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El PSOE se hunde con su peor resultado y pasa a ser tercera fuerza en Madrid

El candidato socialista, Ángel Gabilondo, comparece en la noche electoral del 4 de mayo.

Irene Castro

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El PSOE se ha hundido en la Comunidad de Madrid. Tras 26 años de gobiernos del PP en la región, Ángel Gabilondo ha certificado el peor resultado de su historia perdiendo incluso el liderazgo de la oposición. Empate a 24 en escaños con Más Madrid, pero Mónica García supera en votos a los socialistas, que ganaron las elecciones en 2019. Las expectativas no eran buenas para el partido de Pedro Sánchez, que cambió de estrategia prácticamente en el ecuador de la campaña al constatar que el voto de Ciudadanos se iba al PP, pero la debacle es mayor de lo pronosticado tanto en Moncloa como en Ferraz, donde rechazaron en todo momento el ‘sorpasso’. El PSOE de Madrid se enfrenta a una nueva crisis y a una renovación inminente, según ha dicho el secretario de Organización, José Luis Ábalos, que ha admitido “sin paños calientes” los malos resultados.

“No nos parece que los resultados sean buenos y no los esperábamos”, ha reconocido Gabilondo en su comparecencia al filo de las 23 horas en la que ha felicitado a Isabel Díaz Ayuso por su victoria: “Confiábamos en que pudiera haberse abierto paso lo que planteábamos –ha dicho el aspirante sobre su apuesta por un debate ”moderado“– y esto obviamente no ha sido así, pero quiero decir que sigue siendo verdad al margen de cualquier resultado que los servicios públicos, las políticas públicas, son la mejor solución”. 

“Estemos donde estemos nos seguirán doliendo las colas del hambre, la pobreza y la desigualdad”, ha agregado Gabilondo, que ha dejado en el aire su futuro con esa expresión que ha repetido en varias ocasiones. El candidato socialista ha deseado “acierto” al Gobierno, que ha asumido que será de Ayuso con el apoyo de Vox dado que ha asegurado que su “modelo” es distinto. “Analizaremos lo sucedido y reflexionaremos”, ha dicho Gabilondo. Una de las cuestiones que asumen en la dirección regional y que reconocen que tendrán que analizar es el trasvase de voto que se ha producido del PSOE al PP. El mapa de la Comunidad de Madrid se ha teñido de azul a excepción de tres pequeños municipios.

Gabilondo ha comparecido rodeado de los miembros de la candidatura y el secretario general del PSOE de Madrid, José Manuel Franco, y el portavoz en el Ayuntamiento, Pepu Hernández, que le acompañaban en un ambiente desolador, aunque le recibieron con un aplauso en la sala del hotel de la calle Princesa en la que el PSOE de Madrid ha hecho el seguimiento de la noche electoral. En Ferraz estaba la cúpula del PSOE con Adriana Lastra, José Luis Ábalos, Carmen Calvo, Santos Cerdán y Félix Bolaños, que se desplazó posteriormente al hotel donde estaban los socialistas madrileños. 

Reflexión en el PSOE por la fuga de votos al PP

Ábalos ha comparecido inmediatamente después en la sede federal del partido, situada a unos 500 metros, y ha anunciado que los socialistas madrileños entran en proceso de renovación -el congreso está previsto para este otoño-. “Tenemos dos años para construir la alternativa progresista que Madrid necesita, sabremos aprovecharlo y nos ponemos a ello desde este mismo momento”, ha advertido el secretario de Organización. Sánchez hizo una lista a su medida precisamente pensando en la candidatura de 2023 y en su equipo más cercano admiten que hay una terna para seleccionar de ahí el futuro del PSOE de Madrid, que se adentra en su enésima crisis, aunque esta es la más grave al perder el liderazgo de la oposición. 

Por el momento el PSOE ha convocado a sus órganos de dirección este jueves. 

El del 4M es el primer gran revés electoral que encaja el PSOE de Sánchez desde que está en Moncloa –en las andaluzas la caída se achacó a Susana Díaz ya que los socialistas vencieron posteriormente en las generales, y la lectura de las vascas y gallegas tiene un componente diferente–. En la cúpula socialista intentan alejar la derrota de la esfera nacional, a pesar de que Ayuso, que ha sido durante la pandemia el principal azote de Sánchez desde el Gobierno regional, ha arrasado. El presidente, de hecho, pasó del cuerpo a cuerpo con Ayuso en el inicio de la contienda a reducir su presencia notablemente en la campaña –con tan solo tres mítines– y a ignorar a la candidata del PP. 

Sostienen en Ferraz que no es equiparable esta región al resto de España y que no anticipa un cambio de ciclo al que han señalado Ayuso y Pablo Casado en su celebración de la victoria y que temen en las filas socialistas ante futuros comicios, como los andaluces, que en principio serán los próximos en celebrarse. “Estas han sido unas elecciones en la Comunidad de Madrid y solo en esta comunidad –dijo Ábalos en la primera valoración de los resultados–. Esta es una comunidad muy importante, pero no representa al conjunto de España, al igual que tampoco la representaron los resultados recientes en unas elecciones autonómicas como por ejemplo en Catalunya donde, por cierto, el PP quedó como última fuerza parlamentaria superada en esa ocasión por Vox”.

Las causas de la derrota

La explicación del desplome es multifactorial en los cuarteles generales de Sánchez. Por un lado, en las filas socialistas consideran que no se ha hecho una buena campaña porque se comenzó mirando al centro para intentar conseguir parte del voto de Ciudadanos sin éxito -la estrategia sí funcionó en Catalunya- con un discurso alejado de la izquierda al plantear que no se tocaría la fiscalidad en la región más desigual de España. Y después se dio un “bandazo”, en palabras de dirigentes socialistas, al abrir los brazos a Pablo Iglesias, al que Gabilondo cerró la puerta siendo aún vicepresidente del Gobierno de Sánchez. 

La campaña vivió un punto de inflexión a raíz de las amenazas de muerte recibidas por varios miembros del Gobierno y Pablo Iglesias y los socialistas aprovecharon para situar el marco electoral en la disyuntiva “democracia o fascismo”, que consideran que moviliza más al electorado progresista. También se centraron en los feudos tradicionales de voto socialista confiados en que una gran participación era la única forma de arrebatar el poder a la derecha, pero un récord de movilización tampoco lo ha hecho posible. 

Pero la figura de Gabilondo y la federación madrileña también están en el foco. El candidato que estuvo en dos ocasiones a punto de conquistar la Puerta del Sol –una de ellas cuando la marca PSOE estaba en horas bajas en 2015– ha obtenido también su peor resultado. En las filas socialistas estaba en entredicho la labor de oposición de Gabilondo, con un perfil muy moderado y tranquilo. Además, estaba de salida con un destino claro: el Defensor del Pueblo. 

Ferraz ya ha dejado claro que tiene en la federación madrileña uno de sus puntos débiles tras la hecatombe del 4 de mayo y acometerá una renovación pronto. “El partido en Madrid es un desastre”, reconocen varios interlocutores socialistas de distinto rango. “El PSOE de Madrid tiene una estructura muy dañada”, dicen en el equipo de Gabilondo, en el que admiten que Más Madrid es un “competidor joven” que se ha “sabido mover”. 

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