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La Policía blinda el domicilio de Jesús Posada ante un escrache

Varios centenares de personas han acudido al escrache frente al domicilio del presidente del Congreso / Twitter @cebotwit

eldiario.es/agencias

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca había anunciado que continuaría con los escraches a pesar de las multas a los asistentes y así ha sido. La policía ha bloqueado a los dos centenares de personas que querían acudir hasta el domicilio del presidente del Congreso, Jesús Posada, en un escrache que ha comenzado a las 18:00 horas en la confluencia de las calles Serrano y Lagasca.

Al grito de “No se negocia la ILP” y coreando lemas a favor de la dación en pago y el derecho a la vivienda cerca de dos centenares de personas han recorrido la calle Goya, en el barrio de Salamanca de Madrid, hasta que un cordón compuesto por ocho furgones de la Policía Nacional y con apoyo de agentes de la policía municipal les ha impedido el paso.

Los asistentes han sido encerrados por otro grupo de agentes que les ha cortado la salida momento en el que megáfono en mano han comunicado que el objetivo del escrache era el presidente del Congreso. Después de que varios afectados por los desahucios hayan explicado su situación personal, los organizadores han dado por terminada la protesta. La Policía ha identificado a varios de los asistentes, así como a varios periodistas.

Posada reafirma su condena a los escraches

El presidente del Congreso, Jesús Posada, sigue pensando, tras sufrir un intento de escrache en su domicilio por parte de activistas antidesahucios, que las acciones de protesta en casas de políticos, periodistas o jueces son actos “antidemocráticos”. Así lo han asegurado a Europa Press fuentes cercanas a la tercera autoridad del Estado tras lo sucedido esta tarde.

Posada afirmó el 2 de abril que la democracia es que los diputados elegidos puedan determinar “en conciencia” qué es lo que deben votar en cada caso, de la misma forma que “un juez en conciencia dicta una sentencia o un periodista en conciencia escribe sus artículos o hace sus entrevistas”. “Y violentar esa conciencia me parece absolutamente antidemocrático y estoy en contra”, resumió.

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