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Valencia del Ventoso repara la memoria de Francisco Granado, ejecutado por Franco con garrote vil

Cartel de los actos en homenaje a Granado, organizados en Valencia del Ventoso los días 17 y 18 de octubre de 2015

Jesús Conde

Alegría inmensa entre las asociaciones en defensa de la recuperación de la memoria histórica. Tras 52 años la localidad de Valencia del Ventoso restituye la memoria de su vecino Francisco Granado, ejecutado por el Franquismo en 1963 con el método del garrote vil.

Los días 17 y 18 de octubre están previstos en su localidad natal un par de actos que incluyen la inauguración de un busto en su memoria. Francisco era un combatiente antifranquista que fue condenado por el régimen por un delito consumado de terrorismo, junto con su compañero Joaquín Delgado.

Los colectivos de memoria histórica defienden que ambos ejecutados fueron condenados sin pruebas que les incriminaran. De hecho con el paso de los años, y la llegada de la Democracia ya en 1994, los autores reales de la carga explosiva por la que fueron condenados reconocieron su autoría y exculparon a los fallecidos.

Un acto simbólico

El pleno del Ayuntamiento del Ventoso donde se ha aprobado una moción, con los votos favorables del PSOE y la abstención del PP, que pide la reparación de la memoria de este vecino, a petición de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

La asociación de memoria histórica insiste en que el juicio militar, un consejo de guerra sumarísimo, les impuso la pena de muerte pese a no tener pruebas que les incriminara como los responsables de una explosión en el centro de Madrid y en la sede del sindicato vertical franquista. “No buscaban que fueran culpables o inocentes, porque estaban condenados desde el principio”, explica Ángel Olmedo, de la asociación de memoria histórica.

Su familia sigue luchando por reabrir el caso y restituir la memoria de Francisco, que pertenecía a la Federación Ibérica de las Juventudes Libertarias (FIJL-CNT) en el exilio. El silencio sigue rodeando a este episodio oscuro de la dictadura, y el caso sigue sin reabrirse por parte de la justicia española.

“Judicialmente es un proceso largo y complicado, y sigue sin haber un afán de revisar el fondo de la cuestión”, comenta Ángel Olmedo. De momento los hechos se han trasladado a la justicia argentina, con el objetivo de que actúe, y ayude a limpiar su memoria.

Es cierto que ambos ejecutados llegaron a Madrid desde Francia con la intención de atentar contra el dictador, aunque todas las fuentes coinciden en que ellos no fueron los autores de los hechos que les costó la vida mediante garrote vil. “Fueron utilizados como unos chivos expiatorios, en un momento que el Franquismo necesitaba desviar la atención ante el aumento de las protestas”, comenta el representante de la Asociación para la Recuperación de Memoria Histórica.

A este historiador le sorprende igualmente la rapidez con la que se convocó un juicio sumarísimo y se ejecutó la sentencia del tribunal militar en plenas vacaciones de verano. Quizás para evitar que se repitieran las protestas que unos meses antes hubo en países como Francia o Italia contra la ejecución del comunista Julián Grimau. Eran movilizaciones que tenían mucha repercusión internacional y que enturbiaban el nombre de Franco, teniendo en cuenta que incluso el Papa Juan XXIII suplicó al régimen que no ejecutara al reo.

El homenaje en Valencia del Ventoso

El homenaje a Francisco Granado está organizado por el ayuntamiento, la Asociación para la Recuperación de Memoria Histórica y el sindicato CGT, y también cuenta con la colaboración de CNT. Tiene un claro componente simbólico: reparar la figura de este vecino.

Apunta por ejemplo la asociación de memoria histórica que los medios de comunicación de la época se encargaron de extender la idea de que se trataba de unos bandoleros, cuando en realidad eran unos combatientes antifranquistas, pertenecientes a las Juventudes Libertarias. En 2003 el sindicato CNT ya hizo un homenaje a este vecino en la localidad, “y por aquellos entonces seguían existiendo reticencias evidentes en su pueblo”, añade Olmedo.

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