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Sanidad pública
Andalucía propone renovar a 12.000 sanitarios solo de forma temporal y abre una brecha con los sindicatos

Los sindicatos le piden a la consejera Catalina García que rectifique y convierta en fijos a los refuerzos

Álvaro López

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Los 12.000 sanitarios que aún quedan en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) como refuerzos frente a la Covid-19, renovarán a partir de diciembre y no dejarán la sanidad pública de Andalucía. El problema es que su renovación será temporal y no pasarán a ser personal estructural, lo que ha abierto la primera brecha entre la nueva consejera de Salud, Catalina García, y los sindicatos presentes en la mesa sectorial. Estos insisten en que es necesario que se conviertan en trabajadores fijos, sobre todo porque representan a un 10% del total de empleados del SAS en un momento en el que falta mano de obra en hospitales y centros de salud.

El asunto de los sanitarios de refuerzo es un problema para la Consejería de Salud desde hace un año. Justo entonces, 8.000 de ellos se fueron a la calle después de que la Junta de Andalucía decidiese no ampliar su vinculación, dando por finalizada la pandemia. A las pocas semanas, el SAS entró en una crisis de plantilla que obligó a reconocer con acciones que aquellos despidos masivos habían sido un error. Salud optó por contratar personal jubilado, ampliar las jornadas laborales de los sanitarios o sacar convocatorias fuera de la bolsa de empleo para paliar este déficit.

Desde entonces, los 12.000 contratos de refuerzo que sí sobrevivieron a aquella criba se han mantenido a lo largo del tiempo y se mantendrán al menos unos meses más. El problema es que lo harán como temporales y no como plantilla fija y estructural, que es lo que reclaman los sindicatos de la mesa sectorial (UGT, CCOO, CSIF, Satse y Sindicato Médico). De hecho, esta decisión contrasta con la realidad que dibujaron en su día el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, cuando en marzo anunció una inversión de 347 millones de euros para blindar hasta final de año a los 12.000 trabajadores con contratos de refuerzo, aludiendo a un “sobreesfuerzo económico” necesario para “mejorar la sanidad pública”. Y pocos días después de las elecciones, el exconsejero Jesús Aguirre reconocía que estos sanitarios eran útiles para equilibrar la falta de trabajadores en las bolsas de empleo. Ambos líderes de la Junta de Andalucía pusieron en valor a unos profesionales que, pese a ello, no dejan de ser temporales.

El debate de la renovación temporal

Fuentes de Salud admiten a este medio que se va a producir la renovación de los 12.000 sanitarios de refuerzo, pero no precisan por cuánto tiempo. Como el SAS cuenta con algo más de 120.000 trabajadores, estos profesionales suponen un 10% del total de ellos en un momento en el que sigue faltando personal, por lo que los sindicatos no entienden otra salida que no pase por convertirlos en estructurales. Así, recuerdan, se evita la fuga de talento de muchos jóvenes que acaban optando por irse a otras comunidades autónomas o a otros países al no encontrar en Andalucía contratos de larga duración que les permita conciliar una vida.

Esta decisión de mantener a los 12.000 trabajadores solo de forma temporal se está debatiendo intensamente en las últimas mesas sectoriales y ya ha abierto la que es la primera gran brecha de la consejera de Salud, Catalina García, con los sindicatos. En agosto, a los pocos días de asumir el cargo, el nuevo gerente del SAS, Diego Vargas, se reunió con las secciones sindicales para trasladarle la intención de alargar la vinculación de estos sanitarios, supeditándolo a la “coyuntura económica”. Algo que sindicalmente fue visto con buenos ojos si implicaba convertir a estos profesionales en plantilla estructural, pero que no parece que vaya a ocurrir a corto plazo.

Malestar sindical

Ahora, la postura de los mismos implicados es diametralmente distinta. Lamentan la estrategia de Salud de no apostar por el empleo fijo. Antonio Macías, portavoz de UGT, asegura que “no dan ninguna explicación oficial sobre el asunto, ni en los presupuestos, ni en mesa sectorial, ni en la mesa general de funcion pública”. “Se ve que el tener al 10% de la plantilla renovando cada dos por tres y a los ciudadanos cambiando de médicos o de enfermera no les interesa. Luego se lamentan de que se nos van a otras comunidades”. Esto repercute, a su juicio, en que los usuarios tengan una peor atención y que los trabajadores acaben optando por irse.

En una línea similar se posiciona Victorino Girela de CSIF. En la mesa general de Función Pública volvieron a preguntar sobre los 12.000 trabajadores y “no supieron o no quisieron dar una respuesta”, dice Girela. “Esta administración, contrario a lo que debe suponer la modificación del Estatuto Marco en relación a los nuevos modelos de contratación, donde ningún interino puede estar mas de tres años ni tampoco podrá haber eventuales (solo sustitutos, para cubrir necesidades puntuales o interinos), sigue haciendo contratos de corta duración cuando deberían ser contratos de larga (interinidades) hasta su cobertura por oposición en menos de tres años”. Por eso, desde CSIF no solo exigen la renovación, sino que esta se haga cumpliendo con ese aspecto. Si no, no descartan denunciar al SAS por incumplimiento.

Para CCOO es incomprensible que la consejera Catalina García saque pecho de que se renueva “continuamente” al personal puesto que “seguir en la bolsa de contratación no es precisamente renovar contratos”. Por su parte, José Sánchez del sindicato SATSE insiste también en que hay que convertir a estos trabajadores en plantilla estructural: “Son muy necesarios como se ha demostrado, por lo menos en enfermería. Ni renovando a los refuerzos llegamos a la media española y menos para llegar a la media Europea que serían unas 34.000 enfermeras más de las que hay”.

Por su parte, el Sindicato Médico va más allá y pone en el centro del debate que de ese personal que se va a renovar apenas hay médicos. “Exigimos que se hagan más contratos de médicos ya que en esos 12.000 ni siquiera un diez por ciento eran de médicos. Y en nuestro caso esta necesidad no viene condicionada por la pandemia, sino por la escases permanente de médicos”, dice Rafael Carrasco, portavoz de este sindicato. “No entramos por tanto en sí deben ser o no renovados estos 12000, Nos limitamos a exigir que se contrate médicos suficiente para mantener la estructura independientemente de que haya situaciones de pandemia o no”, concluye.

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