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Un artista de la Ópera de Londres saca una bandera de Palestina y el personal intenta quitársela
Los artistas de la ópera Il Trovatore, un drama de Verdi sobre amor, guerras y venganzas, habían finalizado su actuación en la Royal Opera de Londres este domingo y habían vuelto a escena para saludar al público, que aplaudía. En ese momento un miembro del coro, que se encontraba detrás de todos, en un lateral, muestra una bandera palestina.
Un hombre, aún sin identificar pero presumiblemente perteneciente al personal de la Ópera, surge furioso y trata de arrebatarle la enseña, golpeando por el camino a otro de los profesionales. La trifulca dura poco: el artista, ataviado con un casco con cuernos, se resiste, niega con la cabeza y vuelve a su posición de forma firme para mostrar de nuevo la enseña.
En un vídeo se ve cómo varios miembros del personal de la institución permanecen entre bastidores, intentando que el público no los vea, gritando al portador de la bandera, pero este permanece impasible. Su identidad tampoco ha sido aclarada aún.
La Royal Opera House ha calificado el incidente de “completamente inapropiado” y ha recalcado que “fue una acción espontánea y no autorizada”, según recoge la BBC, que cita a un portavoz de la institución. “No está en línea con nuestro compromiso con la imparcialidad política”.
No es la primera vez que en un evento público británico se exhiben símbolos palestinos o se lanzan proclamas a favor de Palestina o en contra de Israel. En la última edición del Festival de Glastonbury, celebrada a finales del pasado junio, el dúo punk Bob Vylan y el trío irlandés Kneecap emitieron cánticos contra el Ejército israelí y a favor del pueblo palestino, por lo que la Policía anunció la apertura de una investigación.
Kneecap también llevó sus mensajes políticos al BBK Live de Bilbao de hace apenas diez días, donde la organización afirmó que “siempre habraÌ espacio para las voces que incomodan”. El grupo de Belfast explicó en una entrevista a elDiario.es que en Palestina “están tratando de eliminar su cultura, de eliminarlos como raza”.
La causa palestina también se defendió en el FIB por parte del grupo Love of Lesbian. El líder de la banda, Santi Balmes, reivindicó durante su concierto que “si un pueblo que hace 80 años fue víctima de un genocidio y ahora en el siglo XXI comete otro, tiene un problema de memoria y por el camino ha perdido la humanidad”.