Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Una prevención de riesgos laborales “obsoleta” marca el repunte de contagios de sanitarios en Andalucía

Profesionales sanitarios con mascarillas

Javier Domínguez Reguero

1

A finales de octubre en la provincia de Granada se registraron 966 casos positivos de Covid-19 entre el personal sanitario. Un mes después, la cifra alcanzó los 1.777. La provincia de Almería sumó en ese mismo periodo 160 casos por coronavirus entre sus profesionales sanitarios, un ascenso del 82%. En Huelva, ese porcentaje fue del 72%, con 128 nuevos casos.

Andalucía, al cierre del mes de octubre, acumuló 4.550 contagiados entre el personal sanitario desde el inicio de la pandemia. A finales de noviembre la cifra llegó a los 7.341, un 61% más con respecto al mes anterior. “Si no conseguimos que todos los profesionales, sea cual sea la actividad que realicen, lleven mascarillas FFP2, nos podemos encontrar una tendencia muy alta”, dice José Manuel Morales, adjunto de Acción Sindical en el Sindicato de Enfermería SATSE de Andalucía.

Para mitigar el número de contagios entre el personal sanitario, SATSE quiere generalizar el uso de las mascarillas FFP2 en los centros hospitalarios. Ahora su obligatoriedad está en manos de unos equipos de prevención de riesgos laborales “muy saturados”, asegura Morales. La tarea además “no se lleva a cabo en todos los centros ni en todas las unidades”.

El objetivo del sindicato es la “actualización” del 'Procedimiento de Actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la Exposición al Sars-CoV-2' del Ministerio de Sanidad de octubre de 2020. “Está obsoleto”, recalca Morales debido a que “tanto el Ministerio de Sanidad como el Servicio Andaluz de Salud (SAS) esgrimen que la principal vía de contagio es a través del contacto”.

Transmisión por gotas y aerosoles

Las mascarillas autofiltrantes (FP1, FFP2 y FFP3) son Equipos de Protección Individual (EPI) y según el documento técnico de Sanidad son la protección respiratoria “recomendada” para los profesionales de la salud en contacto con casos Covid-19. Esto hace que su utilización sólo se limite a ciertas actividades asistenciales.

En la unidad de uronefrología del hospital sevillano de Virgen del Rocío, una enfermera explica que los responsables les “echan la bronca” si no van con los EPIs puestos. “Es obligatorio llevar la FFP2 y la quirúrgica”, resalta. Esta sanitaria, sin embargo, dice que el material en otros hospitales “está mucho más contado” provocando que las mascarillas quirúrgicas sea la principal barrera de protección.

“Usamos por defecto la mascarilla quirúrgica porque la FFP3 sólo nos las ponemos para entrar al box del paciente contagiado de Covid-19”, dice una enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital sevillano de Virgen de Valme. Esta practica se encaja dentro de la evaluación de riesgos laborales que marca el protocolo de actuación de Sanidad, pero para el Sindicato de Enfermería la utilización de los EPIs debería extenderse a todas las actividades dentro del recinto hospitalario con el fin de “garantizar la seguridad y la salud en el puesto de trabajo”. Para ello se basan en una “clara evidencia científica”: la transmisión del coronavirus a través de aerosoles.

En una carta a los gerentes de los centros hospitalarios indican que la comunidad científica apoya “sustancialmente” que el contagio por secreciones respiratorias, es decir por gotas y por aerosoles, es “la forma de transmisión dominante”. Según distintas publicaciones los aersoles quedan suspendidos en el aire por un tiempo (desde segundos hasta horas) y pueden ser inhalados a una distancia superior a dos metros del emisor. Además refuerzan que la capacidad de contagio a través de aerosoles puede ser de “20 veces más” en ambientes cerrados.

Ante la exposición del personal sanitario al “alto riesgo de contaminación por aerosoles portadores del coronavirus”, SATSE solicita que se faciliten mascarillas FFP2 y FFP3 al personal sanitario durante “toda la jornada laboral”.

EPIs para todos

SATSE no hace diferencias entre zona limpia y zona Covid. “Como medida preventiva, todo profesional sanitario debe llevar al menos mascarilla FFP2”, apunta Morales. “A mí siempre me han surtido de FFP2”, dice la enfermera del Valme aunque reconoce que tienen una FFP3 para un ciclo completo, es decir, 24 horas. Esto contradice el borrador de la 'Guía sobre el uso de equipos de protección en centros del SAS frente al coronavirus Sars-Cov-2' de la Consejería de Salud y Familias, al que ha tenido acceso este diario, donde se estima que el uso de esta mascarilla debe ser de 8 horas. Pero SATSE estipula, basándose en un estudio de prevención, que es “poco probable” que el uso prolongado de las mascarillas autofiltrantes degrade “por sí solo la protección respiratoria”.

Este borrador además detalla una serie de procedimientos que generan aerosoles y por tanto son de alto riesgo para la transmisión vírica del SARS-CoV-2. Traqueotomía quirúrgica, lavado broncoalveolar, gastroscopia, resucitación cardiopulmonar o la intubación oro/naso-traqueal son algunos de ellos.

En Urgencias del hospital hispalense Virgen Macarena “no han tenido escasez” de EPIS ni de otros elementos de protección frente al virus, según una de sus enfermeras. Sin embargo, esta resalta que durante la segunda ola mantuvieron “un poco de lucha” con los encargados de zona para conseguir las FFP3. “Han llegado pacientes más graves y los intubábamos en Urgencias. En ese momento no te vas a poner a buscar una FFP3”, dice la sanitaria, que resalta que el problema “ya está resuelto”.

La quirúrgica “no es un EPI”

El Sindicato de Enfermería también busca restablecer nuevas medidas de prevención porque desde el Ministerio de Sanidad se propone que en caso de escasez de EPIs, el personal sanitario pueda utilizar la mascarilla quirúrgica en combinación con otras medidas preventivas. Estas mascarillas “no son EPIs” ni protegen frente a la inhalación de un aerosol.

A pesar de que el Ministerio de Consumo especifique que estas mascarillas deben contar con “un mecanismo que permita ceñirla estrechamente sobre nariz, boca y barbilla”, estas dejan “huecos” por lo que los sanitarios “no cuentan en su desempeño habitual con la máxima protección”, según el sindicato.

Apuntando a los datos facilitados por la Consejería de Salud y Familias, a principios de diciembre había 3.6 millones de estas mascarillas en Andalucía mientras que el número de FFP3 superaba las 450.000 unidades. En cuanto a las mascarillas quirúrgicas, la comunidad autónoma cuenta con más de 31 millones.

“Es primordial proteger al personal sanitario que son los que nos cuidan. Y además evitaríamos la escasez de profesionales, que no sólo es porque la bolsa no esté actualizada sino porque los sanitarios se están contagiando”, resalta Morales.

Etiquetas
stats