“Le di unos 120.000 o 150.000 euros en efectivo a Jesús Sepúlveda para que organizara la campaña. Se lo entregué yo personalmente en efectivo. No me acuerdo dónde. Iría yo a Pozuelo y dejaría el sobre. A partir de ahí corté la relación con este señor. Porque a pesar de que le di el dinero para la campaña electoral, él luego encargó la campaña a otra empresa. Me pareció tal falta de código ético y profesional que corté toda relación, punto pelota”. Correa explica que en la financiación de esa campaña también medió Alfonso García Pozuelo, el propietario de Constructora Hispánica también procesado en este caso y quien también admitió esos pagos a Sepúlveda.