Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Sobre este blog

Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.

Autores:

Aina Gallego - @ainagallego

Alberto Penadés - @AlbertoPenades

Ferran Martínez i Coma - @fmartinezicoma

Ignacio Jurado - @ignaciojurado

José Fernández-Albertos - @jfalbertos

Leire Salazar - @leire_salazar

Lluís Orriols - @lluisorriols

Marta Romero - @romercruzm

Pablo Fernández-Vázquez - @pfernandezvz

Sebastián Lavezzolo - @SB_Lavezzolo

Víctor Lapuente Giné - @VictorLapuente

Luis Miller - @luismmiller

Lídia Brun - @Lilypurple311

Sandra León Alfonso - @sandraleon_

Héctor Cebolla - @hcebolla

¿Cómo afrontará el PSOE sus próximos desafíos?

Marta Romero

Con cuatro citas electorales a la vista este año, y la primera de ellas a sólo dos semanas de celebrarse, los socialistas afrontan su futuro inmediato con una gran inquietud. Las encuestas, aunque en un contexto muy volátil, siguen apuntando  a un inédito cambio de ciclo político que estaría marcado por el retroceso de los dos grandes partidos y de las fuerzas políticas tradicionales, frente a la pujanza de dos nuevos actores (Podemos y Ciudadanos). Para los socialistas lo que está en juego, por primera vez en la democracia, es su capacidad para seguir siendo el principal partido de la izquierda, condición que le podría arrebatar Podemos.

Cuando los socialistas se enfrentaron en las pasadas elecciones europeas a un nuevo y contundente revés electoral no tuvieron más remedio que optar por una renovación del liderazgo, tras el fracaso de la “opción Rubalcaba”. Pero, como era evidente, el relevo generacional en la cúpula del partido era una condición necesaria, pero no suficiente. Como ya señalamos en otro post, la renovación socialista bajo el liderazgo de Pedro Sánchez sólo podía resultar creíble en la medida en que la ciudadanía percibiera cambios que hicieran del PSOE una organización dinámica y una opción políticamente renovada y atractiva.

Cambiar por dentro al partido -lo que enfrentaría inevitablemente con algunos sectores que le habían apoyado- era el principal reto que tenía por delante Pedro Sánchez a su llegada a la Secretaría General del PSOE hace ya siete meses. El mejor momento para hacerlo eran sus primeros meses al frente del partido. Sin embargo, no lo hizo o lo hizo muy tímidamente (se percibieron más los “ajustes” en el plano discursivo que en el organizativo). Algunos de los cambios de posición, como la propuesta para revocar la polémica reforma del artículo 135 de la Constitución que tuvo lugar bajo el mandato de Zapatero, suscitaron malestar interno en algunos sectores. Los críticos aprovecharon la falta de despegue del PSOE en las encuestas (ver gráfico 1) y algunos errores cometidos por Sánchez para cuestionar sus dotes como líder. No es de extrañar que en este panorama las aguas internas del PSOE hayan estado revueltas.

 

Sólo cuando Sánchez se ha visto cuestionado ha sido cuando ha optado por tomar decisiones arriesgadas, como la de destituir de forma fulminante a Tomás Gómez al frente del Partido Socialista de Madrid y apostar por otro candidato con más tirón electoral. Sánchez es consciente de que su liderazgo se pondrá en entredicho y sus opciones para ser el candidato del PSOE a las generales se complicarán si la noche del 24 de mayo termina en otro claro revés electoral para el PSOE. Y parece que el líder socialista ha decido convertir la batalla electoral de Madrid en su batalla personal, donde no se entendería cómo después de dos décadas de gobierno conservador y con un PP en horas bajas, el PSOE siguiera cayendo.

En todo caso, y pese al ruido interno que han generado algunas de sus decisiones, finalmente parece que ha habido un cierre de filas al menos temporal en torno al liderazgo de Pedro Sánchez. Una tregua acompañada por su buena actuación en el Debate del Estado de la Nación, en el que Sánchez logró imponerse sobre Rajoy, según la encuesta del CIS.

Ahora los socialistas intentan encarar las inminentes citas electorales con una imagen de unidad y, aunque internamente estén enfrentados y esté en disputa el liderazgo del partido, parece claro que su futuro está ligado a los pasos que den unos y otros en los diferentes territorios. Algo que explica la decisión de Susana Díaz de haber optado por adelantar las elecciones andaluzas y haberlas convocado antes de que se celebraran las elecciones autonómicas y locales, pues las perspectivas de los socialistas andaluces podrían empeorar si Podemos y Ciudadanos se hacían primero fuertes en otras Comunidades y se ponía de manifiesto la debilidad de la marca PSOE. A pesar de las interpretaciones que se han hecho de este adelanto electoral en clave de disputa interna por el liderazgo del PSOE, el interés de Pedro Sánchez y el de Susana Díaz confluían de forma clara. Con los socialistas en Andalucía potencialmente más fortalecidos (aunque retrocedan en votos respecto a las elecciones de 2012), el PSOE puede afrontar en mejores condiciones las siguientes convocatorias electorales.

