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El primer día de consultas del rey se cierra sin apoyos para la investidura y los partidos culpan al PSOE

Felipe VI recibe en la Zarzuela al líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón.

Aitor Riveiro / Irene Castro

La primera jornada de la ronda de contactos abierta por el jefe del Estado con los líderes de los partidos políticos con representación parlamentaria ha concluido sin sorpresas. Felipe VI ha constatado que los grupos minoritarios del Congreso no están, hoy por hoy, dispuestos a dar su apoyo a Pedro Sánchez en una hipotética investidura, más allá del voto del Partido Regionalista de Cantabria que el líder del PSOE ya sumó el pasado mes de julio.

Aunque será este martes cuando se despeje la incógnita con la recepción a los representantes de los partidos más grandes, sobre todo tras la propuesta lanzada por Albert Rivera de una abstención conjunta con el PP y condicionada que los populares no han respaldado, Felipe VI se encuentra con un panorama muy similar al de antes del verano. Los grupos pequeños, de uno y otro lado del espectro político, han lamentado ante el jefe del Estado la ausencia de negociación por parte del PSOE. Y luego se lo sus portavoces han reiterado ese mensaje ante los periodistas.

“Hay mucha gente en el PSOE que ha ido claramente a buscar unas elecciones y no a buscar un acuerdo”, aseguraba por la mañana el portavoz de Compromís, Joan Baldoví. El diputado valenciano relató al jefe del Estado cómo remitió un documento programático el 5 de agosto al PSOE. “Estamos a 16 de septiembre y el PSOE no ha dicho si le parece bien o mal”, lamentaba. El voto de Compromís, salvo cambio de última hora, volverá a ser una abstención.

Baldoví ha hecho un último llamamiento a un entendimiento personal entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sobre la base de las ofertas y contraofertas que se cruzaron en julio. Una opción que el presidente en funciones ya descartó la semana pasada.

En términos similares se pronunció la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas. “No ha querido tener negociaciones para llegar a un posible acuerdo”, dijo. Oramas cargó duramente contra los “estrategas electorales” de Moncloa, en referencia al jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, y lamentó que toda la estrategia del PSOE pase por volver a las urnas “para ganar 10 o 15 diputados”.

Oramas también descalificó la propuesta de Albert Rivera. “PSOE y Ciudadanos suman mayoría absoluta”, recordó. “Si Rivera quiere desbloquear, no debe dirigirse a Casado, sino a Sánchez y sentarse con Sánchez”, zanjó.

Desde Unidas Podemos fueron tres los portavoces que se entrevistaron con el rey el lunes, los representantes de Equo, de Galicia en Común y de IU. Este martes llega el turno del portavoz de En Comú Podem y del líder del espacio, Pablo Iglesias.

Juan López de Uralde –Equo– reclamó recuperar la negociación de julio, aunque sin mucha esperanza después del portavoz de Sánchez a la última propuesta lanzada por Iglesias la semana pasada. “Todo apunta a que vamos a ir elecciones”, señaló ante los medios.

Más dura fue Yolanda Díaz –Galicia en Común–, quien alertó de que “los indicadores económicos advierten de que hay que tomar medidas para evitar lo que puede sufrir nuestro país”, en referencia al declive económico de la zona euro y a las repercusiones que puede tener un Brexit duro. “Nunca han querido negociar”, afirmó la portavoz gallega, quien señaló la contradicción de que Sánchez reclamara “personas independientes para el Consejo de Ministros” mientras ofrecía cargos a los dirigentes de Unidas Podemos en la Administración, “donde debe haber profesionales”. “Es un caso único”, zanjó.

Alberto Garzón: “La unidad se mantendrá”

El último en pasar por el Palacio de la Zarzuela ha sido Alberto Garzón. El coordinador federal de IU ha reiterado que, pese a la heterogeneidad de Unidas Podemos y las diferentes sensibilidades que existen en su interior, se mantendrá la unidad de acción tanto en lo que queda de legislatura como ante una cada vez más próxima repetición electoral.

Garzón y otros dirigentes del espacio político han intentado convencer a la mayoría del grupo parlamentario de renunciar al Gobierno de coalición y cerrar un acuerdo programático con el PSOE para evitar unas nuevas elecciones. Pero su posición es, hoy por hoy, minoritaria en la dirección de Unidas Podemos.

El líder de IU insistía este lunes en que dichas discrepancias han existido. Pero también ha negado que se pueda romper la unidad de voto. “La unidad se mantendrá si vamos a las elecciones”, zanjaba en la última rueda de prensa del día.

“El PSOE se equivocaría mucho si nos lleva a elecciones por su incapacidad de llegar a acuerdos”, dijo Garzón, quien recordó a Sánchez cómo Susana Díaz también adelantó las elecciones en Andalucía por lo que le decían las encuestas. “Fuimos a elecciones y llevó a la izquierda a la abstención y al triunfo de las tres derechas”, rememoró.

Esos “matices” y discrepancias se pusieron de relieve ante la hipótesis de que haya una sesión de investidura y Ciudadanos, o el PP, optaran finalmente por abstenerse, un extremo que los populares no han confirmado tras la reunión de Casado con Rivera durante la tarde-noche del lunes. Si lo hacen los dos, Sánchez será investido haga lo que haga Unidas Podemos. Pero si solo lo hace uno de ellos, una abstención del grupo confederal daría la Presidencia al PSOE.

Preguntados al respecto, la portavoz de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, dijo que no tenían intención de modificar el sentido del voto que le habían comunicado a Felipe VI. Es decir, la abstención. Pero Alberto Garzón aseguró que “un acuerdo con las derechas lo cambiaría todo” y que “los órganos de IU se tendrían que reunir y decidir el sentido del voto”. El líder de IU ya anticipó que ese hipotético acuerdo “es veneno para las familias trabajadoras”.

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