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Andalucía recupera al 75% de los 8.000 sanitarios despedidos pero para sustituciones puntuales de Navidad

Moreno saluda a los sanitarios de la Casa del Mar, en Almería

Daniel Cela / Álvaro López

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Apenas un mes después de que el Parlamento andaluz, con los votos de PP, Ciudadanos y Vox, rechazase la reincorporación de los 8.000 sanitarios de refuerzo despedidos el pasado 31 de octubre, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, ha anunciado por sorpresa este martes que, a día de hoy, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha recuperado al 75% de esos profesionales. Ninguno de los sindicatos del sector conocía este dato, que les ha sorprendido, porque la Consejería de Salud nunca los ha trasladado, y porque hace solo unas semanas el propio Moreno se negaba públicamente a repescar a esos sanitarios con recursos propios, y exigía al Gobierno de Pedro Sánchez un nuevo fondo Covid para poder ficharles de nuevo.

Fuentes del Ejecutivo andaluz han precisado a este periódico que se trata de “contratos que se han ido haciendo progresivamente desde el 31 de octubre”, la mayoría durante las últimas dos semanas de Navidad para “cubrir bajas, permisos y vacaciones en el marco del plan de refuerzo navideño”, que expira este sábado. Se trataría por tanto de contratos puntuales de poco tiempo [entre 15 días y un mes, según los sindicatos], no de una renovación masiva por seis meses o un año, como se hizo con los otros 12.000 profesionales de refuerzo que vieron prolongado su contrato medio año más, hasta el próximo 31 de marzo.

Un tercio de los 8.000 sanitarios despedidos en octubre eran enfermeros, el resto ocupaba funciones “no esenciales”, según la Junta, como auxiliares administrativos, celadores o personal de laboratorio que venía haciendo las pruebas de Covid. Estas categorías profesionales dejaron de ser “indispensables” para el Ejecutivo andaluz después de que la vacunación masiva doblegase la pandemia.

Sin embargo, el pasado 23 de diciembre, la Consejería de Salud constató la falta de personal sanitario necesario en los centros de atención primaria, colapsados por el repunte de la sexta ola de contagios: incremento de las listas de espera, suspensión de operaciones programadas no esenciales, imposibilidad de lograr cita telefónica en algunos centros, retraso de pruebas de diagnóstico, aumento de las hospitalizaciones hasta alcanzar el pico de la quinta ola... El consejero Jesús Aguirre emitió una circular para que médicos jubilados se reincorporasen de forma voluntaria al plan de refuerzo navideño [sólo uno de los 2.000 contabilizados por la Junta lo hizo] y para que los enfermeros doblasen turnos, dado que la falta de plantilla había obligado al 50% de los centros de salud de Andalucía a cerrar por la tarde estas últimas semanas.

El sindicato de enfermería Satse recuerda que en Navidad se les informó de que las bolsas de profesionales se habían agotado. Ya entonces denunciaron que la consejería de Aguirre había empezado a lanzar ofertas específicas desde los centros de salud, “contratos de corta duración, 15 días o un mes máximo para cubrir las Navidades”.

El despido de esos 8.000 sanitarios en el contexto de saturación que han sufrido los ambulatorios en las últimas tres semanas ha puesto en un brete al Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos, y ha empoderado la línea de oposición de sus rivales de izquierdas. Tanto el PSOE como Unidas Podemos han defendido públicamente y se han manifestado a favor de la readmisión de estos trabajadores. Los socialistas fueron quienes registraron la proposición no de ley en el Parlamento para exigir a la Junta que volviese a admitirlos en el SAS, iniciativa que fue tumbada por el bloque de derechas. La coalición Podemos-IU acompañó a los sindicatos del sector en una manifestación de protesta que reunión alrededor de 5.000 personas.

La preocupación de Moreno en vísperas de las elecciones andaluzas ha desembocado en el anuncio por sorpresa de estas nuevas contrataciones, al término del Consejo de Gobierno, celebrado este martes en Almería. El presidente de la Junta ha acusado a la oposición de “falsear datos” y ha asegurado que a día de hoy el SAS cuenta con una plantilla de 125.218 profesionales, “el mayor número de la historia autonómica”, 30.000 más que cuando PP y Cs llegaron al Gobierno (un 31% más), en diciembre de 2018 [entonces había 95.000]. Además, Moreno ha desglosado el número de nuevas contrataciones que ha venido haciendo el SAS desde que esos 8.000 sanitarios fueron despedidos, cifrando en 11.500 profesionales más desde aquel 31 de octubre. “Numéricamente hemos superado los 8.000 contratos que se rescindieron entonces”, explican fuentes de San Telmo.

