Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Sánchez impulsa una regeneración que incluye una reforma del Poder Judicial
La fumata blanca de Sánchez: cinco días de aislamiento, pánico y disculpas al PSOE
Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz
CRÓNICA

Sánchez homenajeará a Zapatero como ejemplo de “orgullo socialista” en un acto de reivindicación del PSOE

José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez, en una imagen de archivo.

69

Una vez Pedro Sánchez contó que cuando su gobierno, en el primer mandato, distinguió a Mariano Rajoy con la Orden de Isabel la Católica y Carlos III, uno de sus ministros le telefoneó para preguntar dónde quería que le hicieran llegar la condecoración. Durante la conversación, el expresidente pidió que trasladara a su sucesor un mensaje de su parte: “Dile que lo mejor está por venir y que lo verdaderamente gratificante llegará cuando por fin sea ex”. Ese momento no ha llegado aún porque, contra todo pronóstico, Pedro Sánchez sigue en la Moncloa y con un Gobierno recién estrenado. Quienes le creían muerto (políticamente) tras el 23J tendrán que esperar y el PSOE ha decidido celebrar por todo lo alto su permanencia en el Ejecutivo. Será el próximo domingo. En la Feria de Madrid, Ifema, donde los socialistas acostumbran a convocar sus grandes citas y a exhibir músculo. 

“Orgullo de partido”, dicen en Ferraz, mientras sus adversarios dibujan a unas siglas malheridas al servicio de un presidente del que supuestamente abjuran sus cargos y su propio electorado. Los datos dicen lo contrario. Esto es que, a pesar de un supuesto desgaste del PSOE por el acuerdo con los independentistas catalanes y la ley de amnistía, lejos de perder apoyos orgánicos ha contabilizado más altas que bajas en afiliaciones en lo que va del 1 de octubre al 15 de noviembre. Son 1.440 nuevas altas frente a las 770 bajas voluntarias, según cifras de la Secretaría de Organización.

La federación que más nuevos militantes ha contabilizado ha sido Andalucía (422), seguida de Valencia (136), Extremadura (126) y Madrid (126). “Y algo habrá ayudado esa campaña de odio y bilis de las derechas, en las que muchos compañeros han sido señalados e insultados por el PP y Vox”, resume uno de los nuevos ministros que no piensa perderse la cita del próximo domingo.



El acto, inicialmente previsto para vindicar a Sánchez, a su Gobierno y al PSOE, se convertirá también en una reivindicación del papel que José Luis Rodríguez Zapatero ha jugado en los últimos meses en favor del actual secretario general. Presidente y expresidente subirán al escenario para mostrar una sintonía que el actual inquilino de la Moncloa no tiene con González ni con otros exdirigentes de la organización, cuyas voces se han prodigado por diferentes medios para zarandear a Sánchez.

La filosofía de Pepe Mujica

Y es que si en España hubiera que buscar a un expresidente inspirado en la filosofía de Pepe Mujica sobre las despedidas en política (“uno no se va para morir sino para vivir”, dijo el exmandatario uruguayo) ese sería Zapatero. La experiencia dice que a todos los demás les cuesta acostumbrarse al silencio atronador de los teléfonos que dejan de sonar. Y eso que todos prometieron que se marcharían en silencio, que no molestarían y que recuperarían el tiempo perdido con sus familias.

Los hechos acabaron desmintiendo sus palabras. Y el que no buscó influir en el rumbo de su partido, se entrometió en las decisiones de su sucesor o clamó contra las políticas de quienes ocuparon después sus puestos. Unos, entre bambalinas, y otros, a viva voz, todos reaparecen con la pretensión de que se les escuche, aunque acaben convertidos en un castigo para los que se quedan.

Zapatero nunca ha sido ajeno a lo que ocurre en su partido, le gusta consultar y ser consultado, es habitual de los conciliábulos y está al tanto de todos los movimientos. Pero si algo le distingue de González es que jamás ha vertido una sola crítica en público, le gustaran o no las decisiones de Sánchez, y siempre ha estado dónde se le ha pedido. Se le reclamó para que hiciera campaña y se recorriera España antes del 23J y visitó hasta la última federación socialista. Participó en más mítines que muchos de los ministros del Gobierno y que miembros de la Ejecutiva. Y no sólo eso. El expresidente ha jugado un papel decisivo en la negociación del PSOE con los independentistas para la investidura de Sánchez.

Cuentan los negociadores que la semana previa a anunciar el acuerdo con Junts, la negociación estuvo a punto de saltar por los aires cuando los socialistas cerraron el acuerdo con ERC y que fue él quién se fajó para que ambas partes retomaran las conversaciones y encarrilaran de nuevo el documento  que hizo posible investir a Sánchez.

El presidente y la dirección federal quiere agradecérselo ahora en público y por eso este martes, recién llegado de un viaje a China, Santos Cerdán se puso en contacto con él para pedirle que no faltara el domingo a la cita, ya que a propuesta del secretario de Organización, Sánchez había decidido que compartiera escenario él el próximo domingo. Así será. Sin teloneros y mano a mano. Una invitación que al parecer aceptó sin pensarlo.

“Siempre estaré allí donde me lo pidan”, suele decir el expresidente cuando se le pregunta por su partido en una demostración de que no todo el pasado cuando llama a la puerta, hay que ignorarlo porque es sólo historia. Zapatero es pasado, pero con Sánchez disfruta de su segunda vida política. Y está encantado de que así sea. Será por aquello que también decía Mujica de que el odio termina “estupidizando y destruye” y él nunca fue, a diferencia de otros, de conjugar ese verbo.

Etiquetas
stats