Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Un museo de abracadabra

Pepe Lirrojo y Pepín Banzo, en El Sótano Mágico. Foto: Juan Manzanara

Óscar Senar Canalís / Óscar Senar

Zaragoza —

Cruzar sus puertas es entrar en otro mundo. Cartas, bolas, pañuelos, monedas... Aquí todo puede darte una sorpresa. El Sótano Mágico, en la zaragozana calle San Pablo, lleva ya casi un año ofreciendo semanalmente espectáculos de ilusionismo, bajo la dirección de los magos Pepín Banzo y Pepe Lirrojo. Su proyecto da ahora un paso más: en breve tienen previsto abrir el Museo de la Magia Aragonesa, un espacio en el que rendirán homenaje a los mejores prestidigitadores de la tierra

La idea de El Sótano Mágico y del Museo de la Magia Aragonesa surgió en un lugar tan improbable como Irlanda. “Estábamos de vacaciones juntos y nos dio por soñar despiertos. En Zaragoza no había ninguna sala de este tipo, y se desconocía la gran tradición de magos aragoneses existente, así que... ¿Por qué no crearlo nosotros?”, explican Pepín y Pepe. En diciembre de 2014 abrieron las puertas como local de espectáculos y cafetería, y desde entonces han pasado por su escenario ilusionistas como el considerado mejor mago de cerca del mundo, Dani DaOrtiz, o el multipremiado experto en magia cómica Mad Martín.

El local, ambientado con estética 'steampunk', ocupa el bajo de una de esas antiguas casas del Gancho que respiran historia. Tras una puerta, unas escaleras conducen hasta un enorme subterráneo abovedado en el que poco a poco está cobrando forma lo que será el Museo de la Magia Aragonesa. Aquí y allá ya se pueden ver elementos como maletas, camisas de fuerza para escapismos, tubos mágicos, monedas de dólar... O las más sorprendentes cama de fakir, escalera de sables y juego de catanas, pertenecientes a la colección del turiasonense Enrique Arellano, más conocido por su nombre artístico Rahma Khan.

Sin embargo, si se le pregunta por la 'joya de la corona' del futuro museo, Pepe Lirrojo se acerca a un estante y coge un pequeño coche de metacrilato: “Es el auto original de Simeón Morlas, el gran mago de los años 60, con el que realizaba el truco de averiguar la carta que había elegido alguien del público. Él introdujo este modelo transparente, que todavía hoy se comercializa como el 'Morlas car'”.

Rahma Khan y Morlas son solo dos de los muchos magos que ha dado Aragón, siguiendo la estela del precursor Florences Gili. Nacido en Tamarite de Litera (Huesca) en 1872, este artista recorrió medio mundo mostrando sus juegos de prestidigitación ante reyes, y es el único ilusionista que cuenta con un monumento en España, en su localidad natal. Pepín y Pepe citan también a otros maestros aragoneses: el mago cómico Peter Diz, el televisivo Pepe Carrol, Javier Antón (Premio Mundial de la Magia en 1985) o Rayers Sam, un oscense que llevó hasta Japón su espectáculo de conducción a ciegas.

El museo todavía no tiene fecha definitiva de apertura, pero sus responsables ya adelantan que en un primer momento la forma de acceder será a través de visitas guiadas para grupos cerrados.

Etiquetas
stats