de ese estado con su vecina Rusia. Esos acusan a Putin de separatismo, imperialismo y todo tipo de cochinadas acabadas en “ismo”.
Dan tanto asco que entran ganas de justificar a un gobernante y un régimen que realizó tremenda guerra sucia y matanzas en Chechenia. Si Rusia hiciese en México lo mismo que hizo la OTAN en Ucrania hace unos meses EE.UU. habría repetido lo que hizo años antes en Bahía de Cochinos, una cochinada asquerosa. Ambas son potencias, aunque a EE.UU. le duela y sea la mayor potencia militar del planeta no es la única.
Es terrible todo lo que ocurrió y está ocurriendo en Ucrania, incluido el derribo de un avión civil (¿Qué hacía un avión civil atravesando una zona de guerra?) y desde luego que tienen responsabilidad tanto la OTAN como Rusia. Pero los muertos palestinos son todos de Netanyahu y de Obama. Y, aunque analicemos y distingamos la naturaleza de cada guerra, en primer y último término un muerto es un muerto. “¿Si me pincháis no sangraré?”, se pregunta el judío Shylock y ésa es una verdad última.
La carnicería, otra más, que ejecuta Israel en una población a la que mantiene encerrada en un gueto es tan inmoral que no tenemos nombre. No existe un nombre para calificar lo que hace un estado que mantiene a millones de personas encerradas y, tras robarles tierra, casas y agua, las ataca con el armamento más sofisticado. Los crímenes de Israel son innombrables porque el mundo calla, no los nombra, y porque las lenguas no tienen un vocablo para designar esa monstruosidad. Y Obama es el responsable porque es EE.UU. quien le permite cometer esos crímenes. Dorian Obama sonríe atléticamente pero hay un retrato oculto en un rincón de la Casa Blanca, cada vez que Obama o alguien de su gobierno repite lo de “el derecho de Israel a defenderse”, de sus víctimas, le nace una nueva arruga al retrato, ya tétrico ahora. Cómo pueden tener el descaro de exigirle responsabilidades de nada a Putin.
No trato de hacer un juicio de valor sobre la calidad humana de Obama o Putin, ¿a quién le importa? Seguramente Obama sea un político ambicioso que hizo su carrera dentro de la máquina del Partido Demócrata defendiendo políticas sociales mejores que las existentes en su país, seguramente Putin sea un político sin escrúpulos formado en el despiadado aparato de un estado totalitario. Seguramente. Pero a los ucranianos y a los palestinos eso les da igual, lo que les importa son sus actuaciones. Y Obama, que preside una potencia descaradamente imperialista, y los regímenes que apoya son mucho más crueles y mortíferos para la gente inocente por todo el planeta que las maniobras de Rusia en los estados con los que hace frontera.
Que los medios de comunicación que padecemos nos presenten a diario a un Obama guapo y demócrata, a un Israel demócrata y civilizado (“son como nosotros, no son unos moros sucios y fanáticos) sólo prueba que vivimos en una cárcel invisible. No, Putin no será guapo pero es menos monstruoso que Obama.