En todo caso, en el 22 de Marzo sólo empiezan los desafíos para los socialistas si, como apuntan la mayoría de las encuestas (como la de Metroscopia para El País o el sondeo del CIS publicado ayer), no consiguen una mayoría absoluta. La cuestión será entonces con quién pactará o se apoyará Susana Díaz para gobernar. Aquí los intereses podrían ser muy divergentes dentro del PSOE. Volver a coaligarse con IU podría ser difícil, porque precisamente la pérdida de la confianza en esta formación ha sido el argumento que ha esgrimido Díaz para convocar anticipadamente las elecciones andaluzas. Además, con un PSOE e IU en retroceso tampoco tendrían asegurada la suma suficiente de escaños para formar gobierno.

Gobernar en minoría y buscar acuerdos puntuales con el PP podría ser el camino más fácil para los socialistas andaluces, pero esta opción podría dañar las opciones del PSOE en otros territorios. Un acuerdo de gobernabilidad entre PSOE y PP en Andalucía daría alas a Podemos en una campaña basada en la polarización entre los partidos del “régimen” (PP y PSOE) y el inicio de una nueva forma de hacer política. Frente a la opción del PP, y descartando que Díaz llegue a pactar con Podemos, quedaría la opción de Ciudadanos si entre ambos consiguieran sumar los suficientes escaños para garantizar una mayoría estable, lo que no parece seguro. Evidentemente Ciudadanos vendería caro su apoyo a los socialistas andaluces en este contexto.

De cómo se resuelva el puzle andaluz y de las tensiones internas que los pactos puedan generar dependerá que el PSOE llegue, en mejores o peores condiciones, a su segundo desafío: las elecciones autonómicas y locales del 24 de mayo. Muy lejano parece el tiempo en que los socialistas se marcaban como objetivo lograr ser el partido más votado en las elecciones locales y extender su poder autonómico y territorial. El registro electoral del que parten es muy bajo. En 2011 lograron en las elecciones locales un exiguo 27,8% de los votos en el cómputo global, 10 puntos porcentuales menos que el PP. Y sus bastiones autonómicos se redujeron a presidir el Principado de Asturias (de hecho, sólo tras las elecciones de 2012) y a participar en el gobierno de coalición en Canarias y durante un tiempo en el de Navarra.

Pero ahora, a diferencia de hace cuatro años, la competencia es mucho mayor y los socialistas se enfrentan al reto de recuperar a sus votantes desencantados. Aunque puede variar de unos territorios a otros, hay que tener en cuenta que la tasa de fidelidad del PSOE (cuántos de los votantes del PSOE en 2011 volverían a hacerlo hoy) está por debajo del 40%, según el  Barómetro de Enero del CIS. Las principales fugas de sus votantes se producen hacia Podemos y hacia la indecisión. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, las últimas encuestas publicadas en los medios de comunicación tras producirse la salida forzada de Tomás Gómez y su sustitución por Ángel Gabilondo, apuntan a que Podemos podría llegar a ser la segunda fuerza política más votada relegando al PSM al tercer puesto, al que le sigue, de cerca, Ciudadanos.

Paradójicamente, las bajas expectativas que planean sobre el PSOE pueden ser su principal ventaja, pues si los resultados que alcanzan el 24 de mayo son mejores de lo esperado, el equipo de Pedro Sánchez tratará de explotarlos como una victoria. En todo caso, en un escenario de potenciales pérdidas de mayorías absolutas del PP y de alta fragmentación política, el dilema para los socialistas estará en las posibilidades para pactar con otras formaciones y determinar en qué posición lo hacen. Nuevamente los pactos podrían generar tensiones en las filas socialistas, pero también darles oxígeno si vuelven, aunque sea en coalición con otras formaciones políticas, a gobernar en Comunidades y ciudades donde llevan mucho tiempo en la oposición.

Es innegable que los socialistas están en la encrucijada. El 24 de mayo será, sin duda, su gran prueba. Como también lo será para otras fuerzas políticas y para el propio sistema de partidos que, siguiendo la estela de las pasadas elecciones europeas, podría sufrir una metamorfosis. Veremos.

Sobre este blog

Piedras de papel es un blog en el que un grupo de sociólogos y politólogos tratamos de dar una visión rigurosa sobre las cuestiones de actualidad. Nuestras herramientas son el análisis de datos, los hechos contrastados y los argumentos abiertos a la crítica.

Autores:

Aina Gallego - @ainagallego

Alberto Penadés - @AlbertoPenades

Ferran Martínez i Coma - @fmartinezicoma

Ignacio Jurado - @ignaciojurado

José Fernández-Albertos - @jfalbertos

Leire Salazar - @leire_salazar

Lluís Orriols - @lluisorriols

Marta Romero - @romercruzm

Pablo Fernández-Vázquez - @pfernandezvz

Sebastián Lavezzolo - @SB_Lavezzolo

Víctor Lapuente Giné - @VictorLapuente

Luis Miller - @luismmiller

Lídia Brun - @Lilypurple311

Sandra León Alfonso - @sandraleon_

Héctor Cebolla - @hcebolla

Etiquetas
stats