La gente en Madrid se lanza a la calle y las terrazas: “No podemos trabajar así que salimos a hablar con las vecinas”
Es lunes, pero parece sábado. Tras el apagón, las de distintos barrios de Madrid se han llenado de círculos de gente que se preguntaban unos a otros sobre el corte de electricidad y pasaban el rato sin saber muy bien qué hacer. “Si no podemos trabajar ni nada, salimos a vernos las caras y a hablar con las vecinas”, dice una joven, sentada en una terraza del barrio madrileño de Lavapiés.
Está sola en su mesa, pero habla con las distintas personas que han tomado la misma decisión que ella. “¿Qué vamos a hacer? Al menos nos lo pasamos bien y conocemos a gente”, pregunta otro chico. En otro bar próximo, varias personas toman una cerveza al sol, pendientes de la radio colocada encima de la mesa de la terraza.
A las puertas del metro de Embajadores, una mujer pregunta si está abierto el metro. Tiene que llegar a su puesto de trabajo como limpiadora en una vivirnda en la zona de Ríos Rosas. Ha caminado desde Urgel, pero ya se ha rendido. “Ya no puedo hacer más. A casa tampoco puedo volver ahora, no sé cómo, iré a tomar algo”, dice la mujer. “No he podido ni avisar a mi jefa, pero no estoy agobiada. Si solo dura unas horas, hasta me alegro porque no me apetecía ir a trabajar”, añade.
Otros, como Igor no se despega de su radio mientras espera novedades frente a su bar. Estaba cocinando en su interior cuando la luz se apagó. Ahora, de momento, lo lleva bien pero reconoce estar preocupado si el corte de electricidad se alarga: “Toda la comida de las neveras se echaría a perder”, dice el hombre, que regenta un pequeño bar de tapas de Lavapiés.