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El cereal se enfrenta a una caída de precio de hasta 30 euros por tonelada

Cereal castellano-manchego

Francisca Bravo Miranda

Las principales asociaciones agrarias de Castilla-La Mancha, ASAJA, UPA, COAG y Cooperativas Agroalimentarias, acompañaron a Francisco Martínez Arroyo en un desayuno informativo que sirvió como instancia para exponer los problemas y reivindicaciones de los distintos sectores agrícolas, ganaderos y agroalimentarios de la región. Los cuatro representantes coincidieron en que la relación con la Consejería ha mejorado notablemente en este primer año de legislatura, pero existen ámbitos específicos en los que trabajar.

El representante de Coordinadora Agraria de Castilla-La Mancha, Estanislao Galvéz, ha hecho especial énfasis en la situación actual del cereal en la región. En este sentido, ha querido advertir de que, si bien se prevé un buen año de cosecha para la región, en comparación con otros años en que fueron “poco menos que catastróficas” el problema de los precios “bastante deficientes” se mantiene. “Las importaciones que vienen a nuestro país con unos precios muy bajos para el productor. Estábamos perdiendo dinero”, explicó.

Galvéz ha anunciado que los precios de los cereales por tonelada han bajado de una manera que “no tiene explicación” y que las variaciones a la baja del producto pueden variar de los 12 euros a casi los 30 por tonelada. “El problema es tremendo”, aseguró el agricultor, quien aseguró que los agricultores podrán “defenderse” gracias al número de kilos, pero que esperaban poder “levantar la cabeza” con la cosecha de este año.

Francisco Martínez Arroyo reconoció el problema, y calificando el cereal como el “producto estrella”, aseguró que la Política Agraria Común es clave para que el sector sobreviva. “Es esta la importancia de que las políticas comunitarias sigan en el futuro y que no se vean condicionadas”, señaló el consejero. En este sentido, abogó por trabajar para el desarrollo de la PAC, debido a su repercusión en el sector agrícola.

El problema del agua

Julián Morcillo, secretario de la Unión de Pequeños Agricultores, recalcó que el agua sigue siendo un problema latente en Castilla-La Mancha y pidió al nuevo Gobierno que arregle el proceso de planificación, recordando los recursos que se han impuesto contra los diferentes planes de cuenca tanto desde la Administración como de su asociación. Morcillo destacó la situación del río Guadiana, que es donde se encuentra la “mitad del regadío” de Castilla-La Mancha y abogó por conseguir un acuerdo mediante la vía del consenso o establecer alguna estrategia dentro de Castilla-La Mancha.

Por otro lado, Morcillo recordó que solicitarán de forma “inminente” el incremento en la dotación de los jóvenes en el Programa de Desarrollo Rural y que también harán especial énfasis en la ganadería en extensivo, ya que ganaderos castellano-manchegos quedaron fuera de la convocatoria de 2015. Ángel Villafranca de Cooperativas Agroalimentarias señaló que, si bien agradecen la “nueva etapa de diálogo”, esperaban “más resultados encima de la mesa” por parte de la Consejería para trabajar “con más ganas”.

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