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Sobre este blog

Este blog se ocupará de las series más influyentes del momento, recomendará otras que pasan más desapercibidas y rastreará esas curiosidades que solo ocurren detrás de las cámaras.

La revolución de 'Transparent'

Jeffrey Tambor, en 'Transparent'

Miriam Lagoa Vidal

La temporada de estrenos otoñales ya ha coronado a su ganadora. Transparent tenía unos cuantos factores para por lo menos llamar la atención pero la calidad que ha demostrado en su primera temporada, la valentía con la que ha abordado muchos temas que eran secundarios y casi testimoniales en otras series y el trabajo de su reparto encabezado por Jeffrey Tambor han hecho que se gane un puesto de honor en las listas de las mejores series de 2014, que estos días empiezan a multiplicarse por todas partes.

Transparent llegaba con la etiqueta de indie, algo que siempre da un halo de prestigio pero que obliga a pagar como tributo asumir una cuota menor de audiencia potencial. La serie (disponible en Movistar Series desde el 10 de diciembre) tiene un claro aroma independiente y presume de ello, pero más allá de etiquetas también demuestra la madurez en la que se ha instalado la ficción televisiva y las infinitas posibilidades que ofrece la entrada de nuevos actores en el terreno de la producción de series. En su caso ha sido Amazon, que se asomó el año pasado con la sátira política Alpha House (también disponible en Movistar Series) y se ha consolidado este 2014 con Transparent.

El protagonista de la historia es Mort, un profesor universitario que durante 30 años ha vivido una gran mentira camuflada bajo una doble vida. Cuando se jubila siente que por fin ha llegado el momento de contarle a todo el mundo que siempre se ha sentido mujer y que a partir de ahora empezará vivir como tal. El disfraz de Mort deja paso a la verdadera Maura.

La gran revolución de Transparent es que no es una serie sobre la transexualidad sino que la transformación que emprende Mort (Jeffrey Tambor) es la premisa que introduce a la historia en el particular universo de la familia Pfefferman. Primos lejanos de los Fisher, Jill Soloway es la creadora de Transparent y fue guionista de A dos metros bajo tierra, los tres hijos de Mort son tres vecinos del Los Angeles más elitista, inmaduros, egoístas y adictos a desayunarse todas las mañanas unas cuantas dosis de crisis existencial.

“Son tan egoístas. No sé cómo crié a tres personas que no son capaces de ver más allá de sí mismos” dice de ellos con amargura su padre. Sarah (Amy Landecker), la mayor, es la primera en conocer el secreto de Mort, la que mejor lo digiere y la que lo tomará como la excusa para romper la imagen de vida ideal que parecía llevar hasta ese momento. Casada y madre de dos hijos lo deja todo cuando se reencuentra con una compañera de universidad. Ali (Gaby Hoffmann), la pequeña y la más dependiente emocional y económicamente de su familia, se sumirá casi por efecto contagio en la misma batalla que había estado librando su padre durante los últimos 30 años. Quien se lo tomará peor será Josh (Jay Duplass), el hijo mediano, un productor musical snob y obsesionado con encontrar a la mujer de su vida.

Para Amy Landercker, una de las cosas más interesantes de Transparent, más allá del viaje en el que se embarca Mort/Maura, es cómo afecta a la dinámica de una familia que ya era disfuncional. “La dinámica cambia por completo. Los hermanos establecen entre ellos nuevas relaciones e incluso surgieron de repente durante el rodaje, cuando nos dimos cuenta que en muchas escenas entre dos de ellos siempre flotaba la sensación de que estaban conspirando contra el tercero. También está el papel que adopta Judith, la madre, cuando Maura la suplanta como matriarca del clan. Es una madre casi ausente y son los hijos los que se comportan de una forma maternal con ella”.

Para Landecker los protagonistas no son solo personajes de un guión que cobra vida en la pantalla, son personas que sufren y se desnudan emocionalmente ante el espectador. De la misma forma que Transparent es más que una serie, también es un retrato de la vida tal y como es. “Muestra historias en la que nosotros mismos podríamos estar implicados. La vida es cómica y trágica al mismo tiempo”.

La actriz estuvo a punto de no participar en Transparent, una serie que junto a su participación en Louie ha hecho que 2014 haya sido un buen año para ella. “De hecho dije no cuando me propusieron hacer el casting. Me negué porque había escenas con desnudos y sexo y había tenido alguna mala experiencia. Estaba dispuesta a hacerlas por separado pero no juntas. Jill Soloway me llamó, me invitó a comer (¿qué director hace eso?) me contó que había crecido en Chicago como yo, que conocía a mi padre y que había seguido mi carrera. Me dijo que solo había pensado en mí para el papel de Sarah y me convenció. Ha sido genial trabajar con ella”.

El poder de convicción de Jill Soloway, que se inspiró en la historia de su padre para escribir el guión de Transparent, ha conseguido que Amy Landecker participe en uno de los estrenos más alabados del año. En unos meses volverán al trabajo para rodar la segunda temporada, que se estrenará en 2015.

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