Lamela rechaza asumir la investigación contra los jefes de los Mossos en Lleida por el 1-O
La magistrada del Juzgado Central de Instrucción 3 de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha rechazado la inhibición planteada por un juez de Lleida sobre la causa por presunta desobediencia y sedición de los mandos de los Mossos d'Esquadra de Lleida el 1-O.
Lamela advierte de que, si asumiera esta causa contra los Mossos de Lleida, debería investigar la actividad de los 7.000 mossos d'Esquadra que prestaron servicio el 1-O, lo que haría el procedimiento judicial “total y absolutamente imposible”, según el auto al que ha tenido acceso Europa Press.
La magistrada, que lleva la causa contra el major de los Mossos Josep Lluís Trapero concluye que la actuación de los principales responsables de los Mossos de Lleida “no es definitiva para concluir que satisface el contenido del injusto del delito de sedición, con independencia del grado en que la colaboración haya facilitado el resultado antijurídico”.
El auto de Lamela señala que el Juzgado de Lleida amplió la calificación de los hechos al delito de sedición y que lo justificó porque respecto a la rebelión “admite una mayor amplitud en cuanto a sus formas de comisión, lo que permitía sostener su aplicación entendiendo que, con la celebración del referéndum se persigue, al margen de las vías legales, impedir la aplicación del ordenamiento jurídico en su conjunto”.
El Juzgado de Instrucción 4 de Lleida acordó inhibirse en favor de la Audiencia Nacional porque consideró que las actuaciones de los mandos en esta provincia catalana eran consecuencia de las instrucciones de la cúpula policial el 1-O --que investiga la magistrada Lamela-- y de la falta de puesta en marcha de un dispositivo eficaz.
La magistrada de la Audiencia considera que el juez de Lleida debería haber realizado “atenta exposición razonada” al Tribunal Supremo sobre por qué cree que los hechos realizados por los responsables de los Mossos de Lleida fueron realizados con una unidad de acción con la dirección de los Mossos y su conseller de Interior, Joaquim Forn.