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Sobre este blog

UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.

Proteger, acompañar, sostener la esperanza: el papel de UNRWA entre la población desplazada de Gaza

Franja de Gaza
Anisa Abu Al-Atta en la escuela Daraj, en el centro de la ciudad de Gaza.

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En el patio de una escuela, cubierto por una gran lona blanca, decenas de personas esperan sentadas en una hilera formada por bancos de madera. A pesar de la incomodidad, conseguir un asiento puede considerarse un privilegio en medio del hacinamiento, ya que varias decenas de personas más se ven obligadas a permanecer de pie durante horas frente a un punto médico instalado por la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) dentro de un aula en la escuela primaria mixta de Daraj, en el centro de la ciudad de Gaza.

En una pared lateral, Anisa Abu Al-Atta, de 77 años, apoya la cabeza mientras espera con impaciencia a que la enfermera diga su nombre para poder ser atendida. “Soy mayor y padezco varias enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes”, asegura Anisa. “Gracias a que esta pequeña clínica funciona, puedo consultar a un médico y recibir tratamiento de forma gratuita. Sin esta clínica, me enfrentaría a graves problemas de salud, ya que no puedo permitirme ir a una clínica privada ni comprar mis medicamentos”, continúa.

Anisa no pudo recibir tratamiento regular durante los dos años de ofensiva, ya que fue desplazada de su hogar en el barrio de Shuja’iyya, al este de la ciudad de Gaza, a la escuela Daraj, en el centro de la misma, y después a otros lugares debido a las continuas órdenes de desplazamiento emitidas por el ejército israelí. Ahora, ha logrado cierta estabilidad en el acceso a la atención sanitaria gracias a la existencia de este punto médico.

Las escuelas de UNRWA convertidas en refugios y clínicas médicas

“He estado refugiada en esta escuela durante muchos meses después de perder mi casa y a todos mis familiares. No tenía otro lugar donde vivir salvo una pequeña tienda dentro de esta escuela. A pesar de las condiciones de vida extremadamente difíciles, siento cierto alivio al no tener que salir ni caminar largas distancias para recibir atención médica, ya que, afortunadamente, la clínica está ubicada en el lugar donde me encuentro desplazada”, explica Anisa.

Desde octubre de 2023, UNRWA ha transformado sus escuelas en refugios que han acogido y continúan acogiendo a decenas de miles de personas desplazadas en toda la Franja. Según los últimos datos, más de 75.000 personas desplazadas residen actualmente en aproximadamente 85 edificios de la Agencia.

Durante este tiempo, UNRWA ha establecido un centenar de puntos médicos en diversos refugios y en sus inmediaciones para prestar servicios a todas las personas, tanto a quienes están desplazadas dentro del refugio escolar como a quienes viven fuera de él.

“Aquí encontramos todo tipo de profesionales médicos: médicos generales, ginecólogos, pediatras… incluso dentistas. Me sorprendió que mi hijo mayor, que padece un trastorno del nervio vestibular, pudiera encontrar un médico que lo atendiera y le recetara la medicación adecuada”, continúa Anisa. Tanto ella como su hijo pueden recibir la mayor parte de la atención y los tratamientos que necesitan en esta clínica de UNRWA, aunque a veces tengan que esperar varias horas para ser atendidos.

En algunos casos, sin embargo, la espera no garantiza el acceso a determinados analgésicos, pomadas para quemaduras o cremas para erupciones cutáneas. “Algunos medicamentos no pueden introducirse en grandes cantidades, por lo que se agotan rápidamente”, asegura Anisa.

Suha Rahim y su hijo en la escuela Daraj, en el centro de la ciudad de Gaza.

Una habitación pequeña para más de 10 personas

En la misma escuela, Suha Rahim, de 40 años, vive con 12 miembros de su familia. Rahim no ha podido regresar a su hogar en el norte de Gaza, no solo porque su casa ha sido destruida y la mayoría de su familia extensa ha sido asesinada, sino también porque la zona permanece bajo control militar israelí en virtud del acuerdo de alto el fuego.

“Mi familia y yo vivimos en una habitación pequeña que antes era un aula. Dormimos, cocinamos, nos lavamos y vamos al servicio en un pequeño rincón que hemos acondicionado como cuarto de baño”, explica Suha.

“A pesar del hacinamiento, las personas que encuentran sitio aquí se consideran afortunadas en comparación con otras que viven en tiendas deterioradas en las calles, especialmente durante las olas de frío invernal que llegan a nuestra ciudad”, añade.

Suha explica que estar en un refugio de UNRWA ofrece cierto alivio frente a las dificultades provocadas por la violencia y el desplazamiento, ya que en estos refugios tienen acceso a alojamiento, agua, algo de ayuda alimentaria y a los servicios médicos y educativos que UNRWA presta de manera regular.

A pesar de las restricciones impuestas por Israel, la Agencia ha continuado proporcionando servicios esenciales en toda la Franja desde el inicio de la ofensiva, incluidos refugio, agua, saneamiento e higiene, servicios de salud, aprendizaje a distancia y, más recientemente, un regreso gradual a la educación presencial.

Mi hija volverá a la escuela

“Durante los dos años de guerra, mis hijos no pudieron asistir a la escuela. Los bombardeos y el desplazamiento hicieron que fuera imposible que se centraran en la educación. Estaban ocupados con las duras realidades de la vida cotidiana, como buscar y transportar agua, buscar comida o encender leña… sin dejar tiempo para el estudio”, continúa Suha.

La ofensiva israelí ha dañado o destruido más del 97% de las escuelas en la franja de Gaza, privando de su derecho a la educación a unos 660.000 niños y niñas. Ante esta situación, en enero de 2025, UNRWA puso en marcha un programa de aprendizaje a distancia, en el que se inscribieron más de 277.000 estudiantes para recibir clases online de asignaturas básicas. Sin embargo, un gran número de niños y niñas en edad escolar no pudo incorporarse al programa debido a las difíciles condiciones de vida, la falta de smartphones u ordenadores portátiles o la falta de acceso a internet.

Suha cuenta que su hija pequeña estaba entre quienes no pudieron acceder al aprendizaje a distancia, pero gracias a la ampliación de los servicios de educación presencial de UNRWA en algunas escuelas tras la entrada en vigor del alto el fuego, ahora podrá volver a las clases.

“No hay manera de describir mi felicidad al ver a mi hija ponerse la mochila y volver a la escuela después de una interrupción de dos años. Creo que la educación no es negociable, especialmente después de lo que los niños y niñas han soportado. La escolarización presencial le dará una nueva oportunidad, después de haberle sido negado el acceso a la educación en línea debido a las circunstancias y a la falta de un teléfono móvil”, añade Suha.

Desde octubre de 2023, la población de Gaza vive en condiciones trágicas marcadas por las enormes pérdidas, humanas y materiales, y la destrucción generalizada de todo lo esencial.

Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 70.000 personas han sido asesinadas y más de 170.000 han resultado heridas, mientras que alrededor del 90% de la población ha sido desplazada al menos una vez. Los ataques aéreos israelíes han destruido aproximadamente nueve de cada diez viviendas, forzando a cientos de miles de personas a vivir en refugios y tiendas improvisadas, una situación que ha intensificado su sufrimiento, especialmente durante los meses de invierno.

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UNRWA es la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Medio. Desde 1949 trabajamos para proporcionar asistencia, protección y defensa a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Palestina, que representan más de la quinta parte de los refugiados del mundo y que actualmente viven en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria y el territorio Palestino ocupado (la franja de Gaza y Cisjordania), a la espera de una solución pacífica y duradera a su difícil situación.

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