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Cuarenta años después de su asesinato, las hermanas de García Caparrós luchan por la reapertura del caso

Andaluces celebran los resultados del referéndum por la autonomía

Néstor Cenizo

Después de aguantar 40 años de puertas cerradas, investigaciones en las que no se investiga y silencios reincidentes, la familia de un muchacho asesinado por portar una bandera sigue buscando algo de luz. Aquel muchacho de 19 años, Manuel José García Caparrós, murió de un tiro en Málaga el 4 de diciembre de 1977, cuando decenas de miles de andaluces salieron a la calle a pedir autonomía  en Andalucía y libertad, y él encontró la muerte. Sus hermanas han escrito una carta pidiendo que se reabra el caso y avanzando que la intención de la familia es “hacer todo lo posible” para que alguien les dé lo que llevan décadas pidiendo: justicia.

La carta, adelantada el miércoles por InfoLibre, muestra una voluntad que no se ha quebrado en cuarenta años. Los padres de García Caparrós fallecieron buscando respuestas y sus hermanas recogieron el testigo, pero ahora ese tesón se acompañará de varias iniciativas políticas. Eva García Sempere, diputada de Unidos Podemos por Málaga, pedirá en el Congreso las actas de la comisión de investigación que desaparecieron y ya hay fijados encuentros de las hermanas García Caparrós en el Parlamento de Navarra, el 7 de abril, y el catalán, el 27 de febrero. El 23 de febrero entregarán la carta al Presidente del Parlamento Andaluz, donde se reunirán con los grupos políticos. Desde el PCA se asegura que se presentarán mociones en los municipios donde cuenten con concejales.

La bala desaparecida

García Caparrós murió porque alguien disparó una bala que luego desapareció, como desaparecieron dos de las actas de la comisión de investigación del Congreso. De la bala se supo que procedía de un arma policial y la comisión la presidió Juan Rovira, alto cargo del franquismo. Un ATS le dijo al padre del muchacho que su hijo estaba herido cuando yacía en el Hospital Carlos Haya, ya cadáver, bajo una sábana. Así lo encontró aquel padre. “Era todo mentira”, recordaba Dolores el año pasado, en conversación con eldiario.es/Andalucía. Aquel día la hermana de Manuel José llevaba en su cartera, como siempre, el carné y la foto de su hermano.

En conversación con este medio, Dolores García Caparrós explica que deben el esfuerzo a sus padres y califica la investigación oficial que en su día se siguió de “basura”. “Mis padres se fueron con la pena de que nadie pidiera perdón por un hijo al que asesinaron a sangre fría”, recuerda. “Pero poquito a poco se va llegando. Lo que no podemos consentir es que quede en el olvido. Lo único que llevaban eran banderas, y más nada. Sólo naranjas de los árboles y con eso no matas a nadie. Las pistolas sí matan”, lamenta. Ni se localizó al asesino, ni se investigó quién dio la orden de disparar.

“A partir de entonces nuestra familia vivió un calvario. Nos cambió la vida”, recuerdan las hermanas en la carta que entregarán a los políticos. En ese documento las hermanas muestran su “indignación” por la falta de voluntad política para esclarecer el asesinato, piden una ley que permita la reapertura de estos casos y reclaman una nueva investigación de esta y otras muertes por violencia policial.

Eva García Sempere, diputada de Unidos Podemos, pedirá en el Congreso la entrega de las actas el próximo 3 de marzo. Le acompañarán las hermanas del joven. “Todo apunta a que había poco interés en investigar”, opina: “En el 40 aniversario, ya es momento de buscar las actas. Si están protegiendo algo, ya se puede desproteger”. 

Reivindicado en los últimos años 

Dolores García Caparrós cree que los reconocimientos a su hermano han vencido un tabú de décadas, y que ahora “su memoria es más fuerte”. Durante estos años de vacío institucional se han ido acumulando los reconocimientos sociales: placas, nombramientos como hijo adoptivo, homenajes, pero nunca la reapertura del caso.

La aprobación de la Ley Foral Navarra de víctimas de la violencia policial y de extrema derecha (actualmente recurrida ante el Tribunal Constitucional) y la reapertura de la investigación por el asesinato de un guardia civil y su pareja en 1979 han motivado a las hermanas. García Sempere explica que estudiarán la futura resolución del Tribunal Constitucional para valorar una iniciativa parlamentaria que permita reparar y reconocer a las víctimas del post-franquismo.

Las hermanas sumaron también un refuerzo emocional: el estreno el pasado 4 de diciembre del documental García Caparrós, memoria de nuestra lucha (producido por la cooperativa Atrapasueños) les sirvió para comprobar que no están solas y que el interés por que se depuren responsabilidades crece. El productor y guionista de la película, Joaquín Recio, cree que la inercia institucional de los partidos políticos ha impedido, hasta ahora, escuchar las demandas de la familia: “La idea es ir construyendo un marco de escucha hacia una petición que ha estado silenciada durante 40 años. ¿Están para los derechos humanos o para tapar los muertos?”.

Dolores, desde su bar de Fuengirola, dice que han tenido paciencia durante 40 años y que volverá a tirar de ella hasta que se investigue de verdad quién mató a Manuel José García Caparrós: “Sé que en el camino nos van a poner muchas piedras, muros como el que van a poner en Estados Unidos, pero lo saltaremos y seguiremos adelante”.

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