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El Congreso oculta las reuniones que organiza entre diputados y grupos de presión

La presidenta del Parlamento, Ana Pastor, en la constitución del Congreso, el 19 de julio de 2016.

Rodrigo Ponce de León / Aitor Riveiro

  • El Parlamento veta a los medios de comunicación en la planta donde este miércoles se han reunido representantes de algunos grupos con empresarios del lobby CEDE

El Congreso de los Diputados se niega a informar sobre las reuniones que organiza entre diputados y personas ajenas a la institución. Incluso cuando es la propia presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, la que firma las invitaciones. El Congreso oculta tanto quién promueve los encuentros, su coste, los asistentes o las conclusiones del mismo. Es el caso de la comida celebrada este miércoles en el “comedor de gala” del Congreso entre diputados y representantes de uno de los  lobbys empresariales más potentes, CEDE.

La explicación del Congreso para no informar sobre esta y otras citas similares se limita a su “carácter reservado”, según comunicaron a eldiario.es portavoces oficiales de la Cámara. Pese a solicitar formalmente los datos oficiales de otros eventos similares en la presente legislatura, el Congreso negó dicha información.

Los invitados a la comida del miércoles llegaron a las dependencias pasadas las dos de la tarde y subieron a la cuarta planta de uno de los edificios del complejo, donde se ubica la sala donde se celebró el evento. Es una zona por la que habitualmente circulan con total libertad los periodistas.

Salvo en esta ocasión. Varios ujieres, por turnos, impidieron varias veces no ya el acceso de los informadores a las proximidades de la sala, sino la mera presencia en el pasillo. “No puedes estar aquí”, “no vamos a decir si ha terminado o no la reunión”, aseguraban los trabajadores. ¿Por qué? “Orden del Congreso de que no pase la prensa”.

Pese a las precauciones, eldiario.es pudo constatar la presencia del presidente de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) y de Gas Natural, Isidro Fainé, y del expresidente de Telefónica, César Alierta. Pese a los requerimientos de este medio, la asociación tampoco ha querido informar sobre los asistentes. La agenda de CEDE tampoco recoge el acto.

Sí lo hace la agenda de la presidenta del Congreso. Fuentes del entorno de Ana Pastor aseguran que desde su llegada hace ocho meses han procurado mantener una política de transparencia sobre su actividad. Así, las reuniones y actos de la presidenta de la Cámara están recogidas en la agenda que se publica en Internet con un día de antelación, aunque las mismas fuentes admitieron que algunos actos se ponen a posteriori.

En el caso de la comida con CEDE, la agenda se limita a señalar que se trata de una “comida con representantes de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos y diputados de los distintos grupos sobre la Educación en España como factor clave de competitividad”.  

La agenda de la Presidenta sí informa, por ejemplo, de que Pastor recibirá el jueves al recién elegido secretario general de CC OO, Unai Sordo. 

Los grupos informan de sus actos

La opacidad del Congreso contrasta con la práctica habitual de los grupos parlamentarios, quienes suelen informar siempre de sus reuniones y actos con personas ajenas a la institución. Máxime cuando se celebran en dependencias públicas.

Algunos ejemplos. Este mismo miércoles el portavoz del PP, Rafael Hernando, se reunió con representantes de organizaciones sindicales del sector educativo. Su portavoz de Interior, José Alberto Martín-Toledano, tenía un encuentro con la Asociación Unificada de Guardias Civiles. El grupo socialista explicaba su reunión con el sindicato UGT. El martes, sin ir más lejos, el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, mantuvo una reunión con representantes de organizaciones ecologistas.

Precisamente Iglesias rechazó el miércoles la opacidad con la que el Congreso gestiona desde hace ya dos décadas las reuniones periódicas de CEDE con diputados en dependencias públicas y pagadas, al menos en parte, por el presupuesto de la institución. Iglesias, a preguntas de elboletin.com, calificó de “barbaridad” la comida. “Nosotros lo llamamos trama, una serie de vinculaciones entre grandes poderes económicos y políticos para tomar decisiones de dudoso carácter democrático”, zanjaba.

CEDE: relaciones fluidas con el Congreso y el Senado

La Confederación Española de Directivos y Ejecutivos ha conseguido mantener una relación fluida con una serie de instituciones públicas españolas de gran relevancia. Además del Congreso y del Senado, CEDE tiene un convenios específicos con el ICEX y con el Consejo General del Poder Judicial desde 2007 “con el objetivo de tratar aquellos asuntos de actualidad que son de interés tanto para la función directiva como para la carrera judicial”, aunque no se dan detalles de actos o encuentros.

Las buenas relaciones del lobby empresarial con el Congreso y el Senado le permitieron tener un diputado y un senador para la coordinación de las relaciones con CEDE desde 2005. En el caso del Congreso, el coordinador fue el diputado de Convergència Jordi Vilajoana, que cuando abandonó la Cámara Baja en 2013 se convirtió en secretario general de la Presidencia de la Generalitat de Cataluña a las órdenes de Artur Mas y hoy es el presidente del ente público Agència Catalana de Notícies.

En la Cámara Alta el coordinador era el senador de Uniò Jordi Casas, hasta que en 2011 abandonó el Senado para convertirse en delegado de la Generalitat de Cataluña en Madrid hasta 2013, año en que dimitió por su posición contraria al proceso independentista. 

Todos los presidentes del Congreso y del Senado han tenido buenas relaciones con el grupo de interés con sede en Barcelona. Los dirigentes socialistas José Bono, entonces presidente del Congreso y su homólogo en el Senado Javier Rojo tuvieron una especial colaboración dejando su opinión en las memorias anuales de CEDE.  

Bono aseguraba en la memoria del lobby en 2010 que “estos encuentros suponen una aportación importante a la ya larga relación de intercambio entre el Congreso de los Diputados y CEDE, que ha de caminar siempre hacia el objetivo del aprendizaje mutuo para que, desde la actividad parlamentaria y desde la dirección empresarial, afloren las ideas, las propuestas y el impulso necesario para hacer frente a los problemas a los que se enfrenta España en una coyuntura económica internacional adversa”.

Ese año el encuentro en el Congreso había tenido como título 'Reforma laboral y economía sostenible' en la que los directivos de CEDE aportaron “la necesidad de alargar la edad de jubilación” o “medidas a tomar para mejorar la flexibilidad en la contratación por parte de los empresarios” además de apuntar “referencias a la flexibilidad del mercado laboral” y lamentar que “el despido era excesivamente caro en España”.

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