En este faro de las Islas Canarias estaba el Meridiano Cero hasta que se cambió por el de Greenwich

Imagen del faro situado en el antiguo Meridiano Cero

Alberto Gómez

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La isla de El Hierro, en el archipiélago canario, es también conocida como la Isla del Meridiano. Y es que este punto de nuestra geografía, concretamente en el lugar donde se ubica el Faro de Orchilla, era de gran relevancia para la navegación mundial y la cartografía: aquí se estableció el Meridiano Cero mucho antes de que se acordara fijarlo en la ciudad inglesa de Greenwich.

Aunque se trata de una construcción relativamente moderna, el Faro de Orchilla es el edificio civil más importante de la isla de El Hierro y un símbolo de este legado. El edificio actual fue edificado entre 1924 y 1933 con piedra de cantería traída desde Arucas, en Gran Canaria. Está situado en Punta Orchilla, el punto más occidental de las Islas Canarias. Un lugar donde se ha erigido un monumento en recuerdo del Meridiano de El Hierro, que fue origen de longitudes en la cartografía de diversos países europeos hasta mediados del siglo XIX.

¿Por qué El Hierro fue el Meridiano Cero?

La elección de un meridiano de referencia ha sido una necesidad cartográfica conocida desde la Antigüedad para fijar la longitud de cualquier lugar en los mapas. El Hierro obtuvo este estatus por varias razones históricas y geográficas. En primer lugar, Punta Orchilla era considerada como el límite del mundo conocido desde el siglo II d.C. y hasta el descubrimiento de América en 1492. El geógrafo clásico Claudio Ptolomeo (90-168 d.C.), el principal exponente de la cartografía clásica, estableció que el primer meridiano debía pasar al Occidente de las Makárón nésoi (Islas Afortunadas), que se identifican con las actuales Islas Canarias, dada su proximidad a África y los conocimientos náuticos de la época. En los primeros mapas de las tierras exploradas realizados por la Escuela Alejandrina y Ptolomeo, el meridiano cero pasaba por lo que ahora se conoce como Punta Orchilla.

A lo largo de los siglos XVI y XVII, muchos mapas posteriores siguieron utilizando el meridiano de Orchilla como Meridiano Cero, sirviendo como punto de referencia mundial para la navegación. Y en el siglo XVII, el cardenal Richelieu y el rey de Francia Luis XIII convocaron una asamblea en París con expertos matemáticos, que acordaron que el primer meridiano se fijara en la parte más occidental de las Canarias, y específicamente en la “Isle-de-Fer” (El Hierro), por ser la más occidental de estas islas. Esta decisión tenía, además de un carácter científico, un posible móvil político para liberalizar la navegación y el comercio al Norte del Trópico de Cáncer y al Oeste de este meridiano.

Cuando Greenwich le quita el título

La sustitución del meridiano de El Hierro por el de Greenwich fue el resultado de avances científicos, tecnológicos y un consenso internacional impulsado por la necesidad de una mayor precisión en la navegación, principalmente por la dificultad tecnológica para determinar con precisión la longitud en el mar, un problema más complejo y lento que la latitud. Para medirlo se usaban métodos como el reloj portátil o la observación de los eclipses de los satélites de Júpiter (propuesto por Galileo), pero eran inexactos o difíciles de aplicar en el mar.

A mediados del siglo XVIII, se lograron avances tecnológicos cruciales en la cronometría marina de precisión, que permitían calcular la longitud con un error mínimo. Paralelamente, se perfeccionó el método de las distancias lunares con nuevos aparatos como el octante y el sextante. Además, el Observatorio de Greenwich había sido creado en 1675 por orden de Carlos II de Inglaterra con el propósito explícito de “rectificar las tablas de los movimientos de los cielos y de las posiciones de las estrellas fijas, a fin de determinar en la mar la tan deseada longitud”. Desde 1676, los levantamientos cartográficos ingleses comenzaron a referir la longitud al meridiano de Greenwich.

La combinación de estos avances tecnológicos y la disponibilidad de almanaques náuticos basados en Greenwich hizo que la mayoría de los navegantes comenzaran a utilizar esta referencia de forma práctica. Finalmente, en 1884, se celebró en Washington una Conferencia Internacional sobre el Meridiano donde, después de muchos debates, 26 países votaron a favor de la elección de Greenwich como el nuevo meridiano mundial.

Aunque hubo cierta resistencia por parte de algunos países, como Francia (que lo llamó “meridiano de mayor clientela” o una “prepotencia de tipo imperialista”), la adopción de Greenwich se consolidó debido a su uso generalizado y al consenso científico. El Hierro, aunque dejó de ser el meridiano cero oficial, permanece en la historia como el punto de referencia de longitudes en más de mil mapas históricos, un testimonio de su papel fundamental en la geografía del mundo conocido durante siglos.

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