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Pedro Sánchez: “Somos el único país que castiga a la dictadura del 0,25% a los pensionistas”

Pedro Sánchez en la clausura de la escuela de buen gobierno.

Irene Castro

Pedro Sánchez no ha hecho ninguna alusión a la unidad del PSOE en la clausura de la escuela de buen gobierno que anunció como un acto para la “visualización de la unidad recompuesta” en el partido y que ha estado marcada por las ausencias y el reconocimiento tanto en Ferraz como en los territorios de que la cohesión está por llegar. El secretario general ha optado por hacer un discurso contra Mariano Rajoy y sus políticas y lo ha centrado en el problema de las pensiones un día después de participar en una de las manifestaciones de los jubilados.

“Somos el único país que castiga a la dictadura del 0,25% a los pensionistas”, ha expresado el líder socialista, que ha hecho dos promesas: acompasar los incrementos de las pensiones al IPC cuando gobierne y blindarlas junto a la sanidad, la educación y la dependencia en la Constitución.

“Hay recursos, lo que falta es la voluntad política”, ha dicho Sánchez, que ha planteado que se paguen las horas extra que realizan los trabajadores para que el aumento de las cotizaciones pueda permitir la subida de las pensiones conforme al IPC: “En nuestro país se realizan 9 millones de horas extraordinarias que no son cobradas por los trabajadores. Si fueran reconocidos esos trabajos, recaudaríamos 2.000 millones más, que es lo que cuesta condicionar las pensiones al IPC”, ha propuesto.

Además, ha hecho una “advertencia” a Rajoy: el PSOE defenderá que los sueldos del Gobierno y de los parlamentarios no suban más del 0,25% en la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado. Esos salarios estuvieron congelados durante varios años, pero en 2017 Rajoy subió su nómina y la del resto del Gobierno un 1% –como a los funcionarios– y el Congreso incrementó en un 1,5% el de los diputados.

“El mejor puesto de trabajo en España lo tiene Rajoy, porque cobra por no hacer nada”, ha afirmado el líder del PSOE en un discurso muy duro contra el presidente y en el que también ha atacado, aunque en menor medida, a Ciudadanos por la “guerra” de las derechas. “La mitad de las cosas que dice Mariano Rajoy no son verdad, y la otra mitad son mentiras”, ha continuado Sánchez.

“Quien gana las municipales, gana las generales”

El líder socialista se ha mostrado convencido de que el PSOE está en condiciones de ganar las elecciones porque no se cree lo que dicen las encuestas, que pronostican mayoritariamente que el PP sigue en cabeza y un crecimiento exponencial de Ciudadanos.

“Estamos tocando con la punta de los dedos ser la primera fuerza de este país. Lo que os pido es que todos y cada uno de nosotros trabajemos duro para conseguir la confianza mayoritaria de este país”, ha expresado en el mitin de clausura de la escuela de buen gobierno que el PSOE ha celebrado los últimos cuatro días en Villaverde (Madrid).

“Tenemos que ganar y ser la primera fuerza. Si ganamos las elecciones da igual los gritos que den porque quien gana las elecciones municipales, gana las generales”, ha pronosticado. El PSOE, que gobierna en varias comunidades y muchos municipios gracias a acuerdos postelectorales, lleva sin ganar las municipales desde 2007. El secretario general ha arriesgado en esa afirmación en un momento en el que el partido aún no ha recuperado la unidad y que las heridas siguen abiertas.

Choque con la unidad y con el aforo

Sánchez no ha hecho ninguna mención a la unidad, pese a que ese era el objetivo de esta escuela. Las ausencias de Susana Díaz, Javier Fernández, Ximo Puig, Felipe González o Alfredo Pérez Rubalcaba dejaron patente que la unidad está lejos. Sánchez sí tuvo palabras para los presidentes autonómicos: “Agradecer a los presidentes, a todos y cada uno de ellos y de ellas, el trabajo que hacen al frente de las instituciones”, ha dicho sobre quienes asistieron y quienes no.

“Unen aquello que la derecha siempre separa cuando gobierna. Unís educación y equidad, unís sanidad y calidad, unís política y ejemplaridad, unís futuro y esperanza”, ha dicho Sánchez en presencia únicamente de Guillermo Fernández Vara en un mitin en el que Ferraz también ha 'pinchado' en el aforo con unas doscientas sillas vacías en el fondo de la nave Boetticher.

Esa falta de unidad ha sobrevolado todas las jornadas. Primero por los ausentes y, después, por las llamadas a la cohesión. El primero fue José Luis Rodríguez Zapatero en la inauguración en la que no solo la reclamó por parte de “todos” sino que indicó al secretario general que debe contribuir a ella “queriendo a todos y dando espacio a todos”. Los barones confiaron en la recuperación de la unidad.

Javier Solana admitió su descontento con el PSOE y afeó a la dirección, por ejemplo, que haya salido del pacto educativo y le pidió “elevar el nivel de la reflexión”. Sus palabras cayeron como un jarro de agua fría en la dirección. Enrique Barón, que ha sido uno de los galardonados de la primera entrega de los premios en recuerdo a Manuel Marín, echó un capote a Sánchez, a quien apadrinó en el inicio de su carrera política: “No hay que dar consejos de vieja guardia, lo que hay que hacer de cara a los que están en primera línea ahora es ayudarles y colaborar. Si me necesitas, llámame”, le ha dicho al líder del PSOE.

También Demetrio Madrid, el único presidente socialista que ha tenido Castilla y León, le ha insuflado ánimos al recoger su galardón: “Tiene el respaldo como ningún secretario general ha tenido”. “No vuelvas a dimitir nunca hasta que estés tres mandatos, tres legislaturas, como presidente del Gobierno”, le ha dicho el veterano socialista, que dimitió por un caso que acabó archivado en los juzgados.

“Ser socialista es fácil porque este es el mejor equipo”, le ha contestado Sánchez a Manuela de Madre, exalcaldesa de Santa Coloma que ha sido la premiada en la categoría municipal: “¿Cuándo fue fácil, sencillo, divertido o guay ser socialista?”, se había preguntado ella al inicio. “El PSC está pasando momentos de mucha, mucha dificultad. A los del PSC siempre nos toca ser el jamón dulce del bocadillo, siempre estamos en medio”, ha dicho en un guiño a Miquel Iceta.

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