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Teatralidad y engaño

Candidatos a las elecciones de Andalucía 2018

Antón Losada

En la colosal película The Dark Knight Rises que cierra la imprescindible trilogía del caballero oscuro de Cristopher Nolan, justo antes de infligirle a Batman la mayor derrota de su vida, el villano Bane le explica que no le impresionan sus trucos porque “la teatralidad y el engaño son armas poderosas para los no iniciados, pero nosotros somos iniciados”. Nosotros también lo somos y tampoco nos engañan los tres días de teatralidad y engaño desatados por nuestros partidos políticos tras las elecciones andaluzas. Todos llegaron a la cita con las urnas convencidos que Vox era muy malo para todos los demás y muy bueno para ellos y siguen creyendo lo mismo; a pesar de la abrumadora evidencia de lo malo que ha sido y será para todos.

La izquierda sigue instalada en la idea de que agitar el miedo a la extrema derecha será su mejor combustible para las elecciones que vienen. Si no puedes movilizarlos con tus políticas, movilízalos con sus miedos; esa parece ser la estrategia. Porque para justificar que más de seiscientos mil votantes de izquierda se quedaran en casa no tienen una explicación, pero si culpables a quienes señalar: Susana Díaz, que hizo una mala campaña, y los comunistas, que no querían el pacto con Podemos. Hemos estirado tanto la palabra “facha” que ya no sabemos qué hacer cuando nos encontramos con uno de verdad y mucha gente ya no sabe reconocerlos o por qué debe andar prevenido.

Ciudadanos aún no se ha enterado que venía para liderar el cambio pero se ha quedado en bisagra. No les queda más remedio que investir con sus votos a Juan Moreno. Pactar con el PSOE o forzar unas segundas elecciones sería suicida para los naranjas, es lo que pasa cuando has llegado a los 21 diputados prometiendo echar a los socialistas. Los naranjas aún no lo saben pero Andalucía ha anticipado cuál será su futuro en las siguientes elecciones: quedar por detrás del PP y convertirse en la muleta útil que le permita blanquear el apoyo de la extrema derecha incluso en Europa.

En el Partido Popular andan encantados con Vox y se les nota porque están convencidos que, lejos de suponerles un problema, todo van a ser ventajas. Cierto que ha dividido el voto de la derecha, pero aún es más cierto que ha atraído a mucha más gente de derechas a votar y lo que cuenta es la suma final. A Pablo Casado y a su mentor, José María Aznar, les guía el convencimiento de que, cuando realmente esté en juego si gobierna la derecha o la izquierda en España, esos votantes volverán a casa; solo hay que mantenerlos cerca y decirles lo que quieren escuchar. Para los populares, Vox es la palanca útil que les va a permitir recuperar o mantener muchos gobiernos municipales y autonómicos. Rechazar sus votos no es una opción, es el camino de vuelta al poder.

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