España, “totalmente descolgada” de los países europeos en I+D, según Cotec

Ninguna empresa, institución o país que aspire al liderazgo puede “dar la espalda” a la I+D, afirma la Fundación Cotec, que señala que España se ha quedado “totalmente descolgada” de los países de su entorno: sigue sin recuperar los niveles de inversión en ciencia de 2009 (está un 9,1% por debajo).

Por el contrario, los países de la Unión Europea han superado “de forma clara” estos niveles -de media están un 27% por encima-, por lo que España es, junto a Finlandia y Portugal, “una excepción”.

Estas son algunas de las conclusiones del último informe de la Fundación Cotec para la Innovación, que se presenta hoy en un acto presidido por Felipe VI y que, entre otros, repasa la ejecución del presupuesto público en I+D: uno de cada dos euros no se ejecutan.

“Un año más, por desgracia, los datos -en su mayoría de 2016- muestran que la I+D no está acompañando al crecimiento económico de nuestro país”, resume Cotec, que lamenta que, si bien algunas cifras mejoran ligeramente, la subida de la inversión se mantiene por sexto año consecutivo por debajo del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), lo que “nos aleja otra vez” de los países de la UE.

La fundación presidida por la exministra socialista de Ciencia Cristina Garmendia analiza en este documento los últimos datos publicados del ejercicio 2016 y algunas cifras avanzadas correspondientes a 2017; para ello usa, en su mayoría, cifras del Instituto Nacional de Estadística, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Intervención General de la Administración del Estado y datos propios.

Según este documento, el “leve incremento” del conjunto de la inversión en I+D durante 2016 se debe al empuje del sector privado que “ha conseguido compensar una inversión pública en retroceso”.

Sin embargo, esto no ha sido suficiente para frenar la caída en el esfuerzo empresarial en I+D en relación al PIB iniciada en 2008.

España es, a día de hoy, uno de los países desarrollados que en relación con su PIB presenta “menor apoyo público a la ciencia, tecnología e innovación en el sector privado -puesto 22 de los países OCDE-”, según Cotec, que añade que el peso del sector privado en el total de la I+D es del 48% cuando la media europea es del 55%.

En este sentido, recuerda que las administraciones son las encargadas de crear las condiciones de entorno: regulación, fiscalidad y entorno financiero, educativo y cultural.

El informe dedica un apartado a la ejecución del presupuesto: de las cinco grandes economías de Europa, España es la única que no ha recuperado los niveles de ejecución de gasto en I+D del sector público ni del empresarial previos a la crisis económica.

La I+D+i es la partida que menor tasa de ejecución presupuestaria registra entre las 25 principales políticas del Gobierno, y es la única que en 2017 se situó por debajo del 30%, según Cotec; le siguieron en menor porcentaje de aplicación las políticas de comercio, turismo y pymes (38,6%) e industria y energía (63,1%).

El Gobierno defiende que la mayoría de la no ejecución en I+D es en el apartado del gasto financiero -préstamos y anticipos- y no en el capítulo de subvenciones del que dependen las actuaciones de los organismos públicos de investigación, las cuotas a organismos internacionales y mayoritariamente los recursos humanos.

El propio informe de Cotec señala que en los últimos años se ha registrado un elevado grado de cumplimiento presupuestario en el apartado de subvenciones, siempre por encima del 84%, aunque advierte de que también se ha producido un “progresivo escoramiento del presupuesto” hacia el gasto financiero -principalmente el que no se ejecuta-.

Según Cotec, en las comunidades se ha registrado un menor recorte presupuestario acumulado en I+D desde el inicio de la crisis (del 7,5% frente al 30% del agregado del Estado y organismos y agencias), así como unos mayores niveles de ejecución (más del 70%).

Por todo esto, la fundación recomienda revisar las políticas de innovación, sus instrumentos, los fondos que se destinan a ellas y los medios humanos y tecnológicos que se dedican a su gestión.