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Ciencia para el Futuro

Celia Moreno, la investigadora que busca el éxito de los estudiantes más vulnerables

Celia Moreno, investigadora de la Universidad de Sevilla en alfabetización

Fermín Cabanillas

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Celia Moreno Morilla, 30 años, natural de Morón de la Frontera, desde pequeña tuvo clara su vocación: quería ser maestra. Por aquel entonces, la investigación era algo desconocido para ella. En 2009 comenzó sus estudios universitarios, realizó la Diplomatura de Magisterio en Educación Primaria, la Licenciatura en Pedagogía, el Máster en Dirección, Evaluación y Calidad en Instituciones Formativas, el Máster en Formación del Profesorado y el Doctorado en Educación. 

Actualmente, formo parte del grupo de investigación LITERACIES (Alfabetización, Multilingüismo, Diversidad, Orientación Profesional y Justicia Social) donde contribuye al desarrollo de dos líneas de investigación. Por una parte, investiga sobre el desarrollo de competencias de gestión de la carrera desde la Infancia y en la Educación y Formación Profesional, y por otra, se centra en los procesos de alfabetización de niños y jóvenes de comunidades pertenecientes a zonas urbanas con necesidades de transformación social. 

En cuanto a su labor docente, pertenece al Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación (Universidad de Sevilla). Imparte asignaturas relacionadas con el diagnóstico y la observación infantil, la orientación educativa y profesional, o la acción tutorial, entre otras. 

La casualidad

Con todo ese bagaje, terminó en la investigación, aunque asegura que aún trata de descubrir cómo dio ese paso: “Después de mucho tiempo, sigo sin ser capaz de dar una respuesta objetiva a esta cuestión. Influyeron muchos factores, de algunos tengo más conciencia que de otros. Pero sin duda, uno fue el azar, porque en cuarto de Pedagogía, un profesor de una asignatura optativa me ”fichó“, Andrés Valverde Macías, al que agradezco haberme situado en el camino que buscaba sin saberlo”.

Le propuso ser alumna interna y que comenzará a explorar competencias relacionadas con la investigación porque veía cualidades en ella. “Desconocía totalmente aquel mundo. Y ahí comenzó todo. Este profesor me incluyó en su equipo de investigación y me presentó al catedrático Eduardo García Jiménez, que desde ese momento y hasta el presente se convirtió en un gran referente humano y profesional para mí. Posteriormente, llegaron al equipo otras dos personas claves, con mucha vocación por la investigación como Fernando Guzmán Simón, que lidera la línea relacionada con alfabetización, y Soledad Romero Rodríguez, experta en temas relacionados con el desarrollo de la carrera, orientación profesional, etc. Sin su dedicación y acompañamiento posiblemente hoy no estaría aquí contacto mi aterrizaje en la investigación”.

Un trabajo difícil de explicar

Una de las curiosidades de su investigación, como pasa en muchos profesionales, es lo complicado que resulta explicar a qué se dedica, y resume que “tienes que trabajar 24/7. La investigación es mucho más que una profesión, es una forma de vida. Que los plazos internos, las convocatorias continuas y las entregas no entienden de festivos, ni de puentes, ni de celebraciones familiares y que toca sacrificar la vida personal y social. Esto es una realidad”. 

“La gente que me quiere tiene una relación amor-odio con mi profesión. Admiran mucho mi dedicación y constancia por la investigación y su aporte, pero siempre me preguntan ¿cuándo vas a dejar de estudiar? ¿cuándo llegará el día en el que no te tengas que marcharte más?, o ¿si ya eres doctora por qué te tiene que evaluar tanto la ANECA?, entre otras muchas. Así que trato de esquivar estas respuestas, porque ser profesora de Universidad y dedicarte a la investigación en el ámbito de la educación en España es una carrera muy de fondo, y no entiende de la palabra fin”, asegura.

Además, para poder financiar las líneas de investigación se requiere de un esfuerzo ingente y colectivo dentro de su grupo. “Así que para mi familia y amigos soy la que tiene muchos ”noes“ a sus propuestas de planes y me llaman ”Willy Fog“ por esto de andar siempre de un sitio para otro”. 

Captación de talento

Actualmente, tiene un contrato de personal investigador doctor enmarcado en el Programa de Ayudas a la Captación de Talento, Incorporación y Movilidad I+D+I, actuación cofinanciada por parte del Fondo Social Europeo (FSE) y de la Consejería de Economía, Empresas y Universidad de la Junta de Andalucía. 

Este contrato se solicita a través del Sistema de Información Científica de Andalucía (SICA) y requiere del apoyo técnico y de supervisión de la de Universidad andaluza que valide la solicitud. 

