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Clinton y Sanders comienzan la batalla por el voto negro en el sur de EEUU

Sanders junto al reverendo Al Sharpton en Nueva York.

The Guardian

Lauren Gambino (Nueva York) y Adam Gabbatt (Sumter, Carolina del Sur) —

Hilary Clinton y Bernie Sanders se sentaron en bancos opuestos durante la misa del domingo pasado en la iglesia bautista de la Victoria en Las Vegas. La semana pasada, Sanders se reunió con el reverendo Al Sharpton en Nueva York. A su vez, Clinton llegó este martes para encontrarse con el reverendo y un importante grupo de líderes activistas por los derechos humanos, muchos de los cuales también se han reunido con Sanders a lo largo de esta semana.

Además, los candidatos se enfrentaron en eventos simultáneos el martes. Mientras Clinton daba un gran mitin en Harlem, Sanders se dirigía a Georgia para continuar su ruta por los colegios mayores y universidades con valor histórico para la comunidad negra. 

En los días previos a los duelos principales de la carrera presidencial, las esperanzas demócratas han sumido al país –y a ellos mismos– en una competición por el voto de la comunidad negra, cuyo papel es decisivo en una batalla cada vez más reñida por la candidatura del partido.

“No somos un país con un único problema”, ha insistido Clinton, elevando la crítica a su oponente por su incansable ataque contra la avaricia de Wall Street y la desigualdad económica. “Nos enfrentamos a un complejo escenario de retos económicos, sociales y políticos. Son complementarios y se están fortaleciendo, así que tenemos que encargarnos de todos. No es suficiente definir nuestra estrategia económica simplemente con la ruptura de los bancos”.

Clinton también ha subrayado durante su mitin que, a diferencia de su contrincante, ha entablado sólidos lazos durante su trayectoria con la comunidad afroamericana. Este argumento lo suscriben algunos líderes y políticos negros, como el congresista John Lewis, que ha hecho campaña abiertamente por la exsecretaria de Estado, y el anterior presidente de la asociación NAACP contra la discriminación, Hazel Dukes. “No puedes aparecer en el periodo electoral, proclamar las ideas correctas y pensar que con eso es suficiente. No podemos pretender crear vínculos en las semanas previas a la votación”, ha manifestado Clinton provocando una ovación.

Sanders se está implicando a fondo para fomentar esas uniones en varios Estados del sur del país. El senador ha organizado numerosos actos en Carolina del Sur que han comenzado con un desayuno en la Universidad de Allen, una pequeña institución de Columbia tradicionalmente vinculada a la población negra.

Tras este encuentro, ha hablado frente a la Universidad de Carolina del Sur en el mismo condado, donde ha sido presentada por Erica Garner, hija de Eric Garner, el hombre que murió estrangulado por un policía. “Estoy harto de ver vídeos, vídeos del padre de Erica y otros inocentes que son asesinados a manos de policías”, ha sentenciado Sanders. “Lo que está ocurriendo, en especial con los afroamericanos, no es una novedad. Es evidente que este país necesita una reforma de la justicia penal”.

Sanders ha dado su discurso en Columbia frente a una enorme multitud de blancos, en el que ha arremetido contra la “reina de los subsidios” –la multinacional Walmart– y se ha comprometido a revisar el sistema de justicia penal para que los agentes rindan cuentas cuando incumplan la ley y las fuerzas policiales sean más sensibles con las comunidades a las que sirven. “Si consigo la presidencia, contad con mi ayuda para conducir al país en la batalla contra el racismo institucional y un sistema de justicia que no funciona”, ha garantizado.

Kendall Bellard, estudiante de Biología de 22 años, aguardaba en primera fila para ver a Sanders hablar el martes en la Universidad de Carolina del Sur. “Defiende que la sanidad es un derecho para todos. Es lo que más me interesa. La mayor parte de los estadounidenses cuentan con una escasa atención médica, o directamente carecen de ella”, afirma la joven.

Bellard, que tiene pensado votar a Sanders, considera que el apoyo de la comunidad negra a Hillary Clinton es parte del legado de su marido. “Ella va a conseguir el voto de nuestros padres gracias a Bill. De hecho, muchos de los afroamericanos más mayores le definen como el primer presidente afroamericano”, dice en referencia a Bill Clinton. “Piensan que Hillary va a ser como Bill. Así que no van a dar una oportunidad a Bernie Sanders, aun cuando habla de todos los asuntos que nos importan”.

Aunque hasta ahora Sanders ha estado a la altura de Clinton en las primarias –con casi un empate en Iowa y la victoria arrolladora en New Hampshire–, el senador debe acercarse a la comunidad negra para mantener su posición competitiva en las siguientes etapas de la carrera. Durante las últimas semanas, Sanders ha buscado el apoyo entre los votantes negros, cuya inclinación por Clinton podría impulsar el triunfo de la candidata en los Estados del sur.

Una encuesta de CNN este martes ha revelado que Clinton goza de una holgada diferencia respecto a Sanders en Carolina del Sur de cara a las primarias que se celebrarán el 27 de febrero. El sondeo estima que Clinton supera a Sanders en 18 puntos. También destaca el alto nivel de apoyo a Clinton por parte de los votantes negros, que optan por ella en un 60% frente al 33% de Sanders.

Sin embargo, como muestra de que esas dinámicas aún pueden variar, en torno a un tercio de los probables votantes negros afirman que aún no se han decidido por ninguno de los candidatos, frente a los seis de cada diez blancos que se declaran ya decididos. El mensaje de Sanders de desigualdad de ingresos y de revolución política parece estar ganando algo de apoyo entre los votantes negros de Carolina del Sur.

A unos 65 kilómetros al este de Charleston está la ciudad de Sumter, donde el 49% de la población es afroamericana. Ahí, Vincent Spann recuerda la idea del efecto Bill. “Si vas a las casas de familias negras del sur, verás una foto en la pared”, afirma Spann, de 38 años, propietario de la tienda de ropa Ice. “Verás a tres personas en la imagen. Una es John F. Kennedy. La otra, Martin Luther King. La tercera es Malcolm X”.

Spann añade que los afroamericanos de cierta edad “siempre tendrán afinidad con los Kennedy” y que Bill Clinton fue el primer candidato de la época moderna en disfrutar de ese legado. “Lucharon por causas que las personas de raza afroamericana de verdad creen importantes”, explica, y añade que “en la siguiente generación, Clinton representó al hombre blanco que se preocupa por el problema negro”.

En cuanto a Sanders, Spann asegura que su relativa impopularidad entre los afroamericanos es “simplemente falta de conocimiento”. “Ni siquiera saben cuáles son las políticas de Bernie Sanders”, señala.

Unos metros más abajo está la tienda de Bell Package, que sobre todo vende bebidas alcohólicas. Su propietario, Leon, pide usar solo su nombre de pila. Tiene intención de votar al senador de Vermont. “Me gusta Bernie Sanders. Te cuenta cómo funcionan los entresijos y cómo los de arriba llegan ahí y se quedan”.

Leon, de 60 años, está desconcertado por la duradera popularidad de Bill Clinton. “Tienes a un hombre de Arkansas, se presentó a presidente, estuvo ahí durante ocho años”, dice, “y no puedo nombrar dos cosas que hiciera él por los afroamericanos. Pero la gente se lo tragó”.

Respecto a Hillary, Leon opina: “No sé cómo ha conseguido ser popular entre los afroamericanos. No se me ocurre una sola cosa que ella haya hecho por la raza afroamericana. Fue senadora de Nueva York y nunca hizo nada por la población afroamericana de allí”.

Traducido por: Mónica Zas y Jaime Sevilla

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