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Jorge Fernández Díaz se incorpora a la fundación de la universidad a la que contrató para formar policías cuando era ministro

Jorge Fernández Díaz en un acto de la Universidad Católica de Ávila mientras, en su época de ministro de Interior

Gonzalo Cortizo

La salida de Jorge Fernández Díaz del Ministerio del Interior hace ahora dos años y sus últimos días en política antes de las elecciones del 28-A tienen un punto en común: la Universidad Católica de Ávila (UCAV). Un mes antes de abandonar el Gobierno, Fernández Díaz, un dirigente muy próximo a Mariano Rajoy, decidió contratar a ese centro católico privado para encomendarle la formación de inspectores en la Escuela Nacional de Policía de Ávila.

Ahora, a punto de dejar su escaño en el Congreso y sin hueco en las listas elaboradas por Pablo Casado, el exministro vuelve a la misma universidad para ingresar en el patronato de la Fundación Teresa de Ávila, que se encarga de la coordinación, gestión y administración de las actividades del centro universitario. Un portavoz de Fernández Díaz ha asegurado a eldiario.es que el nuevo cargo “no supone el cobro de ningún tipo de salario”. 

La Universidad Católica de Ávila es un centro académico estrechamente vinculado al poder eclesiástico y a la rama del Partido Popular mas cercana a organizaciones como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo. Su puesta en marcha se produjo en 1996, por el impulso del obispado de Ávila y con el apoyo de los gobiernos de José María Aznar y Juan José Lucas en Castilla León. Entre 1999 y 2001 consiguió las homologaciones de sus títulos y su puesta en funcionamiento se hizo efectiva.     

El obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, ocupa el puesto de Gran Canciller en el centro educativo desde su nombramiento para dirigir la diócesis abulense en 2018. Su predecesor en el obispado, Jesús García Burillo, amigo íntimo de Jorge Fernández Díaz, también fue Gran Canciller de la UCAV durante los 15 años precedentes. El cardenal Cañizares, exvicepresidente de la Conferencia Episcopal, forma parte del mismo patronato al que ahora se incorpora Fernández Díaz.  

El extitular de Interior contrató a la UCAV en 2016 y dejó en sus manos la formación de la escala ejecutiva de los nuevos inspectores de policía. Fue una decisión muy polémica y que ponía fin a la colaboración que la Universidad de Salamanca, de carácter público, había mantenido con la Dirección General de la Policía durante los 28 años precedentes. La decisión motivó denuncias del Sindicato Unificado de Policía (SUP), peticiones parlamentarias para revocar el contrato, y solicitudes de comparecencia del ministro, que nunca fueron aceptadas por el Partido Popular. 

El equipo de Fernández Díaz al frente del ministerio justificó aquella decisión por razones económicas y argumentó que la Universidad Católica de Ávila ofrecía el servicio de formación a policías por la mitad de precio que su competidora, bajando la factura de 200.000 a 100.000 euros. La aventura duró poco y con Díaz fuera del poder, la Universidad pública de Salamanca recuperó la concesión del contrato, que mantiene en la actualidad.    

A las puertas del final de su carrera política, el exministro cierra el círculo ingresando en el patronato de la Fundación Teresa de Ávila, de la que depende el centro universitario al que benefició desde su posición en el Gobierno de Mariano Rajoy. 

Según consta en el registro de Fundaciones del Ministerio de Justicia, la Fundación Teresa de Ávila tiene por objeto asistir a la Universidad Católica de Ávila “en la promoción, gestión y administración” de sus actividades. Dicho con otras palabras, la Fundación opera como una dirección externa de las estrategias educativas y empresariales vinculadas al centro educativo. 

Fernández Díaz no es el primer ministro del PP que ha ingresado en ese patronato. En él ya tienen asiento Ángel Acebes, exministro de Justicia e Interior y José María Michavila, exministro de Justicia. También se sientan a esa mesa los principales cargos históricos del PP en el ayuntamiento y la diputación de Ávila. Del mundo de la empresa privada, destaca la presencia de Mauricio Casals, presidente del diario La Razón. 

El ingreso de Fernández Díaz en el patronato de la fundación se hizo efectivo la pasada semana, coincidiendo con los dos años que se han cumplido desde que abandonara Interior. Así lo ha señalado un portavoz del exministro a eldiario.es. Apoyado en ese calendario, Fernández Díaz se ha librado de tener que consultar al Gobierno sobre la existencia de un conflicto de intereses con su entrada en la órbita de una universidad a la que benefició desde su cargo. 

La ley señala que transcurridos los dos años desde la salida del Gobierno, los exministros son libres para ocupar cuantos cargos consideren. “Desde noviembre de 2018 no tiene obligación de comunicar nada”, señalan a eldiario.es fuentes del ministerio de la presidencia. 

A pesar de que es ahora cuando la relación se oficializa, la vinculación entre el exministro y la Universidad Católica de Ávila empezó hace años. En 2016, poco meses antes de que el polémico contrato se hiciera efectivo, Fernández Díaz fue elegido para dar el discurso de clausura a la escuela de verano que el centro había organizado. En aquella intervención, que recoge la fotografía que ilustra esta información, el exministro cargó contra Podemos con metáforas religiosas: “Los populismos prometen conquistar el cielo pero normalmente llevan al infierno”. 

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