La iniciativa es muy reciente: “Yo formé parte de la primera convocatoria y ahora se encuentran en evaluación las solicitudes de los compañeros y compañeras que han participado en la segunda. Nos anima pensar que se tratará de una convocatoria periódica por la gran importancia que tiene para los investigadores noveles. La finalidad de estos contratos es el perfeccionamiento de las capacidades adquiridas durante una primera etapa de formación postdoctoral, así como fortalecer con nuevo talento las actividades de investigación de las entidades beneficiarias”.  

Se trata de un contrato muy exigente y competitivo “que requiere de méritos académicos destacables por lo que esperamos que nuestras universidades garanticen nuestra continuidad. Pedimos que este tipo de convocatoria se sume a los planes de estabilización de modo que no tengamos que marchar de nuevo y podamos dar continuidad a nuestros proyectos de investigación en nuestra comunidad autónoma”. 

Para esta doctora, tener financiación en Andalucía y no tener que “emigrar” es muy importante, y, de hecho, asegura que el contrato actual “ha sido la oportunidad que me ha permitido mimar un poco mi proyecto personal, además de fortalecer el profesional. No es fácil gestionar la incertidumbre, la inestabilidad y la gran exigencia que se mueve en torno a la investigación. Repito, no es fácil tener que dejar tu hogar constantemente, vivir lejos de tu familia, de tu pareja, amigos. En definitiva, de tu tierra. Ahora siento que la investigación y yo tenemos una relación más afable; siempre he mantenido las mismas ganas, pero ahora me permite estar donde quiero al tiempo que puedo seguir creciendo como investigadora. Y esto es un factor fundamental”. 

“Necesitamos una mirada internacional”

De todas formas, no descarta volver a verse en aeropuertos, porque “la investigación necesita de una mirada internacional, y de amplitud de miras, así que, siempre tengo puesto el foco en alguna ciudad extranjera. Las estancias de investigación periódicas forman parte de nuestra profesión, y para mí son un aporte fundamental en la consolidación de nuestras carreras. Próximamente me marcharé a la Universidad de Padova en Italia donde estaré tres meses formándome en la configuración de modelos integrados de orientación para la formación profesional desde una mirada de equidad y justicia social. Siempre estoy disponible y encantada de poder desarrollar alianzas en el extranjero y compartir nuestros hallazgos de investigación”. 

Con esa visión, habla de su experiencia en Reino Unido, con dos universidades que han sido un gran referente en el desarrollo de sus investigaciones: La universidad de Sheffield y la de Lancaster, “ambas con un gran recorrido en el estudio de la alfabetización desde una mirada local”. 

Estas universidades desarrollan un modelo basado en una corriente denominada “New Literacy Studies” y optan por un modelo ideológico de alfabetización que siembra la novedad respecto a lo que habitualmente se hace en el contexto español. 

Concretamente, los centros que han inspirado su quehacer como investigadores han sido el Centre for the study of literacies (en Sheffield) y el Lancaster Literacy Research Centre, de los que dice que les han proporcionado “las claves para el desarrollo de modelos integradores de alfabetización en zonas de especial vulnerabilidad. En otros contextos internacionales he encontrado modelos muy válidos y ponentes para mejorar los procesos de alfabetización en España”.

Preguntada sobre si llegará un día en que no haya que coger un avión para triunfar, pide modificar la pregunta, y dice que tienen la esperanza de poder decidir “cuándo y bajo qué necesidad cojo un avión y voy al extranjero”. “Espero que los investigadores noveles no nos sigamos viendo obligados a emigrar porque nuestro país no sepa retener su capital humano en materia de investigación. Como decía, la investigación requiere de internacionalización, pero también requiere de estabilidad laboral en nuestro contexto. No puede ser la opción de otros países, y tampoco nuestro país se puede permitir invertir tanto en nuestra formación para luego dejarnos marchar. Por eso, esta convocatoria de captación de talento es tan esperanzadora en Andalucía. Al menos sentimos que hay una apuesta por nuestra incorporación”.

Antes de despedirse, le pedimos que se dirija a una niña de siete años que quiera ser investigadora, y le dice que si es su vocación “luche por ello. No mires el esfuerzo que te supondrá lograr ese objetivo, piensa en lo que aportarás a los demás. Investigar es como hacer magia, podemos resolver problemas que hacen que las personas estén tristes. Les ayudamos a mejorar sus vidas, sus relaciones, a conocerse mejor, a tomar decisiones, en definitiva, a ser más felices. Y también, colaboramos en el desarrollo de una sociedad mejor y más justa. No lo olvides, escúchate y sigue tu camino hacia la investigación. Serás muy feliz”. 

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