Respecto a la plantilla de refuerzo que se contrató para encarar el peor momento de la pandemia, Moreno asegura que el SAS ha recuperado, “con nombres y apellidos”, al 91% de los 20.000 sanitarios que se incorporaron en 2020 gracias al fondo Covid que el Gobierno de Sánchez repartió entre las comunidades. La Junta renovó seis meses más a 12.000 de ellos, usando recursos propios, y dejó fuera a los otros 8.000 profesionales. Esa cifra, descontextualizada y sin matices en la prensa nacional, ha machacado políticamente la imagen de Moreno más que ninguna otra cosa. “La oposición no para de repetir un mantra sobre los supuestos recortes en la sanidad pública y no se pueden usar datos falsos, por muy desesperado que uno esté”, ha remarcado hoy. Para taponar esa herida, el presidente andaluz ha querido anunciar personalmente la revisión de esos datos: la Junta ha recuperado el 75% de esos 8.000 sanitarios despedidos en octubre, “con nombres y apellidos”, ha remachado dos veces.

El anuncio del presidente es una foto fija de la plantilla del SAS nada más terminar el periodo navideño, en el que muchos de esos contratos puntuales venían a cubrir las bajas y vacaciones de personal de la plantilla fija. Los contratos del plan de refuerzo navideño expiran el próximo sábado 15 de enero. Los sindicatos denuncian que las sustituciones son de 15 días o un mes, en algunos casos se han cubierto bajas “de uno o varios días”, y que la foto fija que se ha anunciado hoy con los sanitarios readmitidos “ya no será real dentro de cuatro días”. Este periódico ha pedido al entorno de Moreno la duración de los contratos anunciados por el presidente: 11.500 profesionales más desde el pasado 31 de octubre. La respuesta es que se trata de contratos temporales y de sustituciones, la mayoría realizados a las puertas de la Navidad, pero la Junta ha declinado especificar la duración de los mismos.

Cifras “totalmente falsas” para los sindicatos

Los números que ha dado el presidente andaluz han provocado una reacción de rechazo frontal por parte de las organizaciones sindicales. Todos cierran filas para calificar de “mentira” las cifras de contrataciones a las que alude Moreno Bonilla. Antonio Macías, portavoz de UGT, afirma que esas declaraciones son “la mayor mentira” que ha escuchado nunca en un político. “Es absoluta y rotundamente falso. Los únicos contratos que se han hecho en el SAS han sido para sustituir a los compañeros y compañeras que han cogido vacaciones en periodo navideño y ni mucho menos han sido al 100%”. Sobre eso, recuerda el hecho de que la mitad de los ambulatorios andaluces estén cerrando por las tardes.

En CCOO tampoco se creen esos datos. José-Pelayo Galindo sostiene que “la Junta de Andalucía lanza cifras sin demostrarlas”. Al respecto, se pregunta dónde está el 20% del refuerzo de la Atención Primaria que viene anunciando la Consejería de Salud desde el pasado otoño. Rafael González, también de CCOO, critica “la falta de transparencia” de la Junta de Andalucía a la hora de ofrecer las cifras. Sin ir más lejos, cuantifica en 600 los enfermeros que se fueron a Cataluña de los 8.000 sanitarios despedidos. “Es decir, han contratado a todos los que despidieron menos a los que se han ido a Cataluña. Qué curioso, ¿no?”.

Fuentes del Sindicato Médico creen que los datos están maquillados no solo porque se hayan hecho contratos temporales, sino porque se han incorporado profesionales a “otras categorías”. Francisco Cantalejo dice que se están contratando trabajadores con “puntuación 0” lo que supone que “todo el que quiere y tiene el título está trabajando”. Por otro lado, desde Satse afirman que las cifras no están claras, entre otros motivos porque el SAS no está siendo transparente a la hora de darlas.

Satse denuncia la alta temporalidad y precariedad que sufre enfermería, “alertando sobre la urgencia de cubrir los puestos estructurales con contratos de interinidad para evitar la elevada rotación de profesionales que sufren los centros”. Una situación, dicen, que repercute además en la carga de trabajo del personal fijo de plantilla, “provocando circunstancias insostenibles por la altísima rotación de profesionales y la fuga de enfermeras con experiencia a otras comunidades con mejores condiciones de trabajo”. José Sánchez, del Sindicato de Enfermería, no se las cree porque precisamente en octubre “dijeron que no despedirían a ninguno de los 20.000 contratados y después despidieron o no renovaron 8.000”.

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